Concretamente @marianistas_zgz
Abro hilo (y aviso que es muy largo)
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Las medidas que comentaré no intentan ser una solución universal, sino un ejemplo de las dificultades logísticas, técnicas y personales que conlleva implementar un plan de este tipo y que depende mucho de las características del centro escolar
Las medidas para controlar la introducción del patógeno en el centro son limitadas por lo que la mayoría de las medidas descritas van orientadas a reducir la propagación del virus dentro del colegio.
Sabemos que los niños contagian y se contagian.
Hay que ser consciente que a pesar de todas las medidas que se adopten, siempre hay una posibilidad de que se presente un caso y se produzca un brote. El objetivo es minimizar esa posibilidad y su extensión.
Propuesta de formación telepresencial del profesorado y personal del centro sobre la enfermedad y su agente causal (características del virus, desinfección, forma de transmisión, cuadro clínico, etc), e impartida por profesionales sanitarios.
La formación se debe ampliar a estudiantes y padres para que conozcan las medidas que se van a aplicar, los motivos por las que se adoptan y la repercusión que tiene la aparición de un caso positivo.
Minimizar el material que se lleve al centro (prohibidos juguetes, balones, etc) y comprobar que todo esté correctamente desinfectado.
Y con la mascarilla bien puesta desde que salen por la puerta de casa.
No sólo profesores mayores de 60 años o con patologías predisponentes. También es importante saber si los estudiantes conviven con personas de riesgo.
Deben concienciarse que las medidas no son solo para protegerles a ellos sino a todo su entorno
Si el estudiante tiene síntomas (fiebre, tos, etc) avisar al centro escolar y al médico para activar el plan de contingencia.
Y en ningún caso ir al colegio con síntomas (aunque sean muy leves).
Se va a valorar medir la temperatura al llegar al aula con termómetro infrarrojo digital sin contacto como medida adicional de detección precoz de casos.
Hay que ser consciente que muchas enfermedades cursan con fiebre y no es muy específico.
En este caso una parte de los estudiantes van en autobuses escolares con monitores (que pueden hacer rutas o trabajar en comedores de otros centros). Los monitores deben quedarse en la puerta del bus y no entrar en las instalaciones escolares.
La propuesta del colegio es asignar asientos fijos a los alumnos de cada ruta, sectorizados por cursos. Primeras filas 1º curso, luego 2º curso, etc.
Se sugiere además establecer un orden para subir al bus que reduzca el contacto entre alumnos.
Si se abren las dos puertas se crean dos filas. Por la delantera entran orden inverso y por la trasera en orden normal. Así se ocupan primero los asientos más alejados de la puerta.
Si habéis viajado en avión sabéis a lo que me refiero.
Al llegar al colegio empezarán bajando en orden empezando por los alumnos sentados en las filas más próximas a las puertas de salida, manteniendo las distancias de seguridad.
Y por supuesto, con la mascarilla puesta en la parada y durante todo el trayecto.
En el viaje de vuelta se seguirán las mismas pautas, formando filas ordenadas según el asiento asignado.
Un ejemplo: la celebración del claustro de profesores (>100) antes de iniciar el curso. Aun cumpliendo criterios para hacerlo presencial es mejor usar videoconferencia. Un positivo en esa reunión supone poner en cuarentena a todo el profesorado
Limitar tutorías presenciales con los padres, usar videoconferencia siempre que sea posible.
En caso de 1º de infantil, minimizar periodo de adaptación con un solo padre usando mascarilla, calzas…
Si van a buscarles en coche, esperar dentro sin salir
¿Cuál? ¿PCR, serología…? ¿Para qué? ¿Con qué frecuencia?
Quizás saber quién tiene anticuerpos sea de interés para asignar al personal de administración de servicios a los puestos con mayor trato con el público.
Para identificar curso y clase se pueden llevar brazaletes de colores para facilitar que los profesores detecten interacciones “fuera de las burbujas”.
Los brazaletes recuerdan a un campo de concentración, pero es fácil de implementar.
Diseñar recorridos independientes para cada curso (aquí era posible) e incluso con lados del pasillo asignados para cada clase, usando señalización clara.
Además entradas y salidas se hacen de forma secuencial evitando que coincidan clases distintas.
Disponer de botes con desinfectante a la entrada de cada aula, con la obligación de usarlo a la entrada y a la salida.
En el caso de infantil y primaria deben desinfectarse las manos tras actividades que impliquen uso de materiales comunes.
Uso de mascarillas en todo momento. La propuesta es usar sólo mascarillas quirúrgicas y marcarlas con un sello cada día para asegurar que no se reutilizan inadecuadamente.
El control de mascarillas reutilizables y lavables es más complicado.
¿Y en infantil? También.
Vamos a intentar que los pequeños asuman el uso de mascarillas (e incluso de pantallas faciales adicionales) como un juego. Hemos hablado de decirles que están en una estación espacial y que los EPI son el casco del traje de astronauta.
Cada clase en una zona del patio. Con posibilidad de rotar cada día. Un ejemplo: el lunes el tobogán para azules y la casita para verdes. Y para no despistarse, los lunes el tobogán con una bandera azul y la casita con bandera verde. Y el martes cambiamos.
Los campos de fútbol, baloncesto… igual, y además pelotas y balones marcados con los colores de la clase.
Y por cierto nada de grupitos numerosos durante el recreo: máximo 10 personas y todos del “mismo bando”.
Fuentes para beber agua clausuradas o en su defecto supervisadas por personal del colegio con la posibilidad de usar vasos desechables (de papel, por favor, nada de plástico).
Pelotas, juguetes, columpios, material docente… todo del colegio. No se trae nada de casa. Bien marcado con colores de la clase y desinfectar tras cada uso con producto homologado.
Aquí está el listado del Ministerio
mscbs.gob.es/profesionales/…
Siempre que sea posible mantener ventanas abiertas (eso es fácil de decir si no vives en Zaragoza: frío polar, cierzo y calor sahariano, y todo el mismo día).
Y ventilar bien en los cambios de clase, y no sólo las aulas también los pasillos.
Elegir el desinfectante más adecuado según características del aula y la capacitación del personal que lo tiene que usar.
Hemos valorado la posibilidad de usar lámparas UV-C en determinadas aulas (infantil) durante recreos y por noches como complemento.
Autoservicio con bandejas ya preparadas por monitores. Acceso ordenado por mesas (con alumnos de la misma clase). Rutas de entrada y salida diferenciadas y evitando pasar cerca de otras mesas. Minimizar el tiempo en el comedor en cuanto acaben de comer, al recreo.
Otro punto polémico. Evaluar la suspensión de actividades de alto riesgo (sin afán de criminalizar pongo de ejemplo el canto coral)
Se mezclan burbujas, así que debe reducirse el grupo y aumentar distancias, manteniendo próximos alumnos de una misma clase
Valorar que hay otras extraescolares fuera del colegio difíciles controlar y con contactos entre alumnos de distintos colegios: escuela de idiomas, academias de dibujo, conservatorio de música, escuelas deportivas, grupos de tiempo libre…
Es fácil decirlo, pero hacen falta medios: más aulas y más profesorado.
Expongo una alternativa (soy consciente de las dificultades que entraña, incluida la oposición de padres y profesores).
Es fácil proponer docencia on line, pero hay que saber disponibilidad de equipos informáticos en casa, conexión de internet y capacitación de padres para ayudar a sus hijos (especialmente en primeras etapas).
La brecha digital existe.
El plan de contingencia ante la detección de un caso es responsabilidad de las autoridades escolares y sanitarias, y puede conllevar la cuarentena de una sola clase (si sale un alumno positivo), o de varias clases (si el positivo es el profesor).
Las cuarentenas pueden suponer que una familia entera no pueda salir de casa durante 14 días ¿Quién va a hacer la compra?
Se puede crear una red solidaria en la comunidad escolar para atender las necesidades de estas familias.
Hoy por ti, mañana por mi
Ojalá no haya que recurrir a ella, pero hay que estar preparados.
En el mejor de los casos para que alumnos en cuarentena puedan seguir desde casa las clases: eso es viable transmitiendo la clase con una tableta con cámara y conexión a internet.
Y si el cierre es completo hay que buscar aulas virtuales adecuadas (las salas de videoconferencia eran solo un apaño para emergencias).
Eso implica la capacitación del profesorado para usarlas. Bien usadas permiten impartir una docencia de calidad
La intención es mostrar la compleja tarea encomendada a los centros para asegurar la apertura de las aulas.
En otros colegios se pueden plantear otras alternativas.