El cometa NEOWISE se está convirtiendo en una de las grandes sorpresas de 2020. Tras la decepción de los cometas ATLAS y SWAN (que parecía que podrían ser espectaculares), por fin tenemos un cometa que observar. ¡Y se está portando mejor de lo esperado! ¿Cómo podemos verlo? 
Hay que decir que el cometa NEOWISE se descubrió el 27 de marzo, cuando estaba a más de 300 millones de kilómetros del Sol. En aquel momento, su brillo era muy tenue, tenía una magnitud aparente de 17, muy por debajo de los objetos visibles a simple vista:
En principio no parecía que fuese a ser gran cosa. Pero con el paso de los días su brillo fue subiendo más rápido de lo esperado. Ahora, en julio, estamos ante un objeto que podemos observar a simple vista. Aunque con cierta dificultad, al encontrarse todavía cerca del Sol.
Lo mejor es que el cometa NEOWISE sí ha sobrevivido a su paso cercano alrededor del Sol. Algo que no se pudo decir de los cometas ATLAS y SWAN. Ambos se desintegraron al acercarse a nuestra estrella. Lo hicieron mucho antes de que pudiesen llegar a ser objetos espectaculares.
El 3 de julio, el cometa estaba a 44 millones de kilómetros. Llegó a soportar temperaturas de hasta 593 ºC. Desde entonces, cada día está un poco más lejos del Sol, siguiendo una órbita muy inclinada respecto al plano de los planetas, pero que sigue estando bien definido.
La historia del cometa desde su descubrimiento lo hace aun más interesante. Inicialmente se pensó que, como mucho, llegaría a tener una magnitud aparente de 9 o 10. La magnitud aparente es, simplemente, el brillo que tiene un objeto visto desde la Tierra:
Por otro lado, también tenemos la magnitud absoluta, que indica el brillo que tendría un objeto si lo observásemos a una distancia de 10 pársecs (a 32,6 años-luz del Sistema Solar). En ambos casos, la magnitud funciona de la misma manera:
La escala funciona de una manera extraña. Es logarítmica y funciona en orden inverso. Es decir, un objeto con una magnitud 9 es mucho más tenue que uno con magnitud 8, y así sucesivamente. Por debajo de 6,5, tenemos objetos visibles a simple vista (con más o menos dificultad).
A partir de magnitud 3,5, aproximadamente, los objetos son visibles incluso bajo cielos con una gran contaminación lumínica. Lógicamente, cuanta menos contaminación lumínica haya, mejor será el resultado a la hora de observar el firmamento:
Las observaciones en mayo mostraron que estaba avanzando mucho más rápido de lo que se esperaba. Hacia el 10 de mayo, ya se encontraba en una magnitud de 9,9, y seguía descendiendo. El 7 de junio, su brillo había aumentado hasta la magnitud 7,2. Más de lo esperado.
A mediados de junio, por la proximidad del cometa al Sol, fue imposible observarlo desde la Tierra. Pero a partir del 22 de junio, hasta el 27, el cometa volvió a ser visible. Esta vez a través de la misión SOHO, que nos dejó imágenes del cometa muy cerca de la estrella.
En esas fechas, el cometa aumentó su brillo de forma muy marcada, llegando a alcanzar una magnitud en torno al 1,7. Ya mostraba una cola de material muy bien definida. Pero lo mejor, en realidad, estaba por llegar con julio. Volvió a ser observable desde nuestro planeta.
Desde el 1 de julio, aproximadamente, es visible antes del amanecer. Aunque, eso sí, hay que decir que favorece al hemisferio norte. En estos momentos, no es observable desde el hemisferio sur. Desde el norte, según nuestra ubicación, tenemos en torno a 1 hora de observación.
Con cada día, hemos ido viendo imágenes cada vez más espectaculares. Es cierto que, en cualquier caso, los mejores resultados se obtienen con prismáticos astronómicos o un telescopio pequeño. Pero incluso a simple vista ya es observable justo antes del amanecer.
Con el paso de los días, su brillo irá bajando, pero la progresión todavía es muy lenta y habrá mucho tiempo para disfrutar del cometa NEOWISE. La pregunta es, ¿hasta donde llegará su espectacularidad? No es fácil saberlo, porque los cometas son impredecibles.
¿Llegará a rivalizar con el cometa Hale-Bopp? Hay que recordar que fue el último gran cometa que se pudo observar en el hemisferio norte. Aquello sucedió en 1997. Ya ha llovido mucho desde entonces. En este tiempo ha habido Grandes cometas, pero han favorecido al hemisferio sur.
El cometa McNaught es, probablemente, el mejor ejemplo. En 2007, dejó imágenes sencillamente espectaculares. Las características del cometa estaban muy bien definidas. ¿Llegará NEOWISE a alcanzar una visibilidad parecida? Lo cierto es que no parece que vaya a ser así.
Pero es verdad que cada vez lo veremos en cielos más oscuros. Además, hacia finales de julio, pasará a ser visible en el cielo del atardecer. Si evoluciona según lo esperado, podríamos observarlo incluso desde lugares con mucha contaminación lumínica, como una gran ciudad.
Hasta el 11 de julio, aproximadamente, será visible en el cielo antes del amanecer. Necesitaremos tener el horizonte lo más despejado posible, para poder encontrar el cometa. Pero si es así, es una buena oportunidad para verlo cuando todavía está cerca del Sol.
A partir del 12 de julio, pasará a ser visible en el cielo tras el atardecer. Con cada día que pase, se encontrará más lejos y lo podremos ver más alto en el cielo. Eso sí, su brillo también irá descendiendo. Serán las mejores fechas para observar el cometa NEOWISE.
En cuanto a que tendremos más tiempo para poder observarlo. Su máximo acercamiento a la Tierra se producirá el 22 de julio, cuando se quedará a unos 100 millones de kilómetros de nuestro planeta. Ya en agosto, seguramente, será visible solo con la ayuda de pequeños telescopios.
Si queremos verlo, en cualquier caso, hay que tener en cuenta que necesitamos las mejores condiciones posibles. No importa lo brillante que pueda ser NEOWISE. La contaminación lumínica es un factor en contra muy importante. Así como la propia condición del firmamento.
Lógicamente, si hay nubes cerca del horizonte, es posible que el cometa quede oculto. El brillo de la Luna, además, también será un problema, porque hace que los objetos tenues sean más difíciles de observar. Tendremos que buscar un buen lugar:
La oportunidad de observar un gran cometa no es muy habitual. Hacía años que no teníamos un cometa especialmente brillante, hablando del conjunto de la Tierra. En el caso del hemisferio norte, hacía ya más de dos décadas que no veíamos un cometa tan prometedor.
Probablemente no llegue a alcanzar la espectacularidad del cometa Hale-Bopp, pero, en cualquier caso, no todos los días podemos observar un cometa. Además, tras las decepciones de ATLAS y SWAN, parece que a la tercera va la vencida. ¡No dejes pasar la oportunidad!
¡Fin del hilo!
