#LosMuertosDeLaCuarentena
Silvia tiene 62 años, es soltera y sin hijos y cuida a su mamá de 95 en su casa. Tenía un tío de 87, viudo también sin más familia, muy delicado de salud al que atendían dos señoras.
Silvia tiene 62 años, es soltera y sin hijos y cuida a su mamá de 95 en su casa. Tenía un tío de 87, viudo también sin más familia, muy delicado de salud al que atendían dos señoras.
Cuando el gobierno decreta la cuarentena, las señoras que cuidaban a su tío se van y lo abandonan. Silvia busca geriátrico pero le dicen que no hay posibilidades hasta después del fin del confinamiento y decide llevárselo a su casa y cuidarlo también, sin ayuda.
Fueron semanas de cambiar pañales, mover sola a un señor muy pesado, hacer un esfuerzo físico impresionante, cocinar, limpiar, desinfectar, hacer las compras, darles los medicamentos, etc para dos ancianos inválidos. Y sin ayuda.
El domingo a la noche el tío de Silvia empeoró. Ella llamó a la ambulancia pero cuando llegaron le dijeron que mejor no trasladarlo a la clínica, que ahí lo iban a confundir con un enfermo Covid y que se iban a equivocar... que el protocolo era muy complicado...
El tío de Silvia falleció este lunes en la casa, sin haber recibido atención médica adecuada con la excusa del Coviv. Todo recayó sobre ella, que a su vez tiene otra anciana que cuidar.
Mientras tanto, lejos del Gran BsAs donde la tragedia de Silvia tenía lugar, el presidente se paseaba por Villa la Angostura y expropiaba una empresa. El uso político de la cuarentena es tan evidente como evidente es que esta cuarentena brutal, impiadosa y exagerada MATA.
No hay humanidad en lo que están haciendo, no hay cuidado: sólo oportunismo e hipocresía. Oportunismo para tomar a la democracia por asalto y convertirla en un engendro chavista. Hipocresía porque usan a la cuarentena sólo para acumular poder pisando sobre los cadáveres ajenos.
