Relacionamos la canción protesta con un señor contando sus cosas con voz suave y arpegio, pero The Cranberries demostraron en septiembre de 1994 que se podía hacer lo mismo con una muchacha berreando, metiéndole distorsión a la guitarra y leñazos a la batería. Hilo sobre Zombie.
En concreto, el tema se lanzó como single el 19 de septiembre del 94. Lo compuso en una noche Dolores O'Riordan, líder de la banda, con su guitarra acústica. Pero ya en el cuarto de ensayo el grupo comprendió que el mensaje que querían transmitir necesitaba el toque grunge.
La canción nació como reacción de Dolores, irlandesa, 22 años por entonces, al atentado terrorista del IRA —del PIRA, en realidad, pero por resumir— en la ciudad inglesa de Warrington, ubicada entre Liverpool y Mánchester. Explotaron dos bombas instaladas en sendas papeleras.
Era el segundo ataque que sufría la ciudad en un mes. El daño registrado aquel 20 de marzo de 1993 ascendió al medio centenar de heridos. Era sábado, una zona comercial, y las bombas mataron a dos niños: Tim Parry, de 12 años, y Johnathan —escrito así— Ball, que apenas contaba 3.
La letra arranca sin concesiones. La lentitud quizás aluda a que un niño tardó cinco días en morir tras la explosión, consecuencia de las heridas fatales. El último verso se pregunta, con una gramática peculiar, si ellos —como irlandeses, supongo— son quienes están equivocados.
La repetición de las bombas puede ser un recurso que muestre el hastío frente un conflicto que duraba ya décadas en Irlanda del Norte, o bien deberse a que en el atentado hubo una explosión y, segundos después, mientras la gente huía despavorida, estalló el segundo artefacto.
Cuando dice que no es ella, que no es su familia, evidentemente quiere desmarcarse del terrorismo. "Soy yo diciendo esto no es Irlanda, son algunos idiotas viviendo en el pasado", especificó en una entrevista de la época. "No soy el IRA, mi familia tampoco lo es".
Aquí retrata a los terroristas como zombis, como seres autómatas, sin cerebro, que no saben hacer otra cosa que matar.
Mención especial a la manera en la que Dolores pronuncia ZOMBIE, cómo modula su voz y cuántas cosas transmite con ese singular sonido que le sale del alma.
Aquí recoge el guante que ella misma se lanzó en la primera estrofa, y resuelve la duda sembrada: si la violencia trae este clima insostenible a nuestra tierra, este silencio, esta incomunicación, debemos ser nosotros los equivocados.
Con 1916 se refiere al Alzamiento de Pascua, un sonado intento por parte de los independentistas irlandeses de librarse de la soberanía británica. No lograron su objetivo, que llegaría un poco más tarde, pero la fecha se considera un hito dentro de ese proceso histórico.
Y el final llega con Dolores repitiendo ese zombie, siempre imprimiéndole a la pronunciación el sello que popularizaría el estribillo. Quizás en otras latitudes desconocieran su trasfondo político, pero el tema fue un éxito rotundo y lideró las listas de ventas en muchos países.
Otra cuota importante del éxito respondió a su espectacular videoclip, que intercala imágenes de soldados patrullando Belfast, niños jugando a la guerra, Dolores cubierta de maquillaje dorado frente a un crucifijo y rodeada de chiquillos plateados, murales y pintadas callejeras.
El vídeo fue emitido hasta la saciedad por la MTV, mientras que la BBC lo censuró por su crudeza. Hoy, desde que se subió a YouTube en 2009, acumula más de mil millones de visitas, convirtiéndose en uno de los videoclips de rock más reproducidos.
Por pura casualidad, Zombie se publicó solo seis días después de que el IRA anunciase una tregua pactada con el gobierno británico, luego rota en febrero de 1996. Todavía tuvo que pasar mucho tiempo, hasta 2005, para que los terroristas declarasen el fin de la lucha armada.
O'Riordan murió el 15 de enero de 2018. Tenía 46 años. Su cuerpo sin vida fue encontrado en una habitación de hotel en Londres. Tres días después, Colin Parry, padre de uno de los niños que mataron en el atentado, le agradeció sus letras "majestuosas y realistas".
Dolores falleció el día que pensaba grabar su colaboración en una versión de Bad Wolves. Ellos la publicaron sin su voz, como homenaje, donando los beneficios a sus hijos. En el vídeo, una actriz replica el look original y escribe la fecha de su muerte.
Y así termina esta historia. Como siempre, se agradecen los retuits y la difusión. La próxima semana, otro hilo con análisis y curiosidades de una canción. Mientras, si alguien se queda con ganas de más, aquí recopilo todos los que voy haciendo. Salud.
El mes pasado, viendo a Sabina cantar en los Goya, se me ocurrió un hilo: recopilar las referencias cinematográficas que ha repartido por sus letras. La idea se me olvidó, pero con el lío de los Oscar, no sé por qué, me he vuelto a acordar, así que aquí está:
Sabina y el cine.
Para que no sea interminable, voy a circunscribir las menciones a las estrictamente cinematográficas —pelis, directores, actores—. Así, dejo fuera personajes literarios o reales popularizados en la pantalla. Es decir: me salto Superman, Nosferatu, Bonnie y Clyde, etc.
Empezamos.
Sabina ya recurrió al cine en su primer disco. El protagonista de Tango del quinielista (1978) no olvida sus apuestas ni yendo a ver una película que el mundo conoció varios años antes, pero muy reciente en España: «Mientras Marlon Brando en la pantalla baila un tango en París».
Desde que anunciaron que el próximo estreno de Sorrentino se llamaría 'Fue la mano de Dios' intuí —tampoco había que ser un lince— que por fin iba a contar en una película su tragedia personal.
Quien considere esto un posible destripe/spoiler, que no siga leyendo este hilo:
Paolo Sorrentino es un napolitano nacido en 1970, lo que le sitúa con 14 años cuando Diego Maradona fichó por el equipo de su ciudad. Desde que cumplió 15 imploró a sus padres que le dejasen viajar para ver un partido como visitante, fuera de Nápoles, pero no había manera.
El 5 de abril del 87 el Nápoles jugaba en Empoli, provincia de Florencia. Restaban solo cinco jornadas para lo que podría convertirse en el primer título liguero de la historia napolitana. Locura. Sorrentino volvió a pedir permiso para ir. Era un desplazamiento de 500 kilómetros.
Anoche publiqué un hilo sobre Paloma, de Calamaro, haciendo hincapié en un verso extraño que siempre he cantado sin saber qué decía.
Llegaron tantas sugerencias que se me ocurrió un hilo alternativo recopilándolas, pero jamás sospeché que recibiría la solución DEFINITIVA.
El misterio, para quien no haya leído el otro hilo, era saber qué dice exactamente Calamaro en este verso. Es muy curioso: hasta en su propia web oficial aparece esto: un punto en lugar de la palabra cantada.
Las sugerencias y teorías que me habéis mandado eran interesantes: ampas, hampas, impasse, guampa. También Pampa, por ser Paloma pampeana.
La opción de «arpas» venía hasta con una prueba adjunta: así es como se transcribe en este vídeo oficial con letra de una versión reciente.
Andrés Calamaro acaba de cumplir sesenta añazos, y para celebrarlo ahí va un hilo sobre Paloma, una de las joyas de su cancionero. La letra es maravillosa y tan interpretable que incluye su propio misterio: un verso extraño que nadie sabe muy bien qué es lo que dice.
Para situarnos: Paloma y otras 36 canciones integraron Honestidad Brutal, quizás uno de los últimos grandes discos en español. Excesivo, majestuoso, apareció en 1999 y dicen que fue el más caro jamás grabado por su discográfica.
Hay quien lo llama el Apocalypse Now de Calamaro.
Antes de meternos con la letra, un detalle que los músicos que conozcan la canción ya habrán percibido: la melodía de Paloma es una adaptación del famoso Canon en re mayor de Pachelbel, compuesto en 1860.
Hoy hace 85 años que mataron a Federico García Lorca y es el mejor día para rescatar una de las letras más bonitas dedicadas a su figura. Hacedme un favor, aunque no la conozcáis: acompañadme hasta el final del hilo, que es cortito y termina con un giro político espectacular.
Solo en los siete primeros versos se encuentran hasta tres homenajes/parafraseos lorquianos. El arranque está sacado del famoso Romance sonámbulo; el yunque y el martillo recuerdan al Romance de la luna, una alusión que se confirma de inmediato gracias al «polisón de nardos».
La albahaca, los ojitos y el «brillo de facas» remiten a esta copla, popularizada por Concha Piquer, cuya letra fue escrita —inspirada en el Romance sonámbulo— por Rafael de León en una noche de juerga en Barcelona con Miguel de Molina y el propio Lorca.
Óleo de mujer con sombrero es una canción bellísima, inescrutable, de las mejores de Silvio Rodríguez —que no es decir poca cosa—. A su alrededor, con el paso de los años, se ha generado un curioso misterio: si existe el cuadro mencionado casi al final de la letra. Hilo.
Silvio escribió esta y otras canciones en 1970 tras recibir el encargo para una exposición celebrada en Santiago de Chile en 1972 —sonarían en el pabellón de Cuba—. Pero su publicación en un disco oficial no llegó hasta 1978, fecha del segundo álbum de Silvio, grabado en Madrid.
La letra arranca con el despecho frente a un rechazo reciente que duele todavía. Recalca mediante una anáfora —«se ha perdido»— las bondades que ella ha dejado escapar, entre las que destacan algunas con evidente carga sexual: la breve cintura debajo de mí, mi huella en su mar.