Thread by @iampaolamedina

«Desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tiene pocos días y tan sólo ahora la hemos de gozar.»

#FedericoGarcíaLorca ✍️
Poeta, dramaturgo y prosista español. Fue asesinado un 18 de agosto de 1936. Uno de los poetas más brillantes de la historia de España y el mundo.

#FedericoGarcíaLorca nació el 5 de junio de 1898 en el municipio granadino de Fuente Vaqueros, y fue bautizado como Federico del Sagrado Corazón de Jesús García Lorca. Su padre era Federico García Rodríguez, agricultor y dueño de tierras y su madre, Vicenta Lorca, era maestra.

Federico fue el mayor de cuatro hermanos, tuvo una infancia llena de amor y juegos en una vivienda que hoy es un museo. De niño le interesaban los títeres, la música y la naturaleza. Su madre fue quien cultivó el gusto literario en su hijo, su familia fue fundamental en su vida.

En 1914 se matriculó en la Universidad de Granada para estudiar las carreras de Filosofía, Letras y Derecho. Durante esa época, el poeta se reunió con otros jóvenes intelectuales en la tertulia «El Rinconcillo» del café Alameda. La poesía y la literatura eran de su preferencia.

Federico inició una serie de viajes con sus compañeros de estudios, visitaron diferentes regiones de España. Estos viajes despertaron en el poeta la vocación de escritor, de esta manera surgió su primer libro en prosa titulado “Impresiones y Paisajes”, publicado en 1918.

En la primavera de 1919, varios de sus amigos de la tertulia "El Rinconcillo" se trasladaron a Madrid, y Federico se unió a ellos gracias a la ayuda de su maestro Fernando de los Ríos, quien le ayudó a convencer a sus padres a seguir sus estudios en la Residencia de Estudiantes.

La Residencia de Estudiantes era una cuna de intelectuales, que acogió a figuras como Albert Einstein, John Maynard Keynes o Marie Curie. Este ambiente influyó enormemente en la formación intelectual del poeta, logrando relacionarse con grandes escritores de aquellos tiempos.

Luis Buñuel, Rafael Alberti y Salvador Dalí se convirtieron en sus amigos, también conoció a Juan Ramón Jiménez, que influyó en su visión de la poesía y con el que llegó a tener mucha amistad. Entre 1919 y 1921, publicó “Libro de poemas” y estrenó “El maleficio de la mariposa.”

En mayo de 1921, el poeta retornó a Granada, y conoció al maestro Manuel de Falla con quien emprendió proyectos y actividades artísticas. Ese tiempo en Granada giró alrededor de dos intereses culturales: Falla y la tertulia de “El Rinconcillo”, en el café Alameda.

En 1925 viajó a Cadaqués para pasar la Semana Santa en casa de su amigo Salvador Dalí. Esta visita y otra más larga en 1927 marcaron profundamente la vida y obra de ambos. "Oda a Salvador Dalí", publicada en la Revista de Occidente en 1926, fue fruto de esta intensa amistad.

En diciembre de 1927, tras una reunión de varios poetas españoles en Sevilla, surge la Generación del 27, en este movimiento figuran escritores como Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, entre otros. Pablo Neruda también se sumó.

La Generación del 27 se caracteriza por fundir las formas de la poesía tradicional con los movimientos de vanguardia; por tratar los mismos temas de una manera similar, la muerte en sentido trágico, el amor como fuerza que da sentido a la vida, la injusticia, la miseria.

La etapa de 1924 a 1927 fue la etapa en la que llegó a su madurez como poeta. Pero a la par, fue un tiempo en el que se sumergió en una profunda crisis provocada por un desamor y las críticas de Dalí y Luis Buñuel sobre el "Romancero gitano" (1927), su más reciente obra.

En la primavera de 1929, Fernando de los Ríos propuso al poeta que le acompañase en su viaje a Nueva York. Federico aceptó viendo la oportunidad de alejarse de su crisis, aprender inglés, cambiar de vida y renovar su obra. El viaje fue en el buque Olympic y duró casi un mes.

Federico García Lorca describió su estancia en Nueva York como una de las experiencias más útiles de su vida. Describió a la ciudad como un lugar «de alambre y muerte» y se vio sorprendido por la economía capitalista y el trato a los negros.

Aquellas impresiones fueron reflejadas en “Poeta en Nueva York”, que no se publicó hasta cuatro años después de su muerte. En marzo de 1930 dejó Nueva York para viajar a la ciudad de La Habana en Cuba, donde exploró la cultura y la música cubana y trabajó en nuevos proyectos.

En abril de 1931, Federico y Eduardo Ugarte el escritor granadino codirigió La Barraca, un grupo de teatro universitario que representó obras teatrales del Siglo de Oro (Calderón de la Barca, Lope de Vega, Miguel de Cervantes) por ciudades y pueblos de España.

Uno de sus viajes memorables fue a Buenos Aires, Argentina. Lo invitó la “Asociación de amigos del arte” para el estreno de su obra “Bodas de sangre”. En aquella capital logró el cariño y reconocimiento del público, triunfó profesionalmente y logró independencia económica.

Llegó a #BuenosAires, el 13 de octubre de 1933. Iba a quedarse un mes, pero la ciudad le gustó tanto que se quedó por medio año. Su residencia fue la habitación 704 del #HotelCastelar, situado en la Avenida de Mayo, lugar que fue el epicentro de su agitada vida cultural.

Vivía sus días entre ensayos, entrevistas, encuentros literarios y por supuesto escritura. Cuentan que el poeta se asomaba al balcón de su habitación, miraba la Avenida de Mayo y se inspiraba para escribir. Hoy, al pasar por ese sitio se percibe la magia, el poeta estuvo ahí.

Durante los seis meses que Federico vivió en Buenos Aires tuvo la oportunidad de dirigir Bodas de sangre, que fue representada más de ciento cincuenta veces. En ese tiempo compartió con su entrañable amigo el poeta Pablo Neruda y conoció a la leyenda del tango Carlos Gardel.

“En Corrientes y Libertad una sonrisa y dos brazos vinieron a nuestro encuentro. Hubo un revuelo de curiosidad a nuestro alrededor. El hombre del encuentro era Carlos Gardel. Le presenté a Federico. Se fundieron en un abrazo”. Contó el escritor César Tiempo, testigo del momento.

En aquella noche porteña la velada tuvo lugar en la casa de Gardel, quien cantó con su guitarra "Caminito", "Claveles Mendocinos", "La tropilla" y "Mis flores negras", por su parte el poeta andaluz tocó canciones españolas en el piano. Un verdadero deleite para los presentes.

Gabriel Manes, amigo de Federico dijo que aquella noche inolvidable Gardel le habría dicho al poeta: "Hermano ¿cuándo vas a escribir un tango? Ustedes los andaluces son sentimentales como nosotros." Cuando se despidieron, nadie imaginaba que ambos no tardarían en partir.

Federico García Lorca disfrutó del éxito y reconocimiento de sus obras en Buenos Aires, fue recibido como un famoso, como un “torero!”, tal como escribió en una de sus cartas. Algo que nunca antes había vivido el joven poeta, fue un viaje triunfal, tal como él lo merecía.

«En el comienzo de mi vida de autor dramático, yo considero como un fuerte espaldarazo esta ayuda de Buenos Aires, sus bandoneones, sus finos caballos tendidos al viento, la música dormida de su castellano suave, los hogares limpios donde el tango abre en el crepúsculo.»

«Me voy con gran tristeza, tanta, que ya tengo ganas de volver. (...) Yo sé que existe una nostalgia de la Argentina, de la cual no me veré libre y de la cual no quiero librarme porque será buena y fecunda para mi espíritu. (...) Hasta la vuelta.»

Retornó a Madrid en marzo de 1934, nunca pudo volver a Buenos Aires. A menudo recordaba con nostalgia: «Nadie sabe, Buenos Aires lejano, Buenos Aires abierto en el fondo del tallo de mi voz, el interés y la jugosa inquietud que me embargan cuando recuerdo tu trágica vitalidad.»

En 1934, mantuvo un elevado ritmo creativo: terminó obras como “Yerma”, “Doña Rosita la soltera”, “La casa de Bernarda Alba” y “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, además revisó obras como “Poeta en Nueva York”, “Diván del Tamarit” y “Suites”.

El poeta se encontraba en una etapa intensa de trabajo, dirigía sus obras en Barcelona y Valencia, brindaba conferencias, representaba obras con La Barraca y organizó clubes de teatro. Sin embargo, todo se truncó pues estalló la Guerra civil española y decidió partir a Granada.

El 13 de julio tomó el tren de Madrid a Granada, se reunió con su familia en la Huerta San Vicente. El 11 de agosto buscó refugio en casa de la familia de su amigo el poeta Luis Rosales, creyendo que estaría a salvo. Pero vanos fueron los esfuerzos y sus verdugos fueron por él.

Eran las 5 de la tarde del 16 de agosto de 1936, la Guardia Civil a la cabeza de Ramón Ruiz Alonso llegaron a la casa de los Rosales y se llevaron al poeta. Lo acusaron de «ser espía de los rusos, de haber sido secretario de Fernando de los Ríos y de ser homosexual».

Federico García Lorca fue trasladado al Gobierno Civil, y luego al pueblo de Víznar. Algunos amigos suyos intentaron ayudarle sin resultados. La madrugada del 18 de agosto lo fusilaron, pudo más el odio y el rencor. Su cuerpo nunca fue hallado, solo tenía 38 años.

El asesinato de Federico García Lorca nunca se esclareció, no existe una tumba para un día llevarle flores. Los autores del hecho tienen en su conciencia el peso de este crimen, y en el más allá de seguro no están en paz. Lo asesinaron pero revive cada vez que leemos sus poemas.

Después de tantos años, el mundo entero te recuerda, no solo España, nos queda la esplendidez de tu obra divino poeta!
#FedericoGarcíaLorca ✨

«¡Libros! ¡Libros! He aquí una palabra mágica que equivale a decir “amor, amor”, y que debían los pueblos pedir como piden pan.»

#FedericoGarcíaLorca ✍️

«Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse, como una ventana llena de sol.»

#FedericoGarcíaLorca ✍️