Thread by @Soniavirginiat

Lágrimas de diamante
#HoyTeCuentoQue
#HistoriasdeCuarentena

Nos conocimos hace años cuando ambas esperabamos la mejoría de los nuestros en un hospital, papá habia tenido un ACV, ella esperaba un milagro para su hermana que habia tenido un terrible accidente.

Entre el ir y venir kennisbeth y yo habiamos hecho una amistad de apoyo y cuidado en esos dias de pasillo. Muchas veces creimos que tendriamos noticias negativas, pero las crisis fueron superadas y su hermana salió del coma y mi papá de terapia intensiva.

Ver la recuperación de

Luz Marina era un ser testigos de un milagro, fractura de cráneo, perforación de un pulmón y una serie de fracturas no eran cosa sencilla. Pero Dios escucho la oración de tantos y Luz mejoró.

Era una pequeña muchacha de 17 años que habia salido a celebrar su graduación,

estaba con unos amigos en el carro cuando un borracho los embistió haciendo que dieran vueltas. El conductor, un chamo que también se graduaba murió y ella que salió del carro estaba grave, los tres de atrás salieron prácticamente ilesos.

Hace poco en tiempos de cuarentena nos

Conseguimos por Facebook, mi emoción por volver a saber de ella era inmensa, hablamos de los caminos. Estan en Italia, su padre murió por el Covid, no hubo posibilidad de darle un Adiós como merecía, solo lo vio marcharse y regresar en polvo.

Yiyi como todos le deciamos es

mamá de dos, pero esa muchacha que estuvo a punto de morir y sobrevivió milagrosamente se graduó en Medicina, hizo un postgrado en España por una beca, y ahora esta luchando contra una pandemia, es una Venezolana que salva vidas mas allá de sus fronteras.

Muchas veces,

los médicos decían que quizás no pasaría la noche, pero se aferró a la vida con la fuerza de una guerrera celta. Luz tenia una misión al salvarse, salvar muchas vidas más.

En aquel hospital repetimos que Dios transforma el carbón en diamantes con duras circunstancias.

Hoy esa doctora «la venezolana» es intensivista y ve lo posible en aquellos que ya creen tener todo perdido.

Su hermana Yiyi me hablaba con emoción de como Luz Marina dejaba en alto nuestra bandera, superando las pruebas, y lágrimas salían mientras hablamos.

Le dije que esas eran sus lágrimas de diamantes después de tanto carbón.

Reimos.

Cuando veo tantos ataques de tantas personas a los Venezolanos, o cualquier otro grupo, sólo pienso en las luchas de cada persona, de los que salieron, los que se quedaron.

La historia tras cada

uno, lágrimas y risas, pero nadie merece ser juzgado por el prejuicio y el resentimiento. No creo en las fronteras de tierra, son mas dañinas las que forjamos en el Corazón.

A todos los que en algún momento se han sentido que le robaron su suelo, sepan que tiene el cielo

para volar por sus sueños.

Hoy pasamos una dura prueba, somos carbones sometidos a mucha presión de aprendizaje.

Pero se que algún dia serán nuestras lágrimas de diamante quienen estrenarán un nuevo futuro.

Hay muchos dejando el tricolor en alto, los buenos somos más.

Adentro o afuera sigamos llenando nuestras acciones de luz para que ni la oscuridad mas fuerte nos opaque.
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