En noviembre de 1868 se inauguró en la #CiudaddeMéxico el #CafédelaConcordia, un elegantísimo restaurant ubicado en el cruce de las actuales calles de Madero y Bolívar en el Centro histórico. Según #GuillermoPrieto, en él estaba representada la gastronomía de “todas (1/6)
las naciones del globo… lo mismo las suculentas sopas italianas que los jugosos asados ingleses, que los fricasés y la pastelería francesa”, a la se sumaban el café de Colima y una cava internacional que incluía “el espumoso champaña, combustible del brindis entusiasta”. (2/6)
Tres años después, en 1871, #ManuelOcaranza, estudiante becado en la antigua #AcademiadeSanCarlos, presentó en la XV Exposición la pintura #CafédelaConcordia en la que expresa la desigualdad social entre el niño baratillero que hambriento se asoma a una de las ventanas del (3/6)
lujoso restaurant para ver comer a dos satisfechos burgueses.
La solución compositiva de Ocaranza no es inocua, la fachada del Café con su elegante y moderna decoración y tipografía se antoja una barrera infranqueable entre ricos y pobres. El indudable propósito crítico de (4/6)
la imagen se refuerza con la posición del niño a espaldas que obliga al observador a tomar su lugar y dirigir su mirada al interior.
En la década de 1890 #JoséJuanTablada se refería a las amplias ventanas del Café desde las que “los snobs podían darse el gusto (5/6)
recrea la #entradadelejércitodelasTresGarantías a la #CiudaddeMéxico. #Iturbide vestido de civil, se sitúa al centro de la composición sobre un corcel pardo y levanta su bicornio para saludar a la muchedumbre que lo aclama. Junto a él se halla el (3/7)
que lamenta la muerte de #Hidalgo abrazando su sepulcro mientras coloca una corona de flores blancas sobre la tumba y con el pie derecho pisa las cadenas que simbolizan la esclavitud. En el atuendo de #LaLibertad se distinguen los colores del lábaro patrio: (2/6)
el manto verde, la túnica blanca y el rojo gorro frigio.
Un indígena, según la descripción del catálogo, “llora postrado ante el sepulcro que encierra las cenizas del hombre más grande que ha conocido el Anáhuac”. A la derecha se observa un nopal, algunos vestigios (3/6)
¿Cómo eran los festejos de la Independencia en el siglo XIX?
Desde 1825 hasta fines del porfiriato, la #Alameda Alameda tuvo un gran protagonismo dentro de las celebraciones civiles y entre ellas las referidas a la conmemoración de la independencia. (1/6)
El 16 de septiembre, todas las autoridades se desplazaban a este lugar desde el palacio de gobierno para escuchar, año con año, el discurso cívico encargado a personajes prominentes de la política o de las letras. (2/6)
La ceremonia congregaba a todo tipo de público como se puede apreciar en este óleo de autor desconocido del #MuseoNacionaldeHistoria en el #CastillodeChapultepec. La escena está situada en la glorieta central de la (3/6)
La #CiudaddeMéxico posee dos monumentos dedicados a #CristóbalColón, el menos conocido es el que se ubica, a la mitad de los carriles del metrobús, en la #coloniaBuenavista. Desde su develación en 1892 todo su entorno cambió hasta resultar (1/7)
irreconocible. Su presencia despedía a los viajeros que se encaminaban al complejo ferrocarrilero más importante del país, ya que ornamentaba la plaza de acceso. El globo terráqueo que señala el navegante era el referente perfecto a las comunicaciones modernas (2/7)
y confortables; a la aventura que significaba un cambio en la residencia, por breve que éste resultara. Su función de remate visual se perdió porque la calzada de aproximación desvió su curso y se prolongó hasta la nueva estación terminal, erigida durante el siglo XX, (3/7)
En 1850 una epidemia de #coleraemorbus invadió la Ciudad de México. Al mismo tiempo, después de 16 años de vicisitudes y vaivenes, #DoloresEscalante por fin contraería matrimonio con su amado, el político liberal #JoséMaríaLafragua, pero ¿qué amor digno de novela romántica (1/6)
sale ileso? Entre las víctimas arrancadas por la funesta afección estuvo la prometida de Lafragua. La memoria de su amada debía trascender el olvido, para lo cual comisionó un monumento a los Hermanos #Tangassi, (2/6)
artistas-empresarios provenientes de Volterra que tenían un taller en el que reparaban, fabricaban y vendían piezas escultóricas. En 1851 se mandó a edificar el monumento a Italia con mármol de Carrara, un año después se construyeron las piezas y se trasladaron a México; (3/6)
el tiempo requerido fue de 3 años. La obra formó parte del proyecto ideado por Francisco Sosa en septiembre de 1887, en donde cada estado del país erigiría dos esculturas a los héroes nacionales originarios de su entidad. (2/5)
Un año después, el estado de #Hidalgo anunció que uno de sus héroes sería Villagrán, chinaco activo en la Independencia de México, y que el artista comisionado sería #JuanIslas. Los bocetos tardaron un mes, los aceptó el (3/5)