El Aeroparque Jorge Newbery está a apenas 5 km del Obelisco. Mueve anualmente más de 12 millones de pasajeros. Sin embargo sólo lo atienden unas pocas líneas de colectivos y es casi imposible acceder a pie. ¿Por qué no tiene subte o tren? ¿Se planeó alguna vez? ¿Se puede? Veamos.
Lo curioso es que el Aeroparque está emparentado al subte desde sus orígenes. Los terrenos donde está emplazado fueron rellenados en parte con tierra de las excavaciones para la construcción de la línea B. En estos planos de 1916 y 1931 se ve el cambio en la zona.
El Aeroparque fue inaugurado en 1947 sin conexión de transporte público, ni siquiera tranviaria. Volar, en esos años, no era para cualquiera. Los sucesivos planes de extensión del subte nunca lo consideraron, aunque en los últimos años empezaron a aparecer algunas iniciativas.
En 2013 la Legislatura aprobó desviar la línea H por la Villa 31 en lugar de llegar a Retiro por Libertador como se preveía. Este cambio, cuyo disfraz social ocultaba su evidente inviabilidad, justificó en los hechos cortar la línea en Facultad de Derecho, viejo anhelo del GCBA.
En ese marco, Subterráneos de Buenos Aires planteó la posibilidad de construir una bifurcación de Facultad de Derecho hacia Aeroparque. De esta manera, los trenes tanto de la línea H como de la C podrían llegar al aeropuerto. La idea no tenía ningún estudio detrás y no prosperó.
Otra candidata a llegar al Aeroparque es la línea I. Debería ir de P. Chacabuco a Pza. Italia y está prevista por ley, pero Larreta sólo planea un corredor de Metrobus. Si la línea se construyera algún día, en segunda fase debería llegar a C. Universitaria, quizás vía Aeroparque.
Hace pocos años Aeroparque estuvo a punto de tener tren. Las vías de la línea Belgrano Norte pasan justo por detrás de la terminal aérea. En época de Randazzo se anunció y llegó a licitar una estación, pero fue suspendida porque la ANAC y AUSA alegaron peligro operativo.
Inicialmente los pasajeros serían llevados en shuttle desde la estación de tren hasta la terminal aérea, práctica habitual en muchos aeropuertos del mundo. En un segundo tramo, estaba previsto construir un túnel bajo pistas que llevara a los pasajeros directamente a la terminal.
Según la ANAC y el Gobierno de la Ciudad contar con una estación de tren en Aeroparque era un peligro operativo, aunque por lo visto la autopista que pasa pegada a las pistas del aeropuerto no supone riesgo alguno. Cosas que pasan.
A falta de tren, en 2014 se inauguró el servicio estatal ArBus, que ofrecía ómnibus expresos al centro de Buenos Aires con paradas en distintos puntos turísticos. Más tarde comenzó a operar también a Ezeiza. Sin embargo, fue discontinuado en 2016 por el gobierno de Macri.
Ese mismo año el entonces legislador porteño Maximiliano Ferraro (CC) propuso extender el malogrado Tranvía del Este desde Retiro hacia Aeroparque. En vano, porque en 2017 el GCBA levantó las vías para construir la autopista Paseo del Bajo y nunca previó reponerlas.
La propuesta más reciente de llevar transporte masivo al Aeroparque surgió en la campaña electoral de 2019, cuando Matías Lammens propuso construir un tranvía entre Plaza Italia, Aeroparque y Ciudad Universitaria. En enero 2020, ya ministro de Turismo, Lammens volvió con la idea.
Posiblemente, la propuesta de Lammens esté inspirada en el caso de Río de Janeiro, que en 2016 inauguró un tranvía al Aeropuerto Santos Dumont, auténtico gemelo del Aeroparque. El tranvía de Río, que tiene alimentación por suelo, fue tal éxito que ya cuenta con tres líneas.
En 2017 el GCBA impulsó un concurso de propuestas ciudadanas. La más votada fue ampliar el horario del subte. Cuarta terminó la extensión a Aeroparque y en el puesto 14 el tren a AEP/Ezeiza. Había otras dos propuestas sobre subte. Pero la Ciudad Verde del PRO viaja en bondi.
Queda por último la discusión sobre el futuro de Aeroparque. Muchos pregonan que el espacio vuelva a ser un parque público, como antes de su construcción. En los últimos años la discusión sobre mudar o no la operación aérea a Ezeiza fue espasmódica. Actualmente se está ampliando.
La pregunta de cómo Aeroparque no tiene conexión de transporte masivo está incompleta sin referirse al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, la otra gran terminal aérea de Buenos Aires. Hace unos días exploré un poco la (no) historia del tren a Ezeiza:
La semana pasada estuvo en Buenos Aires mi amigo @gajodeluz con un dron. Va hilo con algunas postales porteñas que estuvimos haciendo. Estuvo, bah: a lo sumo tiré yo alguna idea. Algunas son medio obvias pero otras creo que les pueden interesar. Síganme, no los voy a defraudar.
Empecemos donde todo empezó: la Plaza de Mayo, con la pirámide y la ronda de pañuelos desde arriba. Este era un día brumosísimo, el domingo 5, en que terminamos en la Feria del Libro. Para la paranoia del Presiduende es rarísimo que no estuviera Pato con un FAL bajando drones.
De derecha a izquierda: el antiguo Palacio Municipal, la Avenida de Mayo, el Cabildo y la Diagonal Sur, con el Palacio del HCD y el Monumento a Roca al fondo. Nótese la medianera siempre horrible del Pasaje Roverano detrás de la reconstrucción del Cabildo histórico.
En estos días de reivindicación de Mirtha Legrand se me ocurrió ponerme a rastrear los afiches de todas sus películas en la mejor calidad posible. Vamos con el hilo definitivo de Mirtha Legrand, ícono del cine argentino (?). Todos sus carteles cinematográficos en orden.
Nos salteamos "Hay que educar a Niní" (1940) y "Novios para las muchachas" (1941) para arrancar por su primer protagónico, "Los martes, orquídeas" (1941). ¿Sabían que nos la copió Hollywood? Fue adaptada como "You Were Never Lovelier" (1942), con Rita Hayworth y Fred Astaire.
El segundo protagónico de Mirtha fue en "Soñar no cuesta nada" (1941), junto a Silvia. No pongo datos de director y elenco porque salen en los afiches. Del cartel original de Argentina Sono Film (el segundo) no encontré versión en alta; el otro es de la distribución española.
En estos días circularon rumores de que el gobierno de MiIei piensa implementar el modelo de open access ferroviario, pero se leen cosas muy confusas. La apertura del sector ferroviario a la competencia no requiere vender nada y sí bastante mejor Estado. ¿En qué consiste? Veamos.
Tradicionalmente, una misma empresa ferroviaria es la dueña de las vías y la responsable de los servicios (de pasajeros o carga). Así funcionó Ferrocarriles Argentinos hasta 1993 y también las concesiones del menemismo, como responsables de sectores "propios" de una red loteada.
En buena medida, el ferrocarril fue considerado un monopolio natural: a diferencia de la red vial, que habilita infinitas combinaciones de rutas, en los FFCC hay una coordinación muy precisa entre la infraestructura, el control de circulación y la operación en sí (correr trenes).
Con la evasión en los trenes, el nivel de subsidio y lo caro que nos sale contratarle los molinetes a Indra sería interesante alguna vez una prueba piloto del "sistema de honor" alemán: acceso libre, pero controles aleatorios y multas altísimas para quien no haya pagado boleto.
¿Cómo se paga el boleto? En principio igual, validando al iniciar el viaje (por ejemplo, con validadoras SUBE en el andén o colectivos). En la mayoría de las ciudades alemanas se usan tanto boletos digitales en QR como títulos de papel que se validan "picándolos" antes del uso.
Sólo comparando el funcionamiento real podría verse si es más o menos eficiente en recaudación. A priori podría ser más barato de controlar y más efectivo contra la evasión. Por lo pronto, donde lo adoptaron (Alemania, Austria, Suiza, Hungría, California) no volvieron atrás.
A ver si el tiroteo en el subte pone en agenda el peligro de que Retiro se haya convertido en un foco de delincuencia. Laburantes que vienen del GBA, turistas que van a tomar un micro, todos expuestos. No es progre reivindicar la precariedad ni facho querer que no te roben.
Las veredas de la Av. Ramos Mejía son tierra de nadie: mayor presencia policial sería disuasoria para el punguerío al menos por donde circulan transeúntes y turistas. No puede ser que estés esperando el bondi y te tajeen la mochila o que haya que zigzaguear esquivando puestos.
Luego está la línea del GCBA (acompañada por cierto progresismo) de que basta con "reconocer" el "Barrio 31" tal como está, romantizando la ocupación del espacio público, los callejones y las construcciones informales en lugar de urbanizar lo posible+relocalizar lo imposible.
La facilidad con la que aceptamos que una ciudad con la vida nocturna de Buenos Aires no tenga subte 24 horas los viernes y sábados.
Al menos, el subte podría funcionar hasta la 1:20, como era en la época estatal. Con la privatización se corrió el horario a las 22:30 con la excusa de hacer obras y jamás se recuperó (aunque hace unos años el GCBA lo extendió media hora más a cambio de atrasar la apertura).
Por supuesto lo mismo vale para los trenes metropolitanos, con la salvedad de que cubren los suburbios y no el pleno centro. El actual horario de cierre de las líneas es muy dispar. El Mitre casi no tiene trenes después de las 10:30 y el San Martín funciona casi toda la noche.