Un artículo larguísimo en que todo es paja excepto dos frases:
1- Los hombres son menos propensos a usar mascarilla que las mujeres.
2- Las mascarillas son para proteger a los demás, no a uno mismo.
¿Conclusión?: ¡Los hombres perjudican a las mujeres!
1- Los hombres son menos propensos a usar mascarilla que las mujeres.
2- Las mascarillas son para proteger a los demás, no a uno mismo.
¿Conclusión?: ¡Los hombres perjudican a las mujeres!
Ahora, la pregunta del millón: ¿cuáles son los dos problemas principales que tiene ese escueto argumento?
Os doy treinta segundos para pensarlo.
Os doy treinta segundos para pensarlo.
En primer lugar, el primer enunciado (y recordemos que el título del artículo dice que las mujeres son las más afectadas).
¿Cuál es la fuente de que los hombres usan menos la mascarilla? Un artículo de otro periódico que dice que LOS HOMBRES son los más afectados.
¿Cuál es la fuente de que los hombres usan menos la mascarilla? Un artículo de otro periódico que dice que LOS HOMBRES son los más afectados.
Ese es uno de los motivos por los cuales el fanatismo NO se cura leyendo: porque solo lee lo que le interesa.
En segundo lugar, el segundo enunciado. ¿Es cierto que la mascarilla es para proteger a los demás? Pues, relativamente.
En primer lugar, eso depende de la mascarilla, y el estudio no especifica ningún modelo. Además, todas las mascarillas protegen (más o menos) a quien la lleva.
En primer lugar, eso depende de la mascarilla, y el estudio no especifica ningún modelo. Además, todas las mascarillas protegen (más o menos) a quien la lleva.
Pero eso no es lo importante aquí. Lo realmente importante es la propia percepción de quien la lleva. Quienes toman esas decisiones, ¿para qué creen que son las mascarillas?
No se puede decir que las mujeres sean más virtuosas si ellas creen que las llevan para sí mismas
No se puede decir que las mujeres sean más virtuosas si ellas creen que las llevan para sí mismas
Pero vamos a darle el beneficio de la duda a la autora y a suponer que sus premisas son correctas (no lo son, pero bueno). ¿Se podría llegar a esa conclusión partiendo de esas premisas si fuesen verdaderas? Pues, oye, tampoco.
Porque tal vez ella viva en un mundo paralelo en que el virus sólo se contagia de hombre a mujer o de mujer a hombre, pero, en la vida real, un hombre también puede contagiar a otro hombre.
Los peligros de ver sólo grupos monolíticos en lugar de individuos...
Los peligros de ver sólo grupos monolíticos en lugar de individuos...
Entonces, puesto que los contagios también se pueden dar entre hombres, no se sigue que esos hombres sin mascarilla sean potenciales contagiadores de mujeres. También pueden contagiar a otros hombres, y que, por tanto, las principales víctimas sigan siendo hombres...
No es incompatible que víctimas y victimarios pertenezcan a un mismo grupo; una posibilidad que la autora parece no ser siquiera capaz de concebir.
Al final, es el modus operandi clásico del feminismo: tomar a los peores casos de un sexo y presentarlos como los representantes de ese sexo (aunque sean minoría), ignorar a las víctimas de ese sexo porque son el sexo que ya se ha señalado como "el agresor"...
... Y finalmente, concluir que el sexo que no es "el agresor" debe de ser el agredido. Y como ya tenemos agresores y agredidos, podemos ignorar esas mismas conductas entre estos segundos, porque ya son las víctimas, así que todo lo demás son meras anomalías puntuales.
Los más espabilados os habréis dado cuenta ya de que este argumento no es nuevo, es el mismo que usan con la violencia de género, al que le han dado una capita de pintura, y donde ponía "violencia", han puesto "contagio", pero es lo mismo.
En fin, qué poco innovador es el feminismo, que no los sacas de los mismos mantras ni con la violencia de género, ni con una pandemia.
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