El Ministro de Trabajo confirmó que los trabajadores públicos tendrán una significativa pérdida de salario real el próximo año, que será equivalente a la totalidad de la inflación de ese año: 6,9% según las proyecciones del gobierno.
Si bien según el Ministro existe el compromiso de volver en ene-24 al salario de ene-21, la pérdida de salario que se produce en el ínterín no se recupera, cosa que también reconoció el propio Pablo Mieres ante la Comisión de Presupuesto del Senado
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Además, lo propuesto en el Presupuesto no está en línea con lo dicho por el Ministro: no asegura que en ene-24 se alcance el salario real de ene-21, ya que se toma como referencia un índice salarial promedio de los funcionarios públicos y no los ajustes mínimos generales ⬇️
Considera el Índice de Salario Real de trabajadores del Gobierno Central que, por ser un promedio recoge los ajustes diferenciales que se otorguen, así como los efectos de las reestructuras y el correctivo para compensar la pérdida salarial de 2020 previsto para ene-21⬇️
Por ejemplo, en el período 2015-2019, el incremento del IMS del gob. fue 9,2% mayor que los aumentos mínimos generales otorgados a todos los funcionarios. Esto demuestra claramente que el criterio propuesto ahora no asegura para nada que no exista pérdida salarial ⬇️
Lo dicho por el Ministro deja en claro que, más allá de intenciones, el Presupuesto no asegura que los trabajadores no vayan a perder salario real. Todo lo contrario, generará pérdida de salario real de un conjunto importante de trabajadores públicos.
Durante los gobiernos frenteamplistas la educación fue una prioridad en materia de presupuesto.
Los recursos destinados a la educación pública casi se triplicaron.
Aumentaron 187% en términos reales.
Un tercio del ajuste previsto para 2021 (15.000 millones de pesos) recae sobre la educación pública.
Esto significa menores salarios para docentes y funcionarios, menos recursos para el funcionamiento de los centros educativos y dificultades para ampliar la cobertura.