¡Buenos días, cerralbianos! Hoy estrenamos una serie de contenidos que esperamos os gusten. Vamos a hablar sobre #coleccionismoXIX mientras preparamos la reapertura del Museo.
Hoy nos introduciremos en el concepto de #coleccionismo. ¿Te quedas con nosotros? 👇¡Hilo!
Hoy nos introduciremos en el concepto de #coleccionismo. ¿Te quedas con nosotros? 👇¡Hilo!
El hombre ha practicado el coleccionismo desde antiguo, para atesorar lo bello, pero también para amasar poder y riqueza. Aunque el término es moderno, a lo largo de la historia y las culturas hay diversos ejemplos de esta actividad que une prestigio y conocimiento.
En la antigüedad, las colecciones constituían ajuares funerarios, tesoros de templos o botines militares. Además de su riqueza intrínseca, muchas de ellas tenían “conservadores” encargados de cuidarlas y estudiarlas, por lo que tenían un valor estético, histórico y patrimonial.
Posteriormente son reyes y nobles los que comienzan a amasar colecciones para mostrar poderío, enriquecer su espíritu y acumular conocimientos. El coleccionismo más potente era el de la realeza, que acumuló una gran cantidad de objetos etnográficos, curiosos y artísticos.
En el caso de España, contamos con el ejemplo de Felipe IV, al que se ha llegado a denominar "el rey coleccionista" por su ávida actividad de mecenazgo, compra y atesoramiento.
Las colecciones se nutrían en origen de encargos directos a artistas y artesanos, compras en el mercado del arte y antigüedades, donaciones a templos, herencias familiares, regalos diplomáticos y matrimoniales y botines de guerra.
En el siglo XVIII, con el descubrimiento de Pompeya y Herculano, esta necesidad imperiosa de poseer lo antiguo apasionó a la alta sociedad, comenzando así el expolio de las riquezas del Mediterráneo.
Cónsules, diplomáticos y políticos europeos se aprovecharon de su posición para hacerse con riquezas patrimoniales en otros países como Egipto, Italia, España, Grecia... Las guerras napoleónicas lo pusieron fácil, claro.
También los viajeros y aventureros comenzaron a llevarse objetos de los sitios que visitaban. En ocasiones esta actividad de expolio patrimonial y venta de recuerdos a pie de yacimiento arqueológico se convirtió en un lucrativo negocio, totalmente lícito en la época.
Y lo mismo ocurrió durante la carrera colonial europea en Asia, África, Oceanía... Artistas interesados en culturas lejanas o pasadas también se volcaron en el coleccionismo, insuflando en el arte europeo novedades que catalizarían nuevos estilos y vanguardias.
Mientras tanto, el coleccionismo seguía teniendo otra vertiente más erudita: científicos y académicos también acumulaban objetos relacionados con las materias objeto de sus estudios.
Las grandes colecciones surgían, se heredaban, se dividían, dispersaban, se vendían en almonedas, salían a subasta... fabulosas piezas cambiaban de manos por matrimonios, compras, deudas...
Algunas de esas colecciones pasaron a la posteridad siendo donadas a museos o formando la base fundacional de otros, o incluso siendo descritas en libros, catálogos o inventarios. Otras se disgregaron para siempre y de ellas a veces solo queda el recuerdo.
Como vemos en el ejemplo de muchos coleccionistas, existe en ellos un afán por lucirse frente a los invitados, pero también de una ambición de conocimiento y de curiosidad innata al ser humano.
Además, el amor que se tiene por la colección incita al coleccionista a compartirla, a enseñarla, instalarla bellamente en su casa, explicar sus obras más queridas a familiares e invitados. Son los primeros museos y galerías privadas, domésticas.
Algunas de ellas, como veremos durante los siguientes días, han llegado hasta nosotros como el legado de hombres y mujeres que sintieron la pasión del coleccionismo. Es el caso de Cerralbo, y de tantos otros que veremos estos días.
En los días siguientes os hablaremos de coleccionistas internacionales y españoles, de manera que podamos contextualizar adecuadamente la figura de Enrique de Aguilera y la creación de su Museo.
Esperamos que os haya gustado este hilo sobre #coleccionismo. Nos gustaría mucho hablar de estos temas con vosotros. ¡Buen día!
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