Verano de 1972. Doce pilotos de la Không Quân Nhân Dân Việt Nam (Fuerza Aérea Popular de Vietnam) reciben un curso de adiestramiento sobre cómo interceptar por la noche a los B-52 Stratofortress del Mando Aéreo Estratégico de la USAF. La medida no puede ser más previsora
En diciembre, EEUU desata la Operación Linebacker II. Las alas de bombardeo 43ª, 72ª y 307ª despliegan 206 B-52 D y G para atacar blancos estratégicos en Vietnam del Norte. Los B-52 realizarán ataques nocturnos desde las bases de Utapao (Tailandia) y Andersen (Guam)
Vietnam se defiende con sus MIG-21, muy superiores al B-52 en combate aéreo. Pero la misión no es fácil. Hay que despegar de pistas bombardeadas, burlar los cazas de escolta, cuidarse de los SAM propios, superar la defensa electrónica del bombardero y encontrarlo en la oscuridad
Los vietnamitas adaptan su táctica de ataque y fuga. Volarán bajo para evitar el radar. Cuando el control de tierra localice a los B-52, subirán para situarse por encima y detrás. Bajarán a velocidad supersónica, lanzarán los misiles y huirán aprovechando la inercia del descenso
Nadie ve un peligro en las 4 ametralladoras traseras de los B-52. Guiadas por radar y apuntadas de forma remota por un artillero ubicado en la cola, recuerdan a las torretas de la 2GM. Por eso y porque su alcance es inferior al de los misiles aire-aire, se las considera obsoletas
Pero el 18 de diciembre, en la primera noche de Linebacker II, el sargento Samuel Turner reclama el derribo de un MIG-21 con el fuego concentrado de sus cuatro armas de 12,7mm. Su B-52D se conserva en la base aérea de Fairchild y luce una estrella roja que acredita aquella gesta
Y el 24 de diciembre, en la séptima noche de ataques contra Vietnam del Norte, el aviador de primera clase Albert Moore, artillero del B-52D 'Diamond Lil', reclama el derribo de otro MiG-21. El bombardero se conserva hoy en la Academia de la USAF, en Colorado Springs
Los artilleros de los B-52 reclamarán 5 derribos durante Linebacker II, pero la USAF sólo certifica dos. Vietnam niega cualquier pérdida a manos de los bombarderos. Fuera como fuese, el aguijón de cola de los B-52 es un peligro más que deben afrontar los pilotos norvietnamitas
El mayor Phạm Tuân es consciente de ello cuando despega con un MiG-21MF de la base de Yen Bai, el 27 de diciembre de 1972. El avión pertenece al 921° Regimiento y luce el numeral 5121. Guiado por el radar terrestre, Tuân tratará de eludir a los Phamton de escolta y cazar un B-52
No es la primera vez que lo intenta. El 18 de diciembre había volado en otro MIG-21 desde Noi Bai. A 8 kilómetros del objetivo, encendió el radar. Las emisiones electrónicas delataron la posición de su caza, mientras las interferencias de los B-52 le impedían fijar un blanco
Tras escapar de los F-4, Tuân vuelve a Noi Bai. Al aterrizar, el MIG se mete en un cráter de bomba, pero su piloto resulta ileso. Ha aprendido una valiosa lección. Si quiere derribar un B-52, deberá detectarlo mediante un sistema que los americanos no puedan interferir: sus ojos
¿Pero cómo verá a un B-52 en la negrura de la noche? Explotando una debilidad de la táctica enemiga. Los B-52 vuelan en formaciones cerradas de tres aviones para maximizar la defensa electrónica contra los SAM. Y para prevenir colisiones llevan las luces de navegación encendidas
Tras deshacerse de su tanque de combustible externo, Tuân trepa hasta los 10.000 metros y acelera a 1.200 kilómetros por hora. El control de tierra le informa de la posición de los F-4, a los que, por ahora, ha dejado atrás. De repente, ve unas luces en el cielo. Gira hacia ellas
A 4 kilómetros del blanco, Tuân recibe permiso para disparar. Sabe que no debe encender el radar, pues desvelaría su posición, los americanos apagarían las luces de navegación y los B-52 serían invisibles en el cielo nocturno. Así que se acerca un poco más para asegurar el tiro
Ya está a dos kilómetros del objetivo, muy dentro del radio de detección del radar de control de tiro trasero del B-52 y en el límite del alcance de las ametralladoras enemigas. Es el momento. El MIG lanza dos misiles guiados por infrarrojos R-3 hacia el calor de los ocho motores
Tuân rompe a un lado y desciende a 2.000 metros para escapar. Por encima del MIG, el B-52D matrícula 56-0599, se tambalea. El ala izquierda, el fuselaje y la cabina han sido alcanzados. Cuatro motores no funcionan y uno de ellos está en llamas. Y hay tres tripulantes heridos
El piloto y el copiloto mantienen al gigante en el aire hasta salir de Vietnam. El capitán John Mize (en la foto) se queda a bordo hasta que Terrence Gruters, William North, Dennis Anderson, William Robinson y Peter Whalen salen del avión. Todos serán rescatados y condecorados
La USAF atribuirá la caída del Superfortress a un misil SAM. Vietnam, en cambio, acredita a Tuân con el derribo de un B-52. El piloto norvietnamita sobrevive a la guerra y gana varias condecoraciones, incluidas las Órdenes de Hồ Chí Minh y Lenin, y el título de Héroe de la URSS
En 1980, viaja en la Soyuz junto al cosmonauta soviético Viktor Gorbatko, convirtiéndose en el primer vietnamita en el espacio. Permanece en órbita durante algo más de siete días. Se retira en 2008 como teniente general. A sus 73 años, está casado y tiene dos hijos. Vive en Hanoi
El MiG-21MF número 5121 se expone en la actualidad en el Museo de Historia Militar de Vietnam, en Hanoi. Luce nueve estrellas rojas en señal de otros tantos aviones norteamericanos derribados. Salvo en EEUU, Tuân es reconocido como el primer piloto en el mundo en abatir a un B-52
Vietnam reclama un segundo derribo. El 28 de diciembre, el teniente Vu Xuan Thieu intercepta un Buff. Tras lanzar sus dos misiles, pide permiso para rematar al B-52. Los vietnamitas creen que estrelló su MIG contra el bombardero. Según EEUU, no se perdió ningún B-52 aquella noche
Del 18 al 29 de diciembre, los B-52 volarán 729 salidas de combate, lanzando 15.000 toneladas de bombas sobre 34 objetivos. Hanoi sostiene que derribó 34 B-52 y bautiza la Operación Linebacker II como 'Dien Bien Phu en el aire', comparándola con su decisivo triunfo sobre Francia
Las cifras de EEUU parecen ajustarse más a la realidad. La USAF admite la pérdida de 15 B-52 y la muerte de 33 aviadores. Linebacker II fue el canto del cisne de los americanos, que en marzo de 1973 ponían fin oficialmente a once años de guerra en los cielos de Vietnam. Kết thúc
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19 de enero de 1991. Tercer día de la Tormenta del Desierto. 14.30 horas. Siguiendo las órdenes del Cuarto Sector de Defensa Aérea, dos cazas Mirage F-1EQ del 89º escuadrón de la Al Quwwa al Jawwiya al Iraqiya despegan de la Base Aérea Saddam. Nombre en código del vuelo: 'León'.
A los mandos de 'León 2' va el teniente Ziad Al-Subhi Musa, un piloto inexperto pero deseoso de entrar en combate. En la cabina de 'León 1' viaja el capitán Hani Idris, un aviador experimentado y nada entusiasmado con la misión que le han asignado: interceptar a un grupo de F-15.
Aunque el norte de Irak es un teatro secundario, la USAF ha desplegado la 7440th Composite Wing en Turquía, con más de un centenar de aviones para atacar los principales objetivos militares e industriales de la zona, la mayoría de los cuales se concentra en Mosul, Irbil y Kirkuk.
28 de mayo de 1934. La Marinha Portuguesa alista oficialmente al que en ese momento es su navío más potente, el aviso colonial de primera clase NRP Afonso de Albuquerque. Diseñado para mantener la presencia naval en los territorios de ultramar, está destinado a hacer historia
Finales de 1961. La República de la India lleva catorce años disfrutando de su condición de país independiente, aunque en Nueva Delhi no están satisfechos. Los británicos se han marchado, pero Portugal mantiene tres enclaves coloniales en el subcontinente indio: Goa, Diu y Damão.
Agotada la vía diplomática -Lisboa se niega a negociar porque considera sus posesiones en la India parte de su territorio metropolitano-, el gabinete de Pandit Nehru decide acabar con 451 años de dominio luso y hacerse con las colonias por la fuerza. Es la Operación Vijay.
No debían liderar la misión, pero allí estaban, listos para soportar una vez más la brutal aceleración de la catapulta. En un parpadeo, el alferez de navío Terence Meredith Murphy y el alferez de fragata Ronald James Fegan estaban en el aire. Es la mañana del 9 de abril de 1965.
Murphy y Fegan pilotan el 'Showtime 602', un F-4B Phantom del escuadrón VF-96, número 151403. En principio, debían ser el punto del 151425, otro F-4B tripulado por el capitán de corbeta William E. Greer y el alferez de navío Richard R. Bruning. Pero ambos han terminado en el mar.
Un fallo en el motor de estribor durante el despegue desde el USS Ranger, había obligado a Greer y Bruning a eyectarse justo cuando su avión impactaba en el agua. Y aunque habían sido rescatados, no están en condiciones de liderar ninguna misión. Murphy y Fegan toman el testigo.
Octubre de 1919. La República Socialista Federativa Soviética de Rusia se tambalea ante el avance de los ejércitos blancos, apoyados por EEUU, GBR, Francia, Checoslovaquia, Polonia, Estonia, Lituania, Letonia, Rumanía, Serbia, Italia, Grecia, Australia, Canadá, China y Japón.
En el este, las fuerzas del almirante Aleksandr Kolchak han sido contenidas por Mijaíl Frunze, pero en el sur las tropas del general Antón Denikin y sus tanques ingleses han tomado Tsaritsyn (la futura Stalingrado), y ahora apuntan hacia Moscú, distante aún unos 400 kilómetros.
Pero es Petrogrado la urbe más amenazada por los blancos. Con la ayuda de británicos y estonios, el Ejército del Noroeste del general Nikolái Yudénich (18.500 hombres, 57 cañones pesados, 4 trenes blindados y 6 tanques con carristas ingleses) marcha hacia la cuna de la Revolución
31 de agosto de 1919. El submarino soviético Pantera sale a navegar al Golfo de Finlandia. Su objetivo es la Bahía de Koporye, donde los barcos británicos y estonios martillean a las tropas 'rojas' que frenan la ofensiva 'blanca' contra Petrogrado. Es una misión para la historia.
Alexander Zelenoy, Jefe de las Fuerzas Navales del Mar Báltico, quiere demostrar a su oponente, el contraalmirante Walter Cowan, que pese al reciente y espectacular ataque inglés a la base naval de Kronstadt, la flota 'roja' mantiene su poder de combate.
Para devolver el golpe a la Royal Navy, Zelenoy ha elegido al mejor de sus hombres: el teniente de navío Alexander Nikolaevich Bakhtin. A sus 24 años, el joven comandante del Pantera es el submarinista más capacitado de la Flota del Báltico. Y una estrella en constante ascensión.
En la cabeza del Primer Ministro aún resonaban las palabras del Secretario de Guerra. "Esta operación es una insensatez. No sólo no lograremos los objetivos, sino que sufriremos grandes bajas en el empeño". ¿Y si Winston Churchill tenía razón?, volvió a preguntarse Lloyd George.
Agosto de 1919. Gran Bretaña se dispone a acabar con la Flota Roja del Báltico. La coalición antibolchevique planea tomar Petrogrado, la capital de la Revolución, lo que exige eliminar la amenaza que suponen los acorazados y cruceros soviéticos para el flanco norte de la ofensiva
La misión recae sobre los hombros del contraalmirante Walter Cowan, oficial al mando del destacamento de la Royal Navy en el Mar Báltico, quien tiene sus propios motivos, entre ellos la seguridad de sus buques, para desear el hundimiento del Andrei Pervozvanny y del Petropavlovsk