Thread by @RafaelPoulain

Pongan atención que hoy les voy a contar la leyenda de la princesa Kaguya.

Kaguya-hime es una de las leyendas más importantes de Japón.

Es una historia cuyo autor se desconoce pero muchos historiadores creen que su autor fue una mujer.

Eso debido a que data del periodo Heian (794-1185) y en aquel entonces las mujeres tenían libre acceso a la cultura.

Y es importante recordar, como les he platicado en leyendas vikingas o griegas, que toda leyenda tiene muchas versiones así que no se preocupen si ustedes se saben una versión diferente.

El mensaje es lo que importa en las leyendas.

Lo que no deben dejar que pase es que la televisión (que se toma muchas licencias narrativas) les haga creer que esa es la historia verdadera.

Como sucedió en el hilo de Bjorn, donde muchos me preguntaban por algunos datos y que su fuente era el show de TV:

https://twitter.com/rafaelpoulain/status/1248798495265472514

Una vez mencionado todo eso vayamos muchos siglos atrás, al Japón antiguo de una época donde la magia no se había olvidado.

Ahí vivía un anciano con su esposa, ambos a pesar de ser pobres eran muy felices, aunque lo único que hubieran deseado era haber tenido hijos.

El anciano cada día era más débil pero el amor por su esposa le hacía esforzarse en su trabajo, el cual consistía en cortar bambú y venderlo

Así transcurría su vida cuando un buen día vio una rama que desprendía una brillante luz, al cortarla descubrió dentro a una pequeña niña

El anciano llevó a la diminuta niña a casa y la cuidó amorosamente junto a su esposa.

Ahora tenía que trabajar más porque tenía 2 bocas que alimentar. Al dia siguiente se levantó más temprano pero al empezar a cortar el bambú, pasó algo extraordinario; Cada que cortaba salía oro

El anciano se hizo un hombre rico, dejó de trabajar y se dedicó a disfrutar la vida junto a su mujer y su hija, que por cierto creció de tamaño normal y se convirtió en una bella jovencita

Cada día era más bella y tenía más y más pretendientes, cosa que el papá veía con alegria.

Fue nombraba Kaguya (Luz Brillante) y al paso de los años tuvo tantos pretendientes que su padre tuvo que revelar que no era su hija y por lo tanto no podía obligarla a casarse

Si alguien quería estar con ella tendría que ganarse su corazón.

Los pretendientes dijeron ...

Que harían lo que fuera por ella.

Pero sólo 5 estuvieron dispuestos a seguir los caprichos de Kaguya, que en realidad no quería casarse con ninguno, sólo quería deshacerse de ellos y por lo tanto les pidió cosas imposibles a cambio de su mano en matrimonio.

A uno le pidió un vaso que perteneció a Buda, a otro que fuera al monte Horai a buscar un árbol con raíces de plata, a otro un abrigo de pelo de rata de fuego, a otro una joya que incrustada en la frente de un dragón y al último una concha de caorí del pico de una golondrina.

El primero la trató de engañar con un vaso falso, el segundo mandó a fabricar el dichoso árbol con unos orfebres pero fue descubierto, el tercero fue descubierto cuando la princesa arrojó la prenda al fuego para demostrar que era falsa, el cuarto se enfermó en el viaje y ...

El 5to se rindió y nunca volvió

Kaguya pensó que por fin sería dejada en paz pero el joven emperador se enteró de la belleza de la joven y la invitó al palacio a cenar

Al enterarse de la propuesta Kaguya le dijo que no podía ir porque tanto lujo podría matarla de la impresión.

Pero el emperador no se rindió y organizó sus paseos de caza cerca del bosque donde vivía Kaguya, con la esperanza de ver su rostro alguna vez.

Cosa que sucedió una ocasión y por un breve instante, pero sólo eso bastó para que él se enamorara perdidamente de la bella jovencita.

Pasaron un par de años y el joven emperador se negó a conocer a más jovenes, era Kaguya o ninguna otra mujer.

Ella se conmovió pero aún así no aceptó la propuesta, además cada día estaba más triste y pasaba las noches contemplando la luna.

Su tristeza se apaciguaba intercambiando cartas de amor con el emperador, pero por alguna extraña razón jamás aceptó su propuesta.

Harto de ver a su hija triste, el anciano le suplicó a Kaguya que le dijera qué pasaba y ella le reveló que venía de la luna y pronto se iría.

La princesa de la luna pronto se iría y por eso nunca aceptó ninguna propuesta de amor, de hecho esa sería su última noche en la tierra, y por eso contemplaba siempre triste la luna.

El padre al enterarse corrió con el emperador para que pudiera despedirse y él envió sus tropas

Sus soldados tratarían de detener a Kaguya y ganar tiempo para que él llegara.

Sin embargo en cuanto salió la luna llena, una nube descendió y las tropas celestiales cegaron con un gran resplandor a los soldados imperiales y la princesa de la luna desapareció para siempre.

Antes de irse, los seres lunares le dieron un elixir para que ella olvidara todo recuerdo de su vida en la tierra.

Antes de beberlo ella escribió una carta, le regaló su kimono a sus ancianos padres y se despidió de ellos.

Finalmente impregnó una astilla con gotas del elixir.

Cuando Kaguya se fue, todos entendieron su error, bueno, todos menos sus padres ya que ellos no se habían equivocado, la habían apoyado al irse ya que eran los únicos que la habían amado de manera sana.

Los demás sólo pensaban en ellos, preferían verla infeliz a verla libre.

El emperador recibió la carta que Kaguya le escribió y se enteró de la verdad. Pero en lugar de enterrarse la astilla y olvidarla, decidió escribirle una carta diciéndole que nunca la olvidaría.

Luego ordenó llevar las cartas al monte más alto y prenderlas junto a la astilla.

Ese monte hoy es llamado “Fuji”, la montaña sagrada de Japón y en dicho lugar el emperador quemó la carta y el humo llegó hasta el cielo, se elevó a la luna y Kaguya recibió el mensaje.

Hasta el día de hoy, hay días en los que se puede ver ese mensaje elevándose al cielo.

El Monte Fuji es eterno, y eso significa su nombre.

Como el amor mismo, el amor verdadero, fraternal, paternal o romántico, el que sea pero tiene que ser eterno.

Y por eso esta historia nos recuerda que...

El amor empieza por ti, no necesitas de nadie para ser feliz, ámate a ti primero y no dudes en moverte si no eres feliz. Pero no dejes de quererte, ni olvides que eres increíble por ti.

Al final descubrirás que tu pareja es el reflejo del amor que te tienes a ti mismo.

Fin