Estaba hecho un manojo de nervios por haberme cambiado a un nuevo trabajo del cual no tenía ni la menor idea, a pesar de que en la entrevista había jurado que tenía muchísima idea, porque la paga y las prestaciones eran buenas.
O sea, casi igual que ahorita en el 2020, pero en el 2015 tenía menos panza y menos agruras en las noches.
La morra con la salía en esas épocas me sugirió que fuéramos a pasar un fin de semana a algún lado.
Sugerí San Francisco, pero cuando quedó claro que yo iba a pagar, dije Querétaro.
Nadie sale de la alberca para hacer pipí, y la persona que diga lo contrario les está mintiendo en la cara y no los respeta como personas ni como seres humanos.
Se me sugirieron varias opciones de gastronomía decentes, pero siendo un niño de 13 años, hice berrinche hasta que fuimos a Chilli's.
Siento que este es un buen momento para hacer un paréntesis de contexto, querido lector.
Si hubiera llegado al hospital unas cuantas horas más tarde, me habría explotado todo por dentro.
Como ese día en Chilli's.
En fin, regresando a la historia.
A los 5 minutos, el camión arrancó.
A los 10 minutos, mi panza empezó a hacer ruido.
It was happenning. It was happening, bois.
F in the chat.
Era como cuando vas al cine y se va el sonido. A los 30 segundos sólo hay un naquito chiflando, pero a los 15 minutos hay una turba iracunda amenazando con meterle las palomitas por el ano al gerente.
Podía aguantar, podía aguantar.
En menos de dos meses no quieres ser el guey que tiene que cagar en un camión insalubre.
Eso es como de un año de relación en adelante, mínimo.
Normalmente sería como "Aww, qué tierno :3" pero en ese momento fue de "No mames, hija de la chingada, yo estoy a punto de morirme a través de mi ano y ella está dormida soñando con ositos y pikachus rosas"
Empezaba a sudar frío y estoy seguro de que de por sí no fuera absurdamente pálido, en ese momento me vería muy pálido.
Apreté el jalamoscas con la fuerza de un caballlero del zodiaco y respiré calmadamente.
Habían pasado casi 3 horas desde que salimos de Querétaro y yo no había cagado mis pantalones. Era un héroe.
La morra seguía pacíficamente dormida y yo la estaba odiando mucho.
No era ideal, pero al menos eran mejores que los del camión.
Esos días eran puente, y estábamos regresando a la ciudad en domindo en la noche.
Todos los que hayan hecho eso, saben cómo se pone el puto tráfico.
Haríamos mínimo media hora en esas dos cuadras.
Fuck it all to hell.
Fuck the police.
En ese instante, decidí que no podía aguantar más, sin importar mi orgullo ni el asco que le tengo a los baños de camión.
"No importa a dónde vayas, cada que viajes lleva un rollo de papel de baño"
Which is good, porque prácticamente no me dejó nada más, las culera.
Pues eso me estaba pasando, pero con el siempresucio.
En una de las poquísimas veces de mi vida que le he gritado a una mujer, le dije que se quitara. Ya habría tiempo para pedir disculpas si sobrevivía los próximos 30 segundos.
El baño de hombres estaba ocupado, because of course it was.
Logré bajarme pantalón y calzón en un movimiento preciso y quirúrjico, pero no alcancé a sentarme en la taza antes de que todo saliera más rápido que las pendejadas de la boca de Noroña.
Debo admitir que en otras circunstancias me hubiera parecido realmente impresionante y probablemente hasta le habría mandado una foto a mis papás para que se sintieran orgullosos de mí.
Usé el papel para limpiarme el beso de abuela y lo más que pude de las instalaciones.
Para entonces, ya estábamos estacionándonos en la terminal.
Fuimos los dos primeros en bajarnos del camión, antes de que alguien pudiera ver los destrozos.
Ahora lo entiendo todo. No judgement.
Todo fue culpa de Chilli's.
No dejen que mi abuela de 92 años haya muerto en vano por culpa de esa enfermedad de transmisión sexual.
XOXO
Dexter Petrelli