Thread by @RafaelPoulain

Pongan atención que hoy les voy a contar la leyenda japonesa de Amaterasu, la diosa del sol, y sus hermanos Susanoo y Tsukuyomi:

Existe un antiguo libro japonés que nos cuenta la historia y origen del mundo, de hecho es el libro más antiguo que existe (allá) y aunque la mayoría de sus relatos son mitológicos, nos ayudará a entender la visión nipona del mundo. Ese libro es el Furukotofumi o Kojiki.

Ahí nos cuentan que los dioses decidieron darle vida a dos seres divinos que a la postre formaron la tierra, esas deidades se llamaban Isanagi e Izanami, ellos estaban destinados a estar juntos pero la mujer, Izanami, tenía un carácter irascible.

De hecho a sus primeros hijos los desecharon porque nacieron feos y deformes, así que se casaron de nuevo y esos hijos sí fueron de su agrado, ellos fueron las oyashima (8 islas principles de Japón)

Todo era felicidad hasta que la diosa Izanami murió y su esposo quedó devastado.

Ella murió luego de dar a luz a muchos hijos, Izanagi no aceptaba la muerte de su esposa y vagó triste por el mundo hasta que decidió ir por ella al mundo de los muertos, que era parecido a la tierra sólo que sumido en las tinieblas y la oscuridad.

Tras días de buscarla por el tenebroso mundo de los muertos, Izanagi por fin dio con ella y le pidió que se fuera con él, le dijo que la extrañaba, pero ella ya se había acostumbrado a la vida ahí, le escupió en el rostro y le dijo que no se iría.

Izanagi quedó...

...Sorprendido pero no se rindió y le dijo a su esposa que no aceptaría un no por respuesta, ella al ver a su esposo tan decidido le dijo que se iría pero que le permitiera dormir antes de emprender el camino de regreso.
Se metió a una cueva y le pidió a su esposo que no entrara.

Pero Izanagi no aguantaba más, quería ver el rostro de sus amada y encendió un peine a modo de antorcha, entró a la cueva y ahí descubrió que su esposa ahora tenía el rostro putrefacto y lleno de gusanos, asqueado huyó de ahí pero su esposa despertó y lo persiguió

Con penurias logró escapar usando sus poderes, cruzó el umbral de la tierra de los muertos y por segundos alcanzó a salir y bloquear con una gran roca la entrada al otro mundo.

Izanami lo maldijo y le dijo que si no la dejaba salir, cada día morirían 1,000 personas en la tierra.

Pero él respondió que entonces nacerían 1,500 personas y asunto arreglado.

Se fue del lugar y se metió a unas aguas termales, desconsolado empezó a llorar porque la batalla con su esposa trajo funestas consecuencias en la tierra, nacieron demonios y los dragones.

Uno de esos dragones fue el malvado Yamata No Orochi, el terrible monstruo de 8 cabezas pero ya llegaremos a él,

Sigamos con el desconsolado Izanagi que por accidente dio a luz a 3 hijos mientras se limpiaba el rostro en las aguas termales.

Amaterasu del ojo izquierdo, Tsukuyomi de ojo derecho y Susanoo de su nariz.

Feliz y sorprendido le entregó a esos hijos la tierra, para Amaterasu el sol y el cielo, a Tsukuyomi la luna y la noche y a Susanoo le entregó los mares, cosa que le irritó al considerarlos poca cosa.

Susanoo, sabía que no podía derrotar a su padre pero le declaró la guerra a su hermana, ella lo retó a un duelo de poder, el que creara más dioses ganaría.

Amaterasu le arrebató su espada y de ahí nacieron 3 dioses, en respuesta Susanoo le arrebató sus collares y creó 5 dioses.

Ella le dijo que como el collar era de ella, técnicamente era la ganadora ya que los dioses eran suyos.

Susanoo le dijo que no lo tratara de engañar y ahí empezó la guerra entre ambos, a partir de ese día le hizo la vida imposible a su hermana y se dedicó a atacar sus dominios.

Susanoo arrasó los campos de arroz, inundó varios lugares de la tierra y además arrojaba excremento en los palacios de su hermana, pero ella pacientemente rechazaba sus ataques y le daba por su lado, pero entonces apareció el otro hermano; Tsukuyomi.

Deidad de la luna y la noche, a la cual Amaterasu invitó a vivir a su casa.

Estando ahí, la diosa de la fertilidad le preparó un gran banquete que no fue del agrado de Tsukuyomi, él decidió asesinarla como castigo y cuando Amaterasu se enteró del crimen de su hermano, enfureció.

Tsukuyomi y Amaterasu jamás se volvieron a dirigir la palabra, de hecho ella se iba cuando él aparecía. Por eso el sol y la luna nunca están juntos, se van persiguiendo, huyendo el uno del otro, y ese es el origen del día y la noche.

Pero el asunto con Susanoo, su otro hermano, estaba lejos de quedar zanjado, constantemente la atacaba indirectamente pero Amaterasu postergaba la batalla, no era que le tuviera miedo, simplemente era paciente con él y consideraba más importantes otros asuntos.

Al final Susanoo logró vencerla porque ella se rindió luego de que él asesinara al gran caballo celestial y arrojara sus pedazos por el mundo, partes del sagrado animal cayeron en el palacio de Amaterasu y ella se retiró a vivir a una cueva, postergando una vez más la batalla.

Sin ella, el caos y la oscuridad reinaron en la tierra, los espíritus malignos salieron y aterrorizaban a todos, el propio Susanoo se dio cuenta que había cometido un terrible error, los dioses se unieron y lo desterraron pero ahora tenían que convencer a Amaterasu de volver.

Para redimir sus pecados, Susanoo se enfrentó al dragón de 8 cabezas que les mencioné al principio, de esa forma salvo a la diosa Kushinada-Hime y se casó con ella, además del cuerpo de la serpiente obtuvo la mítica espada Kusanagi.

Mientras eso ocurría, todos los dioses se reunieron afuera de la cueva donde vivía Amaterasu, pero al darse cuenta que ella no iba a salir y la tierra seguiría en oscuridad, empezaron a bailar fingiendo que estaban celebrando algo y la diosa se mostró muy curiosa al escuchar todo

Al final le hicieron creer que habían elegido a otra diosa y ella salió de su escondite, pidió conocerla y los dioses le mostraron un espejo, ella, que nunca había visto su imagen, quedó extasiada y mientras estaba distraída los dioses bloquearon la entrada de la cueva.

Al final los dioses la convencieron de volver al cielo pero ahí estaba Susanoo, aunque ahora no estaba buscando pelear con ella, de hecho le entregó como regalo la espada Kusanagi. Se le perdonaron sus pecados y los dioses le permitieron vivir de nuevo en los palacios celestiales

Al final el bisnieto de Amaterasu fue el primer emperador de Japón y aunque todo terminó bien, si ella hubiera salido a enfrentar a su hermano desde el principio, la tierra se hubiera ahorrado la terrible oscuridad que vivió.

Y así termina esta historia que nos enseña que...

Las cosas más difíciles o las que te causan más tedio, son las que tienes que empezar hoy, Cuanto antes te quites un pendiente, mejor.

Así que hazlo antes de que lo que tengas, o quieras hacer, se convierta en lo que te gustaría haber hecho y ya no exista el mañana.

Fin.