Se decía que un problema de los tecnócratas era que pensaban en grandes números, a nivel macro, y no aterrizaban con la realidad del día a día. Por eso muchos votaron por la 4T. Ellos no veían las cosas así, como en teoría o modelos econométricos.
Pues... no resultó.
Pues... no resultó.
Un ejemplo actual es el de camas de hospitales. En teoría, en números, siempre ha habido en el país una cama de hospital para cada confirmado con COVID. La realidad la sabemos todos: miles y miles no han encontrado espacio cuando y donde lo han necesitado.
Y no es solo tras la pandemia. Antes tenían al de la PROFECO en las mañaneras diciendo que la gasolinera en Pino, Zacatecas vendía la gasolina 80 centavos más cara que la de Champotón, Campeche. ¿De qué le sirve eso a alguien? Como números pueden ser interesantes pero hasta ahí.
Para hacer el cuento corto, los tecnócratas eran preparados pero insensibles y arrogantes.
Ahora tenemos unos populistas insensibles y arrogantes.
Ahora tenemos unos populistas insensibles y arrogantes.
