La presión de Europa ha sido importante para despolarizar la narrativa que dice que esto es un conflicto entre Estados Unidos y el chavismo, cuando el reclamo global es la ausencia de democracia y los crímenes de estado.
Pero al evaluarnos según estándares internacionales, reprobamos.
No pasó cuando desconocieron las no-elecciones de 2018. Tampoco al apoyar a la AN en 2019.
Ocurre hoy.
Jorge Arreaza, el canciller de Nicolás, que hoy expulsa a la embajadora de la UE.
Aún así la UE es la segunda fuente de las importaciones en Cuba y de ahí llega 1 de cada 3 turistas.
La UE no hace observación electoral en Venezuela desde 2006, cuando tuvo críticas.
Después no lo permitieron más.
No pasó.
La Unión Europea exigió elecciones "libres y justas" con un CNE "independiente", algo que no está garantizado en Venezuela y además empeoró.
Les ponen trabas.