La enseñanza concertada en España - excepcional en el entorno europeo- sigue siendo el principal instrumento de adoctrinamiento en valores antidemocráticos y se sostiene a cargo de los presupuestos públicos.
La Enseñanza concertada únicamente escolariza al 15% de alumnos con necesidades educativas especiales o con riesgo de exclusión social
De facto la concertada segrega socialmente: en una ciudad media española la Pública escolariza el 70% de población clase trabajadora y clase media de renta media y baja, la concertada únicamente el 30%
En España hay poca enseñanza pública. El 68% de los alumnos va a un centro público, la media europea es el 81%. España es el cuarto país de Europa con menos escuela pública en Secundaria y el tercero en Primaria. En Europa únicamente la superan Bélgica, Reino Unido y Malta.
El problema no es únicamente financiero, también es de valores educativos democráticos: la educación concertada se ha convertido en uno de los bastiones de la derecha y la extrema derecha como Vox. Esto ha tenido su reflejo en campañas reaccionarias como el “pin parental”
Volvamos a las cifras. El Estado da 6000 millones anuales a la concertada. Los centros católicos reciben al año 4.866 millones de euros por su labor educativa, según sus datos. Se trata de 2.500 centros que corren a cargo de los impuestos de toda la ciudadanía.
Y ahora analicemos el rendimiento social de esas cifras ¿Qué tipo de alumnado se escolariza con este dinero de todos los ciudadanos?: el 79% de los alumnos de origen inmigrante están matriculados en la educación pública, únicamente el 14,1 % lo está en la educación concertada.
¿Qué ha pasado con este problema los últimos 15 años? ¿Se ha atenuado? No: ha empeorado. El dinero público dedicado a la red concertada ha aumentado un 50,4% desde 2004, mientras que el destinado a la pública está decreciendo continuamente.
Los datos del Ministerio de Educación hablan claro: en 2009 el gasto en conciertos suponía el 10,9% del presupuesto educativo, en 2015 alcanzó el 12,6%. En 2016, las administraciones destinaron a la concertada 6.055 millones de euros, casi 140 millones más que en 2015.
La enseñanza concertada en España es una excepcionalidad europea y un ataque al sentido común. Los padres que quieran una educación privada y religiosa para sus hijos que se la paguen de su bolsillo ¿o acaso quien quiere sanidad privada pretende que se la pague el estado?
Tengo unas patitas de gallo que no me gustan nada. Quiero que me las quiten en la clínica Dexeus y que pague el estado. Si este se niega ¿saldré a la calle con una pancarta diciendo el estado me deniega el derecho a elegir médico?
Y ya como final. Lo triste de esta historia de atraso educativo es que la ley de los conciertos tiene autoría de un gobierno de izquierdas: el PSOE del señor Gonzalez. La Iglesia lo había intentado con Suárez, pero este se negó ¿ sorprendente?
En cualquier caso es otro capítulo más que forma parte de la historia de la transición contada a la ciudadanía como un Cuento de Hadas.
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