Thread by @Gus_Noriega

Hola, bienvenidos a “Mirando curvas”. Volvamos a mirar curvas. Empecemos por EEUU que da señales de descenso de la segunda irrupción. La primera fue en la costa Este y muy rápido y con alto número de muertos. La segunda más extendida y con menos víctimas.

Es notable que la segunda curva de contagios es mucho más alta que la primera y que en fallecimientos es a la inversa, más baja la segunda curva. La primera se dio en lugares mucho más poblados que la segunda.

Este fenómeno de la segunda curva se da en EEUU por expansión geográfica y aparece también en Europa, aparentemente por relajación de las restricciones. En ambos casos la segunda curva de contagios no es acompañada por la de fallecimientos.

Brasil también da señales de descenso. Aquí la expansión geográfica del virus fue más pareja y no generó dos curvas sino una larga meseta que ahora amaga con decaer.

Argentina tiene la pinta de que va a generar dos curvas. Una para AMBA y otra para el resto del país. Las medidas restrictivas no han hecho más que demorar el virus sin impedir su propagación. Era imposible que sucediera otra cosa.

Lo insólito fue pensar que la cuarentena lo iba a detener. La experiencia de AMBA es muy clara pero en el resto del país siguen con la misma estrategia. Va a terminar igual aunque probablemente con menos víctimas debido a la menor densidad poblacional.

En resumen: todo el costo económico y psíquico de seis meses de cuarentena va a ser al pedo. Para mejorar el sistema de salud bastaba con mucho menos. Y la demora en la dispersión del virus no hace más que enloquecer a la población y aumentar el riesgo de los vulnerables.

Ahora que sabemos que la cuarentena prolongada no sirve para evitar los contagios, concentrémonos en éstos. ¿Qué implica que una persona esté contagiada? Leemos todos los días noticias sobre gente famosa que tiene unas líneas de fiebre o que se siente cansada. O ni siquiera eso.

En algunos casos la situación es un poco peor: dolores de cuerpo durante unos días. Eventualmente unos pocos son internados, en la mayoría de los casos por precaución. Nada de esto saldría en los medios de comunicación si no fuera por el contexto de la pandemia. No son noticia.

Me tomé el trabajo de hacer un relevamiento de gente conocida que fue contagiada (le robe algunos datos a @QuikFCO) . Estos son los que resultaron asintomáticos o con síntomas leves.

A estos hay que sumarles unos 20 0 30 futbolistas, todos en la misma condición. A menos que tenga errores en la información, ninguno de ellos fue internado. Desde ya, disculpas por cualquier error.

Estos son los que fueron internados.

El único fallecido es el director de teatro Agustín Alezzo, de 84 años, con un cuadro general de salud previo complicado.

Más sobre la condición de contagio: según los informes de Salud de CABA, en la ciudad, el 38 % de los casos positivos son asintomáticos, es decir, se comprueba por PCR la existencia del virus en el cuerpo pero no tiene ningún tipo de consecuencias.
laprensa.com.ar/492946-Es-asin…

Complementando esto, hoy en el New York Times dicen que el PCR es demasiado sensible y que detecta cantidades ínfimas del virus.
nytimes.com/2020/08/29/hea…

La estrategia de Argentina (y de buena parte del mundo) ha sido ocuparse en evitar los contagios de toda la población, sin distinguir entre población vulnerable y población resistente. A esta altura es evidente que ha sido un error.

En ese contexto, es significativa la expresión de la secretaria Vizzotti. Es fácil burlarse de la idea de evitar reírse y cantar en lugares cerrados (y lo hicimos) pero vale la pena analizarla.

Es cierto que reír y cantar actividades son actividades más propicias para la expulsión de partículas de saliva que podrían estar contaminadas de virus. ¿Entonces hay que hacerle caso? ¿Es posible hacerle caso?

Hay una demostración matemática que se conoce como “por el absurdo”. Se parte de una premisa, se desarrolla lógicamente hasta llegar a una conclusión absurda. Si los pasos son correctos, lo que hay que rechazar son las premisas.

Lo de Vizzotti es una demostración por el absurdo de que la obsesión por los contagios es equivocada. Si le tenés que decir a la gente que no se ría o no cante, algo está mal en toda la cadena. Y lo que está mal es la premisa de que lo único que importa es el contagio.

Lo que importan son las camas ocupadas y los fallecidos. En ambos casos, en un porcentaje abrumador, se trata de gente predeterminada: con una determinada edad y un estado de salud particular. Hay que concentrarse en ellos y no en los que van a tener dos días de fiebre. Saludos.