Hace solo dos años, yo sabía del #SaharaOccidental lo mismo que la mayoría de españoles: nada. Peor: por mi condición de periodista, creía saber algo; retazos de la Marcha Verde y ecos de la guerra. Estaban, además, los relatos de mi abuelo, enviado allí por la República.
[Hilo]
En @RSF_ES, llevábamos tiempo queriendo saldar una deuda moral con los saharauis no ya solo como españoles, sino como periodistas. Con el empuje de mi querido @alfarmada y mi añorada @aliciagmontano, me embarqué en la construcción de un lazo con el Sahara hoy ya irrompible.
Mi objetivo era remover las arenas de olvido que sepultan a los saharauis y escucharlos con humildad, pero también analizar la responsabilidad de los periodistas y medios españoles en un silencio que nos hace no ponerle al #Sahara la sensibilidad que sí le ponemos a Latinoamérica
Durante los meses de investigación que le dediqué al #Sahara, aprendí varias lecciones. La primera ya la he expresado: casi nadie sabe nada del tema. Por eso, es básico contextualizar, explicar que fue colonia española hasta 1975, que miles de saharauis tenían la nacionalidad
y que fueron abandonados a su suerte tras la entrada en el territorio de Marruecos, aprovechando la agonía del régimen español. Es importante insistir en que Franco, presionado por la ONU, ya tenía en marcha un referéndum de independencia y que por ello encargó un censo, que los
saharauis han usado años como referencia. La segunda lección fue que hay que diferenciar siempre al hablar del #Sahara los territorios ocupados por Marruecos, de los campamentos de refugiados de Tinduf (sur de Argelia), donde se hacinan unos 175.000 saharauis, desde la huida
de España y el estallido de la guerra entre el Frente Polisario (saharauis) y Marruecos, que duró hasta 1991. Parece una tontería, pero la ignorancia de los españoles es tal, que muchos mezclan los campamentos y el Sáhara ocupado. No es de extrañar así que los periodistas hayamos
transformado al #Sahara en un tema humanitario -no sin cierta autocomplacencia-, limitado a Tinduf, en el que priman los relatos sobre cooperación y niños de vacaciones en España. Todo esto está muy bien, si no fuera porque, como ahora se nos recuerda, el #Sahara es un conflicto.
El conflicto lo pagan los refugiados con el destierro inhóspito, pero se libra esencialmente en los territorios ocupados, donde la población saharaui es reprimida, perseguida, detenida, torturada y encarcelada, en función de su activismo con la causa. Marruecos reinvierte migajas
de lo que extrae del #Sahara -rico en pesca y fosfatos, bien lo sabía España, que lo entregó a Hassan a cambio de explotar sus recursos- porque quiere al territorio pobre, marroquinizado y sumiso. En este punto convergen intereses de España y Francia, pero también de la UE y EEUU
El Tribunal de Justicia de la UE decretó en 2016 que los acuerdos de asociación firmados entre Marruecos y la UE no eran aplicables al Sahara, porque no es territorio de soberanía marroquí. Repitió dos años después con los de pesca. curia.europa.eu/jcms/upload/do… curia.europa.eu/jcms/upload/do…
La máxima instancia judicial de la UE niega la soberanía de Marruecos sobre el #Sahara. ¿No es esta una noticia de inmensa envergadura? No lo fue en los medios españoles. Nadie ahondó. De hecho, las flotas españolas pescan a sus anchas en aguas saharauis.
En el Sáhara Occidental hay una misión de la ONU (Minurso), supuestamente encargada de velar por la celebración de un referéndum (¡está en sus siglas!), cuyos centenares de funcionarios se dedican desde hace 30 años a...¿qué? ¿alguien nos lo cuenta? Éstos son solo dos ejemplos de
cómo el #Sahara es fuente de noticias si le ponemos la mirada misma sensibilidad que a América Latina. Lo explico en el informe "Sáhara, un desierto para el periodismo"
file:///C:/Users/34609/Dropbox/Mi%20PC%20(LAPTOP-ALOUP8EA)/Downloads/2019_sahara_occidental_rsf_es_informe.pdf
Como se puede comprobar, he pasado de no saber casi nada del Sáhara a tener tanto que decir que nunca acabaría. Mi mirada periodística ha cambiado por completo, porque he querido aprender de los saharauis. De los refugiados y de los ocupados por Marruecos, que me han enseñado
la lección más importante de todas: las deudas de un país se saldan si tenemos memoria. La carga principal la tienen los Gobiernos, pero todos debemos contribuir a que se mantengan vivas, también los periodistas, de una forma muy sencilla: hablando de ellas. Los saharauis se han
hartado de silencio y han cogido las armas, porque saben que se hablaba más de ellos en guerra que cuando optaron por la vía pacífica. Los periodistas han vuelto a poner el foco en el #Sahara. Les invito con humildad a aprovechar la ocasión para cambiar su mirada y sensibilizarla
incluso si no pueden acceder al territorio, porque Marruecos se encarga de torpedear y expulsar a toda la prensa que intenta abordar los tres temas tabú que desatan su ira: el Islam, la monarquía y el Sáhara Occidental.
Descubrirán a un pueblo amable, fraterno, afectuoso, culto, respetuoso, digno, pacífico y, por increíble que parezca, sin rencor hacia los españoles. Como mi abuelo en el 35, yo lo hice y ya nunca podré separarme de mis amigos saharauis, a quienes envío todo mi apoyo y mi cariño
En enlace al informe, que no se activaba en el tuit donde se menciona. ¡Disculpas! rsf.org/es/noticias/sa…
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Querida @HelenaMaleno, tengo un recado de alguien para ti, que me gustaría compartir públicamente, porque revela la grandeza de tu tarea. Ejerzo como traductora y profesora de Cruz Roja para refugiados en Madrid. Hoy, estaba traduciendo la odisea de un joven de Guinea Conakry ⬇️
Su historia contiene los mismos patrones que se repiten en todas y tan bien conoces: persecución en su lugar de origen, grave peligro, huida por varios países cargada de horrores, llegada y estancia en Marruecos y travesía a España.
En su caso, zarpó en Zodiac desde Nador a finales de noviembre, y relata cómo se quedaron sin gasolina y con el motor gripado a la deriva más de 24 horas. “Nos dimos por muertos. No sabíamos si estábamos en aguas argelinas o españolas, porque el patrón confesó haberse perdido”