Thread by @eiglesiaspz

Todavía no me he manifestado al respecto de la Ley Celaá, #LOMLOE pero voy a abrir un hilo para las 4 personas (con suerte) a las que le interese leerme.
Va (MUY LARGO, ya os aviso):
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Cuando estaba en la universidad me declaraba fan acérrima de la educación inclusiva. Creo que todos hemos pasado por esa fase). Qué bien sonaban las teorías. Qué bien planteado el Index (2000) qué estupendos los libros de Echeíta y los decálogos de buenas prácticas de Arnaiz.

Qué maravilla la inclusión, que ya no solo formaba parte de los apuntes y las investigaciones, sino que adquiría peso en la NORMATIVA y se constituía como uno de los principios de nuestro sistema educativo.
Qué mal los centros de educación especial que separan y segregan. No?

Huelga decir que ni un 10% de mis profesores/as ejercían la educación EN LAS AULAS DE LOS COLEGIOS, así que, como los señores legisladores, en los despachos todo suena fetén, en clase todo sonaba ideal también.
Qué ganas de salir al mundo y cambiar todo lo que estaba mal.

Pero la vida quiso, que unos años antes de aterrizar en la educación pública, me diera un buen paseo sobre las entidades del Tercer Sector. Dos años formándome, trabajando y aprendiendo del ámbito de la discapacidad en adultos.
Y aquí vino el primer choque de realidad.

Las asociaciones intentaban (con los recursos que tenían) integrar/incluir a todas esas personas en la sociedad, de acuerdo a sus capacidades y a sus posibilidade y mediante una adecuada dotación de apoyos el gran objetivo era: la calidad de vida.

El tema es muy amplio e intervienen muchísimos profesionales desde varios sectores, pero una cosa estaba clara...cuánto facilitaban las cosas las experiencias previas?
Cómo influía en su desarrollo global, y por lo tanto, en sus posibilidades futuras, las competencias adquiridas?

Pues diréis, bueno, depende del grado de discapacidad.
Pero sabéis que influye NOTABLEMENTE sobre ese grado? EL CONTEXTO.
Y el sistema educativo es el contexto donde todas las personas nos tiramos muchísimos años.

Había dos perfiles claramente diferenciados:

1. Las personas que venían de un sistema de educación “ordinario”. Muy bien, habían estado integrados (integrados, que no INCLUIDOS) en sus centros educativos.

Realidad: habían estado unos 20 años haciendo la fotosíntesis, en un sistema que no está preparado para responder a sus necesidades, profesorado sin formar y unas medidas (ACS que tienen que partir del currículo cronológico, estamos locos?) lejísimos de ATENDER LA DIVERSIDAD.

Sin embargo, id a la normativa de vuestra comunidad autónoma, a ver qué os pone? Precioso, verdad?
Sigue estos sencillos pasos para incluir a tus alumnos, para garantizar su aprendizaje y su participación. Qué dices de ratio? De recursos? De evaluación real y no fiscal?

No solo habían recibido una formación absurda para su situación, sino que a nivel personal presentaban niveles de autoestima bajísimos, escasa autonomía, pocas habilidades sociales y ansiedad derivada de situaciones de bullying/acoso (hacer el vacío/ignorar, también es bullying)

2. Las personas que habían ido a centros específicos y habían seguido las etapas pensadas para el (máximo posible) desarrollo de sus capacidades: EBO, TVA, PCPI...etc.

Probablemente aún presentando grados de discapacidad superiores a los de sus congéneres de la ordinaria, habían recibido una formación y una respuesta pedagógica ADAPTADA A SUS NECESIDADES y basada en competencias reales: lectoescritura, habilidades de la vida diaria, HHSS...

Por lo tanto, mostraban un nivel de autonomía mucho mayor, de aceptación de sí mismos, de AUTODETERMINACIÓN, de capacidad para ejercer sus derechos...que les permitía seguir trabajando sobre ese proyecto de calidad de vida, formando parte ACTIVA de su proceso educativo.

¿Por qué? Porque desde el principio de su escolarización habían sido atendidos por profesionales formados y en centros específicos con todos los recursos necesarios. Que todo el profesorado debería formarse en atención a la diversidad? POR SUPUESTO. Lo está? Claramente no.

Ya sé que la teoría es muy bonita. Ya sé que el rollo es cerrar estos centros para que los centros ordinarios se adapten a todo el alumnado con independencia de sus características para garantizar el aprendizaje y la participación. Ya sé que está muy de moda el DUA, APS, etc...

Y hay muchos centros que trabajan innovando, donde el profesado se forma y se impulsan nuevas metodologías que tratan de garantizar una educación personalizada.

Pero también hay una realidad, y es que la gran mayoría de centros ordinarios, con ratios exageradas, recursos limitados, claustros inestables, burocracia extrema...NO ESTÁN PREPARADOS para atender a la diversidad.

Y hablo de diversidad como dimensión humana, ya no entro en características muy específicas como alumnado con TEA, PC, trastornos específicos...que tienen el mismo derecho a una educación de calidad.

Dejar abiertos los centros específicos, no es segregar, es ATENDER. Y para incluir no solo está la educación sino también la SOCIEDAD, con la obligatoriedad de permitir e incentivar la participación de todos sus miembros.

Si cerráis esos colegios, cerráis la educación a todos esos niños y niñas.

Ya sé que en el despacho os habrá quedado precioso.
Pero la realidad es otra.
Gracias a los que hayáis llegado hasta aquí.
#LeyCelaá #LOMLOE

Las familias tienen derecho a elegir qué educación quieren para sus hijos.
El Estado tiene la obligación de garantizar educación pública y de calidad para TODAS LAS PERSONAS con independencia de sus características.
INCLUSIVA, SÍ...ESPECIAL, TAMBIÉN.

@larotesmeyer