Nuestro grupo de expertos en radiaciones no ionizantes responde a esta pregunta.
👇🏼 ¡Dentro hilo! 🧵
Las cocinas de inducción funcionan mediante generación de campos en el rango de las frecuencias intermedias (decenas de kHz).
Se trata de campos relativamente intensos, aunque esa “intensidad” decae significativamente con la distancia.
La persona (👩🏽🍳🧑🏽🍳) estará expuesta a un campo más elevado cuanto más cerca se encuentre del elemento calentador o “fuego” activo mientras cocina.
Especialmente las zonas del cuerpo más próximas, como las manos, el abdomen o el pecho.
🚨 ¡Importante! 🚨
El conjunto de la información científico-técnica disponible no ha proporcionado evidencias de que la exposición a los campos emitidos por las cocinas de inducción represente algún riesgo para la salud de sus usuarios.
Aunque debemos tener en cuenta que los conocimientos sobre los efectos biológicos de los campos de frecuencias intermedias son todavía escasos e incompletos.
No obstante, la física de los fenómenos de calentamiento mediante los campos empleados en este tipo de cocinas permite asegurar que:
➡️ Los alimentos preparados en ellas no adquieren ninguna propiedad tóxica o dañina.
➡️Los alimentos no sufren ningún fenómeno de desnaturalización o degradación diferente de los que puedan tener lugar cuando se emplea cualquier otro tipo de fuente de calor, sea esta eléctrica, de combustión o por microondas.
Más información, en la sección "Pregunta a la SEPR" 👇🏽
Teresa Ortiz, controlando el desmontaje de una fuente de cobaltoterapia, en un ejercicio en una ECD y hace años, controlando la contaminación por Sr-90 en un tejado.
Carolina Hernández, en el Laboratorio de Bioeliminación de Dosimetría Interna del CIEMAT y con Inmaculada Sierra, “posando” con el poster que presentaron en el Congreso Conjunto SEFM-SEPR de Burgos.
Alegría Montoro, investigadora del Hospital La Fe de Valencia, en el congreso conjunto SEPR-SEFM de Valencia y contando dicéntricos en el Laboratorio de Dosimetría Biológica.