Que por un duro golpe tuvo que ser hospitalizado.
El problema es que a nadie había avisado
que de coronavirus era diagnosticado.
Y por eso ahora será demandado.
(Sigue)
Era el 24 de mayo a las 11:50 de la mañana.
Allí fue llevado malherido por un pana,
que poco logró con el “sana que sana”.
Al parecer, por exceso de cerveza.
Y no valió la cuarentena contra esta torpeza.
Resultó con trauma craneoencefálico, como la medicina reza.
de no contarles a los médicos su sorpresa.
Tal vez fue olvido, borrachera o pereza.
Lo cierto es que no puso sobre la mesa
que el virus SARS-CoV-2 por su cuerpo atraviesa.
fueron administrativos de la clínica en buen momento,
que consultaron su historial y lo pusieron al descubierto.
Y aunque el personal de salud estaba bien cubierto,
sin saberlo estuvo muy expuesto.
Hoy se recupera allí mismo, ojalá no enguayabado.
Las directivas de la clínica no ocultan su enfado,
al punto que aseguran que este cuento no ha terminado.
Y así no poner en riesgo a aquellos que lo cuidaban.
De haberlo sabido antes el protocolo indicaba
una ruta de atención distinta, segura y controlada.
reflexiona hoy más tranquila Triny Humanez, la gerente.
Dice que la debida protección salvó a mucha gente.
Y por eso quiere sentar un precedente.
Vigilado por las autoridades ahora sí estará.
Y seguramente en su casa recibirá
la denuncia de esta clínica de Facatativá.
Fin.