En siete años, el joven Roberto Simón Marina pasaría de cabecear un centro de Quique Setién sobre una portería de postes rojiblancos (ojo con el video) en el pequeño Maracaná a ese campo de tierra.
Y sus frases, claro:
“¿Me quemo a lo bonzo o me pego un tiro en la polla?”
“Empecé a entrenar cuando Caín inventó la volea al pegarle una patada en los huevos a Abel".
Uno de los partidos más bochornosos de la historia de nuestra liga.
Por el Tajo aún fluyen lágrimas de aquella noche del 29 de mayo.
La tercera fecha que Bécquer nunca llegó a escribir.
Gracias a @toledoverde, @Toledo_Olvidado.
Fotos de Carlos Monroy, Luis Cardeña y Eduardo Sánchez.
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