Quino es de esas personas que ya estaba yo bien preparado para verlo partir y de todos modos no quería que llegara el momento.
Creo que definitivamente Quino fue el detonante de mi venita anarquista. Antes de Bad Religion fue Libertad.
Aunque Libertad era en ocasiones muy zurda para mi gusto. Manolito también me caía muy bien. Me enseñó que los cheques de sus burlas no tienen fondos en el banco de mi ánimo.
Aterrizado en la realidad, sin embargo, siempre fui más Felipe. ¿Voy a pasar todo el día leyendo historietas en vez de hacer los deberes?
Lo voy a hacer. ¿No me da vergüenza?
Ah, como! ¿¿No me da??
Hoy en día me sigo acordando de sus personajes. Como de la mamá de Mafalda. Recogiendo la casa y encontrando mis apuntes de economía, como ella encontraba sus partituras de piano. Mi profesor pensaba que yo iba a ser un gran analista. Pobre.
...pobre ÉL? :s
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
La respuesta corta que probablemente no te va a gustar: porque es imposible ser un buen músico sin bases sólidas de teoría musical.
Pero la respuesta correcta es un poco más larga porque la teoría musical NO es lo que muchos creen: 🧵
Cuando hablamos de teoría musical, casi siempre pensamos en clases aburridas de lectura de partituras y do re mi fa sol.
Y en efecto, eso es teoría musical. Y en efecto es aburridísimo. Es la parte súper aburrida de la teoría musical.
Y así, hay muchos músicos muy buenos que dicen que ellos no saben teoría y que no es necesaria.
Pero están mal: sí saben teoría musical. Saben identificar un acorde de oído. Saben qué notas van a sonar bien sobre él. Saben qué ritmo las hace bailar. Aunque no lo sepan nombrar.
A propósito de este mensito, en la mañana estaba viendo un post de @Artesindormirte donde decía que un cñor en España pensaba que Carmina Burana era una cantante.
El post en cuestión es parte de una serie que tituló "España no es país para músicos".
Y me quedé pensando cuánto de eso heredamos de los españoles. México tampoco es país para músicos.
Con todo lo popular que es su Huapango, el villamilon no se acordó de su nombre.
Lo que dice Nahre Sol en este video es algo de lo que se habla muy poco pero ah, cómo ayuda cuando estás buscando mejorar tu velocidad.
Básicamente, si no lo puedes escuchar en tu mente, no lo puedes ejecutar.
Por muchos años no supe cómo poner eso en palabras. Yo sentía que “tenía que alentar mi percepción del tiempo y ver todo en cámara lenta” para poder tocar rápido.
En realidad lo que sucedía es que en mi mente escuchaba un “blur” de notas, en vez de escuchar cada nota con claridad. Mi cerebro no podía dar la orden correcta a mis dedos porque ni siquiera sabía bien qué notas debían sonar.
"No Se Habla de Bruno" llegó como aplanadora a quitar a Adele del número 1 en Billboard. Así es, no solo destronó a "Un Mundo Ideal" de Aladdin y a "Let It Go" como la canción con más éxito de Disney, también se llevó a Adele.
Para que una canción de chisme en una película infantil le haya prestado manos a Adele para pelársela estamos hablando de que algo gigantezco sucedió. Claro que Lin-Manuel Miranda tiene un chorro de experiencia y ya nos había cautivado en Moana. ¿PERO A ADELE?
En días anteriores platicamos a fondo de la fórmula Disney para hacer que conectes con el personaje a través del diálogo, el canto, y la danza. Si no lo han leído, háganlo. Es punto clave para entender a Bruno.
En esta parte de la serie de hilos voy a intentar demostrar que, en el universo animado de Disney, el impacto del musical está directamente relacionado con las ventas de juguetes. Esto por supuesto que va relacionado a Luisa Madrigal.
Ayer platiqué acerca de la fórmula Disney para que conectes con los personajes a través del diálogo, la canción, y la danza. Como Howard Ashman era un genio haciendo esto.
Ahora sí, amigos. Unos meses después del estreno de la película, y ya que es seguro hacer spoilers, tengo algo que decirles: Necesitamos hablar de Bruno.
Como algunos de ustedes saben, durante principios de año vivimos una locura con Encanto. Primero, Luisa Madrigal. Vendiendo más figuras y juguetes que cualquier otro personaje de la película.
En segundo lugar, "No Se Habla de Bruno" rompiendo madres en todas las charts, y logrando lo imposible: destronar a "Let it Go" (Libre Soy) de la película Frozen como la canción de Disney más reproducida en la historia.