La restricción externa es apenas un ejemplo de restricción. Como advierto que hay mucha confusión sobre el tema va hilo.
Supongamos que para producir un bien final Q, precisamos α cantidades A, β de B y δ de C. Donde A, B y C son insumos o bienes básicos en utilizados para elaborar Q; α, β, δ son las proporciones utilizadas. Así, tenemos una función de producción Q = F (xA, yB, zC).
Basta suponer que las proporciones α, β, y δ no pueden alterarse a voluntad en respuesta a cambios en sus precios relativos para concluir que el crecimiento en este sistema tiene restricciones de oferta.
En ausencia de sustitución factorial perfecta, si existen restricciones para producir un insumo, o su tasa de reproducción es reducida, nos encontramos con restricciones de naturaleza estrictamente material.
En la teoría neoclásica dominante estas restricciones no están presentes – y si son reconocidas, no se les presta la suficiente atención-. El motivo, vale insistir, es el supuesto de sustitución factorial.
Si un recurso no está disponible, o no se puede reproducir al ritmo de los demás, se debería encarecer en relación a los otros, lo que debería inducir su paulatina sustitución.
Si un recurso falta, se encarece y es sustituido. Si otro recurso sobra, se abarata y es utilizado más intensamente. En el largo plazo no existen el desempleo ni las restricciones de oferta.
Pero este resultado depende de condiciones excepcionales. Se precisa que la sustitución sea perfecta, es decir, que imperen las denominadas condiciones de Inada y que los precios relativos sean perfectamente flexibles.
Quiéralo o no, quien piensa la producción con funciones Cobb-Douglass está asumiendo estas condiciones extremas. Como la función es asintótica para todos los recursos, cualquier dotación de los mismos podría ser empleada si los precios son flexibles.
Simétricamente, si la dotación de un recurso puede reducirse en forma continua – hasta volverse infinitesimal – sin tornar inviable ninguna actividad productiva. En esta representación no existen bienes básicos.
Cuando se asumen condiciones técnicas de producción más realistas, lo normal es que algunos recursos que algunos recursos sobren y otros falten.
¿Pero de dónde vienen los recursos? Para no hacerla larga, vamos a suponer que la dotación de recursos es dada, que cayó del cielo. En otro hilo profundizaremos sobre este punto.
La posibilidad de suplir un recurso o bien básico mediante el comercio internacional, es decir, apelando a importaciones, equivale a morigerar, al menos parcialmente, alguna de las siguientes restricciones:
A) Restricciones geográficas (ciertos recursos están ausentes en el territorio);
B) Restricciones de conocimiento (cuando no se sabe cómo producir ciertas cosas);
C) Restricción de eficiencia (cuando la productividad comparativa es muy reducida. Es decir, cuando se precisan volúmenes desmesurados de otros recursos para elaborar ciertos productos que sin mayores costos (exceptuando un eventual incremento del desempleo) se podrían importar.
Cuando se enfrentan dificultades para pagar importaciones de bienes básicos y el crecimiento por causa de ello se detiene o desacelera, nos encontramos frente a la RESTRICCIÓN EXTERNA. Puede deberse a varias razones:
A) Por baja competitividad internacional de la producción doméstica. En la visión dominante esto no existe porque, otra vez, todo se resuelve con flexibilidad de precios relativos... Si el tipo de cambio es flexible.... no existen los problemas de competitividad.
B) Por caída de mercados (pj, década de 1930).
C) Ausencia de un orden internacional que facilite la importación de bienes básicos.
C) Ausencia de un orden internacional que dificulte la importación de bienes básicos.
La ciencia ficción inherente a los supuestos involucrados en la idea de que alcanza con tipo de cambio flexible para olvidarnos de la competitividad internacional excede las pretensiones de este hilo. Será en otro.
Hasta aquí las restricciones de oferta. En ausencia de éstas... operan las RESTRICCIONES DE DEMANDA. Es decir, puede ocurrir que las restricciones de oferta estén ausentes y el gasto agregado no crezca. ¿Se podría crecer de todos modos? Intentaremos responderlo en otro hilo.
Sólo en ausencia de restricciones de oferta y de demanda comenzaría a operar la restricción del pleno empleo, en general la única que tienen en mente la mayoría de los economistas.
Bonus Track: en las últimas décadas se puso de moda interpretar el desarrollo económico (o el ‘fracaso’ de algunas sociedades en alcanzarlo) en base a variables no-económicas, como las ‘Instituciones’. 
Interpreto que este giro es absolutamente natural en la ortodoxia. Si en tu teoría económica todo funciona a las mil maravillas, si la sustitución es perfecta y todo se arregla con flexibilidad de precios, si no hay restricciones de oferta ni de demanda...
Pues hay que buscar las respuestas por fuera de la economía… Nadie dice que las instituciones sean irrelevantes. Quizás sí es irrelevante la teoría que no ofrece ninguna pista económica para pensar el desarrollo.
