Un grupo de colegas cineastas, algunos que considero grandes artistas o amigos, han demostrado una postura inflexible y dogmática frente a los cambios que el Ministerio de Cultura está llevando a cabo. He dicho ya que, en principio, no estaba de acuerdo con la fusión...
... la misma me parecía improvisada y SOBRE TODO, podría poner en peligro la institucionalidad alcanzada en los últimos años con el ICCA. Sigo pensando que en fracturar la institucionalidad está el mayor peligro de lo que pretende hacerse.
Sin embargo, ningún gremio puede ignorar la realidad del país. Una realidad que antes de la pandemia ya tenía un Estado con serios problemas de financiamiento y que hoy está sencillamente quebrado. En esas condiciones, todo el Estado tiene el deber de reducirse y priorizar gasto.
He seguido las discusiones a la interna de mi gremio, estoy al tanto de distintas posturas. Algunas son realistas y constructivas. Otras absolutamente cerradas y dogmáticas. En ese escenario, yo solo puedo manifestar la mía.
- Creo que los cineastas debemos ser sensibles a la situación que vive el país. No podemos priorizar nuestros intereses por sobre la necesidad VITAL que tiene el Estado de reducirse.
- Creo que es importante que -con fusión de instituciones o no- velemos por la independencia...
- Creo que es importante que -con fusión de instituciones o no- velemos por la independencia...
...de los organismos resultantes. BUENA administración e independencia, para que acciones no resulten en un retroceso. Creo que esa es la batalla. Y creo que es una batalla que debe librarse con inteligencia, no a las patadas.
- Creo que se deben impulsar más incentivos y gradualmente llevar los subsidios únicamente a grupos especialmente vulnerables. No estoy de acuerdo con que un país pobre invierta millones en cine. Existen mejores mecanismos para apoyar sectores culturales que el subsidio directo.
- Me irrita que nos llamemos depositarios de la memoria o hablemos de vulneración de derechos para defender intereses (algunos de los cuales son legítimos). Sí, yo hago cine como ejercicio de memoria, entre otros motivos. Pero no me creo más especial que nadie por eso.
Somos cineastas. Ni más ni menos. Y eso no nos hace merecedores de más privilegios que cualquier otro sector de la sociedad.
- La creación cinematográfica es vital para enriquecer la identidad de un país. También es una actividad económica con mucho potencial. Sobran buenos ejemplos en el mundo de acciones a emular para construir una industria. Eso demanda inteligencia y visión, no dogmatismo.
- He conocidos lamentables ofensas entre algunos miembros del sector. Por ello prefiero no ser parte de ningún gremio. Mi postura respecto a los creadores ha sido siempre respetar su diversidad y trabajo. Dudo que algunos de ellos adopten el mismo principio. Prefiero evitar pelea
- Soy miembro de COPAE por asuntos profesionales. Y me une una amistad profunda con algunos miembros de la directiva. Creo que son el gremio que ha asumido la postura más sensata en esta tormenta. Y sobre todo, creo que son gente que merece respeto.
- Me habría gustado conocer de diálogos respetuosos entre miembros de distintos sectores. Lamentablemente la naturaleza en que muchos intercambios se han dado o varias ofensas directas e indirectas entre miembros solo demuestran que no somos especiales.
- Finalmente, un pedido personal a @juanfervelasco: Independencia y buena gestión de los organismos resultantes. Es VITAL. Además, que acciones en carpeta que impulsan incentivos al cine y al arte en general, puedan concretarse antes que termine el gobierno. Sería un buen legado
