Hoy, 5 de septiembre, se cumplen 48 años de una de las más sanguinarias e inhumanas acciones llevadas a cabo por el #terrorismo #palestino: La masacre de #Munich.
Abro Hilo
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No muchos años después de la caída del nazismo, Alemania Occidental trabajaba para demostrar al mundo que aquella densa noche en la que habían hundido al mundo comenzaba a disiparse y la organización de los Juegos Olímpicos era un buen camino.
Organizaron entonces, Munich '72.
Organizaron entonces, Munich '72.
La participación de la delegació del Estado de #Israel era un símbolo importante de aquel evento. El olimpismo había sido siempre un símbolo de unión entre las naciones y el Estado Judío participando en Alemania, era de por sí una imagen fuerte.
Israel envió entonces una delegación de 15 deportistas que participarían en 7 deportes, junto a sus entrenadores y algunos referees. Se alojaron en algunos departamentos, en la calle Connollystraße 31, dentro de la Villa Olímpica.
La noche del 4 de septiembre, la delegación tenía la noche libre y disfrutaba de una función del "Violinista en el Tejado" en un teatro del centro de Múnich. Al finalizar, volverían a la Villa. A las 4:30 de la mañana, 8 miembros de Septiembre Negro, se acercaban a los muros.
Septiembre Negro fue una organización terrorista palestina, miembro de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) y originalmente, parte de al-Fatah. Durante años se enfrentaron no solo a Israel sino a Jordania, matándoles incluso un primer ministro.
Los 8 terroristas, con ayuda de atletas canadienses, trepan los muros y llegan hasta los departamentos de la delegación israelí. Fueron entrando uno a uno despertando a los deportistas y desatando el caos. El primero en darse cuenta de la situación fue Yossef Gutfreund.
Gutfreund corrió a la puerta y con sus 140 kilos de peso la bloqueó durante algún tiempo, permitiendo al resto de los atletas enterarse de la situación que estaba empezando. Cuando el terror se apoderó de la Villa Olímpica, el grupo había asesinado a 2 y tomado de rehén a 11.
Moshe Weinberg se enfrenta a los golpes con el líder, Luttif Afif, hasta que logran reducirlo y le exigen que los llevara a otra de las habitaciones. En el camino, Moshe nuevamente se enfrenta, esta vez con Mohammad Safady, a quien desmaya de un golpe.
Ahí mismo, es asesinado.
Ahí mismo, es asesinado.
Iosef Romano recibe a los terroristas a los golpes y ataca a uno de ellos con un cuchillo de cocina. Logra sacarle su rifle de asalto AK-47 pero en ese momento es asesinado por otro de ellos. El cuerpo de Romano es dejado frente a los rehenes como amenaza constante.
Septiembre Negro demanda que 234 presos en cárceles israelíes debían ser liberados, junto a los dos fundadores de la Facción del Ejército Rojo (Baader-Meinhof). Los terroristas veían lo que pasaba por fuera del edificio por la televisión, que cubría en vivo los sucesos.
Fue así, como se logró la foto más conocida de aquellos eventos y una de las imágenes con mayor influencia en la historia del periodismo gráfico. Uno de los terroristas asomados a un balcón, con la cabeza cubierta por un pasamontañas.
Luego de algunos intentos fallidos ejecutados por la policía alemana, los negociadores cierran un acuerdo con los secuestradores en el que serian llevados a una base aérea de la OTAN llamada Fürstenfeldbruck, donde podrían escapar en un avión hacia El Cairo.
Los secuestradores y los rehenes viajan en dos helicópteros y al llegar los espera una emboscada muy mal planificada e incluso abortada antes de iniciarse. Es entonces que el infierno se desata en la pista y todos los rehenes son asesinados.
5 terroristas fueron muertos en la operación y 3 detenidos. Los muertos fueron llevados a Libia, donde recibieron funerales con honores militares y los detenidos, fueron liberados poco tiempo después durante el polémico secuestro del vuelo 615 de Lufthansa.
Este hecho provoca una situación de estupor generalizada en Israel y parte del mundo. Algunos líderes mundiales, públicamente se expresan y condenan los hechos. El Rey Hussein de Jordania dice: "Fue un salvaje crimen contra la humanidad, perpetrado por mentes enfermas".
El Comité Olímpico Internacional se limitó a suspender los juegos durante 34 horas y a realizar un evento de recordación en el Estadio Olímpico. Una ofensa a la memoria de los atletas muertos. Luego de esto, los juegos continuaron como si nada hubiera pasado.
Los cuerpos de los atletas asesinados fueron trasladados a Israel y enterrados en diferentes cementerios. Tiempo después, la Primer Ministro Golda Meir autoriza al Mossad a ejecutar una de sus más ambiciosas operaciones alrededor del mundo, para encontrar a los responsables.
Hoy, recordamos a cada uno de los asesinados: Moshe Weinberg, Yossef Romano, Ze'ev Friedman, David Berger, Eliezer Halfin, Yossef Gutfreund, Kehat Shorr, Mark Slavin, Andre Spitzer, Amitzur Shapira.
