Pues sí ... Eva está pintada en la hoja de una puerta de baño. ¿Por qué?, te preguntarás.
Bueeeeno ... pues Eva era la esposa de Carpentier, y él la llevó para que Carlos Enríquez la pintara.
Digamos que no sólo la pintó 😂
Según el historiador Juan Sánchez, cuando Carpentier la iba a recoger, los 3 salían a pasear por La Habana en el automóvil de Carlos Enríquez.
Y fue en ese carro que las cosas se complicaron.
Según cuenta Marcelo Pogolotti, en uno de estos paseos Carlos dió un frenazo y le preguntó a Eva si quería seguir con Alejo o irse con él.
Más tarde Carpentier fue a pedirle cuentas en su casa, el Hurón Azul, y Carlos Enríquez ¡le sacó un revólver!
De más está decir que Carpentier más nunca le habló.
Carlos quedó tan devastado que cubrió la puerta de Eva con pintura, para no verla.
Neruda le dedicó (secretamente) el poema “Las furias y las penas”, un poema de frustración ante la amante perdida.
trianarts.com/pablo-neruda-l…

¡Debe haber sido una abuela con historias fascinantes!
Así que la próxima vez que vayas al Museo de Arte Cubano, pasa a ver a Eva y salúdala.