Thread by @RafaelPoulain

Pongan atención que hoy les voy a contar la verdadera historia de Pandillas de Nueva York:

Gangs of New York, aquella película de 2002 donde Daniel Day-Lewis, interpreta magistralmente a Bill “El Carnicero”, nos muestra de manera no tan precisa, un retrato de la violencia en la ciudad de Nueva York (como en algunas películas de Scorsese).

Si bien película exagera muchas cosas, nos puede ayudar a darnos una idea de cómo se vivía en Manhattan hace casi 200 años, pero vamos a ponernos en contexto para este relato, y para ello hay que hablar de cómo se fue sobrepoblando Nueva York y todo empezó en la Irlanda de 1844.

Desde principios de los 1800, las familias campesinas de Irlanda cosechaban papas en sus pequeños huertos debido a que era muy resistente al clima y rendía bastante, de hecho había familias muy pobres que lograron sobrevivir gracias que desayunaban, comían y cenaban papas.

A pesar de la pobreza, por años muchas familias se las arreglaron relativamente, sin embargo todo acabó en 1844 porque al año siguiente, una plaga infectó las cosechas de Irlanda, con la plaga no podías darte cuenta si la papa estaba podrida o no, hasta que la cosechaban

Luego les cuento esa historia, pero el punto la plaga le quitó a los irlandeses su principal fuente de alimentación, no ayudó que el gobierno inglés no reaccionó a tiempo y para cuando desde decidieron crear empleos para ayudar a los irlandeses, ya era demasiado tarde.

Sobretodo porque eran trabajos muy pesados, se trabajaba 12 horas al día durante 6 días y pues en medio de la hambruna muchos no resistieron y la gente moría por montones, ademas pasaron varias cosechas y la cosa no mejoraba, las papas seguían infectadas.

La hambruna duró 4 años, los comedores populares no fueron suficientes, y entonces el gobierno invitó a los irlandeses a irse de ahí para realizar una nueva vida en el nuevo mundo.

Era eso o morir de hambre.

Que ya no era tan nuevo, de hecho el libro del profesor Tyler Anbinder (foto) nos cuenta que Five Points, el barrio donde sucede este relato, pasó de tener poco más de 10,000 habitantes, a 25,000 en pocos meses.

Cada vez llegaban más y más extranjeros y los Estadounidenses e incluso los descendientes de aquellos holandeses que más de un siglo antes habían construido un muro para que los nativos no entraran (por eso se llama Wall Street), se molestaron y dijeron que ellos llegaron primero

Y se organizaron pandillas para proteger los intereses de los “Nativo Americanos”, así se hacían llamar los hijos de ingleses que llegaron después de los holandeses a vivir a la isla y reclamaban como suya la tierra, uno de ellos fue William Poole, “Bill el Carnicero”.

Bill era escendiente de ingleses que tras vivir en Jersey, se lo llevaron a Nueva York a que ayudara en el negocio familiar, una carnicería ubicada en Washington Market, de la cual se hizo cargo desde 1640 y en ella fundó la pandilla de la calle Washington.

Que eventualmente pasó a llamarse “Bowery Boys Gang” y originalmente se enfrentaban a grupos de bomberos voluntarios (como ellos), pero como la ola de inmigrantes irlandeses continuaba sin parar, los Bowery Boys cambiaron de giro y empezaron a atacar a los recien llegados.

Cabe mencionar que Bill medía casi 2 metros y pesaba más de 120 kilos, era una época de hombres pequeños donde él claramente destacaba, además era un excelente boxeador y cada que podía golpeaba inmigrantes porque decía que le quitaba el trabajo a los americanos nativos como él.

El Carnicero pasó a controlar el muelle de Christopher Street y nadie se atrevía a enfrentarse a él o a sus hombres, por eso Isaias Rynders, un político racista que creó el partido Americus Club, lo buscó para que con ayuda de su pandilla, lo ayudaran a ganar elecciones.

Nadie se atrevía a enfrentar al carnicero, los inmigrantes vivían aterrados, pero entonces apareció John Morrissey

Otro hombre de casi dos metros que también era un excelente boxeador, en una época donde las mordidas, escupitajos y picar ojos eran práctica común en dicho deporte

Nacido en Irlanda, John se volvió muy popular en Nueva York luego de regresar como campeón de boxeo y retar al campeón Estadounidense Yankee Sullivan.

El box era un deporte sangriento y hasta ilegal en algunos estados debido a que llegó a morir uno que otro peleador en el ring.

Las 1eras reglas surgieron justo en esa época, precisamente para prevenir muertes, aún así, ser boxeador era cosa seria, era un deporte mortal y los boxeadores inspiraban terror, sobra mencionar que Morrisey tenía muchos seguidores y obtuvo más luego de derrotar a Yankee Sullivan

Lo hizo en una brutal pelea a 37 rounds que fue detenida por disturbios entre los aficionados, justamente porque Morrissey representaba todo lo que los autollamados “nativos americanos”, odiaban, a inmigrantes católicos que les robaban trabajo.

La rivalidad entre el carnicero y Morrisey, empezó cuando una noche, el segundo entró borracho al Americus Club y retó a todos los racistas a pelear contra él, no esperaba que nadie se atreviera pero 6 hombres lo atacaron y con navajas y botellas le pusieron una golpiza.

Al ver su valentía, Isaías Rynders lo invitó al partido y hasta le contrató una enfermera, pero él se negó ya que odiaba al carnicero debido a los ataques racistas en contra de su comunidad, al enterarse Bill que arreglaría con sus muchachos las elecciones y se arrepentiría.

El gobierno para evitarlo tuvo que contratar a la pandilla de Morrissey, el único que se atrevía a plantarle cara al carnicero, de hecho el día de las elecciones, se colocaron en el edificio del ayuntamiento a esperarlo con la amenaza de cortar narices y orejas.

Antes del medio día llegaron los hombres del carnicero y al ver que los superaban en 3 a 1, decidió irse. El gobierno como agradecimiento le otorgó un permiso para abrir un casino y Morrisey se hizo millonario, cosa que enfureció aún más a los “nativos americanos”.

Pero un día, Morrissey y el Carnicero se encontraron en un bar y Morrissey le apostó 50 dólares a que Bill no podía nombrar un lugar donde él no se atrevería a enfrentarlo a golpes, pero el carnicero lo retó a pelear en los muelles de la calle Christopher, su territorio pues.

Morrisey le pagó y le dijo que nombrara otro lugar algo más neutral

El carnicero respondió que entonces los muelles de la calle 10, Morrissey fue junto a 12 hombres armados, pero el carnicero tuvo la misma idea sólo que llegó con 200 y golpearon casi hasta morir a los irlandeses

En febrero de 1855, se encontraron en el Staniwix Hall, Morrisey jugaba cartas , al ver al cárnicero le escupió en la cara y trató de dispararle pero falló el tiro, y cuando el carnicero sacó su arma Morrissey arrojó la suya y le dijo que no se atrevería a dispararle desarmado.

El carnicero se sacó dos cuchillos de la cintura y retó a Morrissey a una pelea, pero el segundo se negó, sabía que Bill era bastante diestro con los cuchillos, se retiró del bar y se marchó a casa, pero sus amigos se quedaron y uno le disparó en la pierna al carnicero.

Al verlo herido, los compinches de Morrissey lo rodearon y le dispararon en el pecho varias veces, cuando el sonido de las balas se apagó, el carnicero se levantó y tomó dos cuchillos, les dijo que les iba a sacar el corazón a todos y los presentes se quedaron petrificados.

El carnicero dio dos pasos pero fue todo, cayó al suelo y a pesar de que vivió en agonía los siguientes 14 días, murió en su cama y miles de personas marcharon en su funeral. Los amigos de Morrisey fueron culpados del crimen pero tras tres juicios los cargos fueron desechados.

Una década después Morrissey se volvió congresista y Nueva York se convirtió en una sociedad multicultural que no toleraba ni tenía cabida para personajes como el carnicero, (aunque siempre hay expeciones)

Y así terminó la rivalidad entre las 2 pandillas, con el tiempo los inmigrantes italianos dominaron la isla. Luego les cuento esa historia, pero la gente sabía que la ciudad era de todos, su grandeza radicaba en que todos aportaban algo y por eso esta historia nos enseña que...

En esta época egoísta, todos parecen olvidar que compartimos el mismo mundo, lugar y tiempo. Lo que importa no es estar juntos, lo que importa es estar unidos.

Sólo enfocándonos en las cosas que nos unen, y no en las que nos separan, podremos crecer como sociedad y país.

Fin.