Los calamares hawaianos tienen un órgano especializado fascinante en su saco de tinta que produce luz todas las noches (tanto para que los calamares puedan evitar a los depredadores como para ayudarlos en la caza de sus propias presas). 
Y, ¿a quién agradecer esta capacidad de iluminación nocturna? Pues, a un pequeño #microorganismo bacteriano, conocido como Vibrio fischeri.
El calamar proporciona sustento a través de azúcares para la #bacteria, mientras que la bacteria le proporciona al calamar la capacidad de camuflarse (literalmente se ilumina para que coincida con el brillo de la luna).
📸Todd Bretl
📸Todd Bretl
Lo que puede ser el aspecto más intrigante de este ejemplo de #simbiosis es el simple hecho de que esta relación podría es verdaderamente "monógama":
¡Vibrio fischeri es la única #bacteria con la capacidad de prosperar dentro del saco del calamar!
📸Macroscopic Solutions
¡Vibrio fischeri es la única #bacteria con la capacidad de prosperar dentro del saco del calamar!
📸Macroscopic Solutions
En comparación con otras relaciones simbióticas en el reino animal, esto es bastante inusual. Por ejemplo, el erizo de mar /Strongylocentrotus droebachiensis/ tiene a 184 simbiontes microbianos, y el caracol /Dicathais orbita/ sirve a casi 1.500.
Servir a un solo #simbionte hace que la relación del calamar hawaiano con su pequeño compañero bacteriano sea verdaderamente única.
📸Georgia Tech Developmental Biology Department
📸Georgia Tech Developmental Biology Department
Actualmente se está estudiando en profundidad en la investigación sobre el desarrollo evolutivo de las relaciones simbióticas.
journals.uchicago.edu/doi/abs/10.108…
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