My Authors
Read all threads
Un fav y cuento de la vez que accidentalmente destruí un camión de ETN-Turistar.
NOSEDIGAMÁS
El año era 2015.
Estaba hecho un manojo de nervios por haberme cambiado a un nuevo trabajo del cual no tenía ni la menor idea, a pesar de que en la entrevista había jurado que tenía muchísima idea, porque la paga y las prestaciones eran buenas.
Pasaba todos los días de la semana fingiendo que sabía lo que hacía, mientras por dentro le rezaba a la Santa Muerte que nadie descubriera que era una farsa.
O sea, casi igual que ahorita en el 2020, pero en el 2015 tenía menos panza y menos agruras en las noches.
Después de unos meses, mi estrés estaba por los cielos, por lo que necesitaba un escape.
La morra con la salía en esas épocas me sugirió que fuéramos a pasar un fin de semana a algún lado.
Sugerí San Francisco, pero cuando quedó claro que yo iba a pagar, dije Querétaro.
Llegamos hasta la bonita ciudad de... ¿los arcos? (seriously, ¿qué hay en Querétaro como para identificar la ciudad), hicimos check-in y pasé las siguientes 48 horas sólo saliendo de la alberca para ir por más alcohol.
Nótese que no dije que salí de la alberca para hacer pipí.
Nadie sale de la alberca para hacer pipí, y la persona que diga lo contrario les está mintiendo en la cara y no los respeta como personas ni como seres humanos.
Eventualmente, como todas las cosas buenas, nuestro tiempo de alberca, cerveza y pis tuvo que terminar, y yo tenía que enfrentar la realidad de que al otro día iba a volver a la oficina a fingir que mi cuaderno de notas no estaba lleno de dibujos de pájaros con sombrero de copa.
Tratando de alargar lo más posible nuestras vacaciones cortísimas, pasamos a una de las 1 plazas que tiene Querétaro, buscando algo de comer.
Se me sugirieron varias opciones de gastronomía decentes, pero siendo un niño de 13 años, hice berrinche hasta que fuimos a Chilli's.
No recuerdo que pedí, pero sí me avuerdo que fue extremadamente grasoso, como todo en Chilli's.
Siento que este es un buen momento para hacer un paréntesis de contexto, querido lector.
Cuando yo tenía 5 años, tuvieron que hacerme una operación de emergencia porque mi intestino es igual de estúpido que yo, y decidió hacerse un nudo él solito.
Si hubiera llegado al hospital unas cuantas horas más tarde, me habría explotado todo por dentro.
Afortunadamente llegué a tiempo, y lo único que pasó fue que me quitaron un cacho de intestino, lo cual me hizo pasar 3 semanas en el hospital (incluyendo Navidad, porque Dios odia a los niños enfermos) y perder la habilidad de procesar bien la comida muy grasosa.
En conclusión: la comida muy grasosa me resbala por el cuerpo como estudiante del CEA resbalándosele a un ejecutivo de Televisa, y en menos de una hora tengo que estar en el baño sí o sí, como estudiante del CEA vomitando después de comer más de una hoja de lechuga.
Este es un hecho que conozco perfectamente desde hace 28 años, y sin embargo siempre lo olvido cuando se me antoja algo grasoso del menú.
Como ese día en Chilli's.
En fin, regresando a la historia.
Acabamos de comer en Chilli's (estoy diciendo el nombre como 50 veces con la esperanza de que me vean y me regalen comida muy grasosa) y nos fuimos directo a la estación de camiones porque ya íbamos tarde y teníamos que volver a una CDMX pre-Sheinbaum y por tanto mejor que ahora.
No hubo tiempo de nada excepto correr y abordar nuestro camión con maletas en mano.
A los 5 minutos, el camión arrancó.
A los 10 minutos, mi panza empezó a hacer ruido.
It was happenning. It was happening, bois.
F in the chat.
"No hay pedo, puedo hacerme el valiente, aguantar un par de horas y cagar en mi casa", pensé, ilusamente, como el 2 de diciembre del 2018 cuando muchos pensamos "No hay pedo, seguro AMLO no puede ser TAN pendejo, México estará bien..."
Pasa media hora y mi estómado seguía quejándose, cada vez más cabrón.
Era como cuando vas al cine y se va el sonido. A los 30 segundos sólo hay un naquito chiflando, pero a los 15 minutos hay una turba iracunda amenazando con meterle las palomitas por el ano al gerente.
Sin embargo, lo único más poderoso que mi necesidad de cagar por culpa de mi intestino incompleto, es mi repele por los baños públicos, en especial por los baños portátiles, como los de un camión.
Podía aguantar, podía aguantar.
Además, acababa de empezar a salir con la morra sentada junto a mí. Llevábamos menos de dos meses.
En menos de dos meses no quieres ser el guey que tiene que cagar en un camión insalubre.
Eso es como de un año de relación en adelante, mínimo.
Voltée a verla, y la morra estaba dormida.
Normalmente sería como "Aww, qué tierno :3" pero en ese momento fue de "No mames, hija de la chingada, yo estoy a punto de morirme a través de mi ano y ella está dormida soñando con ositos y pikachus rosas"
Claramente ella no tenía la culpa de nada, pero en ese momento me emputó que alguien pudiera estar tan tranquilo cuando hasta mis propios ojos querían salirse de mi cara para ser expulsados por mi turbulento a grandes velocidades.
Sea como sea, ya íbamos a medio camino, podía aguantar.
Empezaba a sudar frío y estoy seguro de que de por sí no fuera absurdamente pálido, en ese momento me vería muy pálido.
Apreté el jalamoscas con la fuerza de un caballlero del zodiaco y respiré calmadamente.
Llegó el punto en el que mi concentración en apretar el sinesquinas era tanta, que tuve que apagar mi música porque cualquier cosa que me hiciera distraerme podría resultar en una explosión comparable a los granadazos en el zócalo de Michoacán durante un grito del 15.
Cuando el recargabrazos de mi asiento ya tenía las uñas marcadas, noté que la CDMX ya estaba cerca.
Habían pasado casi 3 horas desde que salimos de Querétaro y yo no había cagado mis pantalones. Era un héroe.
La morra seguía pacíficamente dormida y yo la estaba odiando mucho.
Con una fuerza sobrehumana sólo obtenida por las madres cuando tienen que levantar un coche para salvar a sus hijos y los hombres apretando el milolores para no hacer el ridículo, logramos entrar a la CDMX. Todo iba a salir bien.
Estábamos a unas cuantas cuadras de la estación de camiones. Mi plan de aguantar hasta mi casa sería imposible, así que el nuevo plan era ser el primero en bajar y correr hasta los asquerosos baños de la estación.
No era ideal, pero al menos eran mejores que los del camión.
MÁS PERO SIN EMBARGO, había un plot twist, porque Dios me odia.
Esos días eran puente, y estábamos regresando a la ciudad en domindo en la noche.
Todos los que hayan hecho eso, saben cómo se pone el puto tráfico.
A míseras dos cuadras de la estación, descubrí para mi infortunio que había una cola de camiones tratando de entrar. El tráfico estaba totalmente parado.
Haríamos mínimo media hora en esas dos cuadras.
Fuck it.
Fuck it all to hell.
Fuck the police.

En ese instante, decidí que no podía aguantar más, sin importar mi orgullo ni el asco que le tengo a los baños de camión.
Desperté amablemente a la morra, por lo cual obviamente quiero decir que la agité como madre primeriza a su bebé después de varias horas de llanto ininterrumpido, y con todas las fuerzas que pude, pero sin aflojar el nudo de globo, le dije "Mochila... pásamela... rápido"
La morra estaba saliendo de su estupor morféico, entonces como que no agarró el pedo, pero nomás tuvo que verme la cara para entender que algo grave pasaba, entonces brincó de su asiento y sacó mi mochila del compartimento pitero que hay arriba.
Verán, queridos lectores, mi abuela, una mujer sabia que llegó a los 92 años y murió de una enfermedad sospechosamente parecida a la sífilis, siempre me dió un consejo:
"No importa a dónde vayas, cada que viajes lleva un rollo de papel de baño"
A través de los años, ese consejo ha sido la herencia más valiosa que me ha dejado.
Which is good, porque prácticamente no me dejó nada más, las culera.
¿Les ha pasado que tienen muchísimas ganas de orinar y se lo aguantan por un ratote, pero en cuanto ya van llegando al baño, como que su cuerpo lo sabe y empieza a perder fuerzas?
Pues eso me estaba pasando, pero con el siempresucio.
Con dedos pálidos y temblorosos abrí mi mochila, aventé todo lo de adentro y saqué el rollo de papel, que en ese momento para mí eran tan valioso como un campeonato de copa para los fans del Cruz Azul.
La morra todavía tuvo el cinismo de sentarse en lo yo hacía esto, bloqueando así mi salida al pasillo.
En una de las poquísimas veces de mi vida que le he gritado a una mujer, le dije que se quitara. Ya habría tiempo para pedir disculpas si sobrevivía los próximos 30 segundos.
Con el paso digno y firme de un venado recién nacido, fuí apresurado hasta la parte de atrás del camión.
El baño de hombres estaba ocupado, because of course it was.
En el momento más incluyente y progre de mi vida, no me importaron en absoluto las concepciones de género ni los pronombres, y abrí de golpe la puerta del baño de mujeres, aventándola detrás de mí, aunque lamentablemente para el resto de los pasajeros, no alcanzó a cerrar bien.
La dulce victoria estaba a menos de 5 segundos de mi alcance. Mi cuerpo nada más me dió 4.
Logré bajarme pantalón y calzón en un movimiento preciso y quirúrjico, pero no alcancé a sentarme en la taza antes de que todo saliera más rápido que las pendejadas de la boca de Noroña.
En menos de un segundo, toda la pared de atrás del baño parecía un cuadro de Pollock.
Debo admitir que en otras circunstancias me hubiera parecido realmente impresionante y probablemente hasta le habría mandado una foto a mis papás para que se sintieran orgullosos de mí.
Observé con incredulidad que incluso había llegado a manchar el techo; hasta el día de hoy, no tengo ni idea de cómo.
Usé el papel para limpiarme el beso de abuela y lo más que pude de las instalaciones.
Para entonces, ya estábamos estacionándonos en la terminal.
Salí a todas prisas hacia lo que ahora era un pasillo apestoso, pasé rápido junto a la morra, y sin sentarme le dije "Bájate en chinga, no hay tiempo de explicar".
Fuimos los dos primeros en bajarnos del camión, antes de que alguien pudiera ver los destrozos.
Es curioso, porque varias veces en mi vida me tocó ver baños públicos con paredes embarradas de caca (saludos, señor presidente) y no entendía qué fenómeno de la naturaleza podía pasar para que algo así se sucediera.
Ahora lo entiendo todo. No judgement.
Así que, si de casualidad usted me está leyendo, persona que tuvo que hacer la limpieza de ese camión, quisiera pedirle la más sincera de las disculpas.
Todo fue culpa de Chilli's.
Y esa es la historia de la vez que accidentalmente destruí un camión ETN-Turistar, y de cómo les comparto la moraleja de SIEMPRE cargar un rollo de papel de baño con ustedes.
No dejen que mi abuela de 92 años haya muerto en vano por culpa de esa enfermedad de transmisión sexual.
No se pierdan mi próximo hilo, donde finalmente contaré la historia de cuando le vi el chile a Jorge Ortiz de Pinedo y a Beto Cuevas en dos ocasiones no consecutivas.

XOXO
Dexter Petrelli
Missing some Tweet in this thread? You can try to force a refresh.

Keep Current with Dexter Petrelli

Profile picture

Stay in touch and get notified when new unrolls are available from this author!

Read all threads

This Thread may be Removed Anytime!

Twitter may remove this content at anytime, convert it as a PDF, save and print for later use!

Try unrolling a thread yourself!

how to unroll video

1) Follow Thread Reader App on Twitter so you can easily mention us!

2) Go to a Twitter thread (series of Tweets by the same owner) and mention us with a keyword "unroll" @threadreaderapp unroll

You can practice here first or read more on our help page!

Follow Us on Twitter!

Did Thread Reader help you today?

Support us! We are indie developers!


This site is made by just two indie developers on a laptop doing marketing, support and development! Read more about the story.

Become a Premium Member ($3.00/month or $30.00/year) and get exclusive features!

Become Premium

Too expensive? Make a small donation by buying us coffee ($5) or help with server cost ($10)

Donate via Paypal Become our Patreon

Thank you for your support!