Imagina que estás en el mar, en un barquito, subiendo y bajando las olas...
Esta situación puede parecer idílica y relajante para muchos, pero para otros es una tortura llena de angustia, vómitos y ganas de que acabe.
Os presento el mal de movimiento o cinetosis.
¡Dentro hilo!👇
Pues eso, cinetosis no es lo que tiene el capullo de la fila 3 que no te deja escuchar la película... Es un trastorno que afecta a aproximadamente un tercio de la población y se tiene al percibir -o creer que se percibe- movimiento. Su sintomatología es variable.
Primero entendamos el equilibrio: Tenemos equilibrio gracias a una estructura del interior de las orejas llamada aparato vestibular. Una serie de canales rellenos de líquido y con células ciliadas que actúan como sensores y permiten saber la posición de la cabeza.
El mecanismo es sencillo: Si movemos la cabeza, se mueve el liquidito y las células ciliadas lo notan gracias a una antenita llamada cilio. Tras esto, mandan una señal al cerebro indicando la dirección a la que se mueve el líquido para que actúe en consecuencia. ¡Pum! Equilibrio
Por eso puedes intuir si estás tumbado, de pie o boca abajo, aunque cierres los ojos o estés bajo el agua.
AHORA BIEN, ¡batido de coco! si agitas rápido la cabeza o das muchas vueltas es muy difícil mantener el equilibrio porque has mareado a los cilios agitando el líquido.
+ ¡DANI, la cinetosis, que te pierdes!
- ¡Voy! ¿Qué pasa si llegan señales contradictorias? Es decir, si estoy mirando a algo que aparentemente no se mueve, pero noto movimiento, como en un barquito subiendo y bajando olas. Pues que nuestro cerebro cortocircuita.
Y como cortocircuita, le entra miedo y ansiedad porque no sabe qué está ocurriendo.
Esto activa ciertas regiones cerebrales como el núcleo del tracto solitario, el tegmento lateral y el núcleo parabraquial, relacionados con el reflejo del vómito.
¿Por qué precisamente el vómito?
Existen teorías que lo relacionan con el envenenamiento: Si comemos carne en mal estado o nos envenenan, reduciremos el número de toxinas en sangre vomitando aquello último que comimos y por tanto tendremos más posibilidades de sobrevivir...
O no...
Cuando éramos Australopithecus y antes de que el homo habilis desarrollara armas de protección, éramos una presa común de súper depredadores. Si ahí nos alimentábamos de carroña que no estaba en su mejor momento, el sentirnos mal y vomitar podría resultar en que nos cazaran.
Entonces claro, no es un rasgo deseable para la descendencia...
Así que otras teorías apuntan a que está causado por la pérdida del control del movimiento. Esta teoría, aunque tiene su sentido, ya que un conductor no suele marearse al volante, tampoco acaba de convencer.
La más aceptada es la (Traducida libremente) "Teoría del conflicto sensorial del mareo por movimiento" que básicamente dice que cualquier discrepancia entre las señales esperadas y recibidas representa un conflicto sensorial que potencialmente podría ser provocador del mareo.
Y lo importante al final: ¿Cómo lo podemos evitar?
Lo más eficaz es mandar a tomar por culo el barquito, pero si no queda otra...
Puedes entrenar girando con los ojos cerrados, primero poco a poco e ir aumentando la velocidad durante unos meses hasta que te desensibilices.
Si no tienes unos meses, se puede hacer farmacológicamente.
Con dimenhidrinato, escopolamina o prometazina atenúas las señales que llegan del aparato vestibular y chimpúm seacabó, aunque sus efectos secundarios pueden incluir mareos... (¡ups!).
¡Y con esto dejo de marearte! (pun intended)
Te mando un saludo a donde me estés leyendo, el placer ha sido mío y que pases una muy, muy, muy feliz semana.
Los que me seguís sabéis que no suelo escribir cosas de la COVID19 porque creo que lo tenemos hasta en la sopa, pero hoy toca.
Este equipo español ha conseguido crear un modelo predictivo de contagios y dispersión del Sars-Cov2, y están en el top5 del concurso @xprize. ¿Qué es?👇
Son (en términos científicos) un montón de equipos de matemáticos y bioinformáticos que compiten para crear un modelo entrenado con datos reales que te diga cómo se va a esparcir el Sars-Cov2 y qué medidas se han de tomar para que estos contagios sean los menores posibles.
Las evaluaciones de los modelos son en base a según cuánto se parece a la realidad, y estos investigadores han quedado 1eros según los datos de Asia (su modelo es el que más se parece) y 5os según los datos de Europa.
Parte del equipo es de mi ex uni, la @UPV 😊
Tu imaginación despierta monstruos de la infancia y corres hasta tu habitación. Palpas el interruptor y enciendes la luz.
En este proceso has dejado de ver y de pronto vuelves a hacerlo, pero ¿Podríamos ver en la oscuridad?
Hilo de cilios🧵
¿Y qué es un cilio?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul
+¿Qué es un cilio? ¿Y tú me lo preguntas?
Un cilio es un organoide celular, una prolongación de la membrana que se utiliza para transportar vesículas e interactuar con el medio. Puede moverse o no. se ven así:
De hecho, estás leyendo esto gracias a unos cilios especializados en captar diferentes longitudes de onda de la luz y transformarlos en señales eléctricas. Los conos y bastones. Mecanismo: un fotón choca con el cono o bastón, lo excita y puedes ver color o luz.
Imagina que estás en una isla paradisíaca, playas de arena blanca, una mar azul turquesa, cocoteros…
Pero te empiezas a encontrar mal, muy mal, peor de lo que te has encontrado nunca, te desmayas.
Al despertar en el hospital, giras la cabeza y ves lo siguiente:
¿ESO ES UN COCO?!
No hay otra explicación, es un coco, te están metiendo agua de coco en vena.
Te dicen que era imposible conseguir plasma, y en el estado de deshidratación que llegaste, era el coco o la muerte.
Y es que no eres el primero al que le hacen este procedimiento.
Se cree que el agua de coco intravenoso como sustituto de plasma sanguíneo comenzó en tiempos más convulsos, la II Guerra Mundial, cuando los soldados heridos en combate no tenían acceso a nada más, y para intentar salvar la vida, no les quedaba otra que improvisar
Tú imagina que eres un neurólogo, te viene un chavalín universitario un poco cabezón con una migraña y al hacerle un escáner cerebral te das cuenta que no tiene cerebro.
Pues esto es lo que le pasó a John Lorber.
<-----Escáner normal // Escáner del estudiante ----->
Lo que veis a la izquierda es un cerebro mundano, lo de la derecha es lo que se conoce como "Hidrocefalia", es decir, que en vez de haber masa cerebral (neuronas y cía), hay líquido cefalorraquídeo.
Este chaval estaba vivo y plenamente funcional con la cabeza llena de agua.
John se quedó como tú y como yo ahora mismo.
Solo que él, al darse cuenta de lo que tenía entre manos, publicó un artículo en Science con el título:
"Is Your Brain Really Necessary?"
Ahí es nada el cambio de paradigma, agárrate que vienen curvas.
Hay tecnologías que parece que siempre están a 30 años vista, bien sean materiales como el grafeno, viajar a Marte o técnicas como la terapia génica.
Como del grafeno y de viajes a Marte no tengo ni puta idea, voy a hablar de la terapia génica, que para algo la investigo.
El concepto es sencillo. Si tenemos una enfermedad causada por una mutación en un gen, pues cambiamos ese gen defectuoso por el correcto y chimpún se acabó.
Esta idea la propuso Theodore Friedmann en 1972 en una carta que envió a la revista Science. Fue muy cauto en dicha carta.
Y fue cauto porque escribió 3 puntos: 1. Aun no conocemos bien la recombinación de los genes en humanos. 2. Aun no sabemos bien cómo se correlacionan las enfermedades con los defectos genéticos. 3. No conocemos los efectos a corto ni largo plazo.