Hoy os quiero contar lo que ocurrió cuando estaba buscando una historia que escribir y, por casualidad, descubrí la vida de un soldado de la Guerra Civil que se llamaba como yo.

#ElLibrodeToji

Venid conmigo... 👇 Image
Este hilo forma parte de la dramaturgia transmedia #ElLibrodeToji, PIEZA 2, que estoy presentando en el @FestOtono junto a @irene_ruiz

Los rezagados podéis leer aquí la PIEZA 1: “Introducción”.
¡Arrancamos!

Todo empezó durante una de esas noches de bloqueo. Cada vez más frecuentes en mí. Un escritor con el deseo de encontrar una buena historia, algo con peso, un relato que emocione.

Yo -ese escritor en crisis- y un ordenador... 🤯
Escribo un nombre en Google. Mi propio nombre: "Antonio Rojano".

Sí, todos lo hemos hecho, admitidlo. Pero a mí, la curiosidad me arrastra más allá, de un lado a otro, hasta que doy con una lista de nombres entre los que, por azar, “me encuentro”. Image
Como os cuento en el blog, la lista, en realidad, era una relación de muertos de una prisión franquista (Prisión Central de Orduña, País Vasco). En el artículo en cuestión se recogían dos centenares de fallecidos, víctimas en la prisión entre 1937-1941.

cronicasapiedefosa.wordpress.com/2016/11/28/ord…
Según ese listado, un hombre llamado Antonio Rojano Hornero había muerto en la Prisión Central de Orduña el 23 de mayo de 1940. Image
Sabré después que los presos murieron por muchas causas. Desde misteriosas caídas (¿suicidios-ajusticiamientos?) a enfermedades respiratorias, por el frío extremo. Aunque la causa de muerte más común entre los reclusos fue la avitaminosis. Es decir, la mayoría murieron de hambre.
Seguí buscando en Google y descubrí que Rojano también era cordobés, de Baena. No me extrañó porque nuestro apellido es muy común en la provincia de Córdoba. No encontré nada de su fecha de nacimiento.

¿Era joven? ¿Un anciano? ¿Cómo llegó a una prisión tan lejos de su casa?
Si había sido condenado durante la Guerra Civil, pensé, debería existir algún tipo de documento, de expediente oficial, ¿cierto?

Pues sí. En un buscador del Ministerio de Defensa, di con otro registro:

"Antonio Rojano Hornero. Sumario 1321. Legajo 2615." Image
El sumario se encontraba en el Archivo General e Histórico de Defensa de Madrid, donde guardan polvo los expedientes de la Guerra Civil. Si quería avanzar, tendría que abandonar la seguridad del escritorio y salir a la calle.

Estaba contento, pero... ¿qué me esperaba allí?
Debía cambiar el chip y dejar de ser un escritor para convertirme en un investigador. Lo que estaba claro es que Antonio Rojano había sido capturado y juzgado en la zona verde del mapa. Es decir, los sumarios de Madrid pertenecían al Tribunal Militar Territorial 1º. Image
Esta pista me acercaba a la idea de que era un soldado, ¿no? Alguien que había combatido fuera de casa y que había sido apresado y juzgado. Y si tenía una condena en firme, era más que probable que se tratara de un soldado del Ejército Popular de la República de España.
Y yo que siempre fabulaba con la Guerra de Vietnam y que huía de la Guerra Civil. Yo, que no tenía ninguna historia familiar ni ningún abuelo desaparecido.

¿Qué hacía yo metiéndome en esto?

Hola-qué-tal.
HOLA-QUÉ-TAL.
#panic
Si esto fuera un hilo trepidante y yo un verdadero Indiana Jones, os debería contar ahora cómo fui hasta la puerta del archivo a la mañana siguiente. Y debería relatar, después, cómo arranqué un nombre y una vida de la oscuridad.

Pero... WAIT no tan rápido.
Al día siguiente, en cambio, como escritor en crisis que era, me quedé en casa culpándome un poquito más:

¿Qué quería? ¿Qué pretendía encontrar en el archivo? ¿Acaso al abuelo o al bisabuelo desaparecido en la guerra que nunca tuve?
Y, lo más importante, ¿qué estaba haciendo? ¿Por qué no me ponía a escribir una obra de teatro y dejaba de jugar a la memoria? ¿No era algo gastado y pasado de moda?
Si me atrevía a ir, ¿qué me diría el funcionario?

"Y tú quién eres, chaval. ¿Familia? ¿Antonio Rojano preguntando por Antonio Rojano?"

Y una duda: ¿Necesitaría algún tipo de vínculo, algo que demostrara una conexión biológica?
Pero vamos, que sí, que si estoy escribiendo este hilo es porque al final fui al archivo y todas las dudas sólo eran fruto de la ansiedad y del miedo.

En concreto, fui el 2 de abril de 2018.
El Archivo General e Histórico de Defensa se encuentra en Moncloa. Está a un costado del Paseo Moret, en el interior de un viejo cuartel. En sus depósitos, medio millón de expedientes y Consejos de Guerra correspondientes a la zona centro (Madrid, Extremadura, Valencia, etc). ImageImage
Aclaración 1:

En este hilo voy a mezclar tiempos, vamos del 2018 al 2020. También viajaremos a los años 30. Seguro que me hago un lío. Así que espero que me disculpéis.

Por ejemplo, esta parte, aunque ocurrió en 2018, la quiero contar en presente, que esto es Twitter, ¿no?
Así que aquí me tenéis, en la puerta del cuartel (por cierto, con actividad dentro), envalentonado, dispuesto a entrar y a enfrentarme con la historia definitiva.

En el control de acceso un militar me pide que abra la mochila y le muestre el DNI.
Salvo el plátano maduro, que lleva ahí desde hace una semana, no hay nada sospechoso en mi mochila.

Vale, estoy dentro. Estoy bien. Voy hacia el archivo. Image
Debo admitiros que me siento un poco como Brody en #Homeland cuando... (SPOILER)
Un funcionario con bata blanca me pide que deje la mochila y el ordenador (hasta los bolígrafos y el cuaderno) en una taquilla.

"Por la seguridad de los pliegos que vamos a tratar y por el bien de su conservación" sólo me dejan acceder con unos folios en blanco y… un lápiz.
Dentro curso una solicitud y anoto el número de sumario (1321) y el legajo que busco. Ah, y el nombre del encausado, claro: ANTONIO ROJANO. Apunto mis datos y escribo: INVESTIGADOR. Lo pongo bien grande, en mayúsculas, a ver si también yo me lo creo.
El tipo de la bata blanca, distante, me lleva a una mesa de la sala de lectura. Me pregunto qué pensará cuando curse mi solicitud, cuando vea la confusión de nombres. Aunque creo que, trabajando con los expedientes judiciales de la Guerra Civil, habrá leído cosas más raras. Image
Llevo un rato esperando en mi mesa. Por ahora, nadie me ha preguntado quién soy ni por qué estoy aquí. Nadie quiere saber nada.

Ya no hay marcha atrás.
No estoy solo. Levanto la cabeza y un par de ancianos rebuscan entre las páginas de sus expedientes, cada uno en la parte de la mesa que le han asignado. Ellos no parecen impostores, sino familiares, gente que quiere saber más sobre sus desaparecidos. Siento un poco de vergüenza.
El tipo de la bata blanca regresa y deja delante de mí una carpeta de cartón. Mi corazón se dispara. Abro la carpeta. Saco el pliego del expediente... Estas páginas tienen 80 años de vida. Entre el sudor y la presión, me da pánico deshacerlas entre mis dedos.
Bueno, Antonio, relájate. Ya lo tienes aquí. Sólo cuenta lo que ves.
En la portada aparece su nombre mecanografiado. También el famoso 1321 del sumario. Y encuentro nuevos datos: "Auditoría de Guerra del Ejército de Operaciones del Sur", "Plaza de Mérida", "Consejo de Guerra Permanente de Badajoz". Image
Además, un laberinto de sellos, números y fechas: 30 de diciembre de 1940, 25 de mayo de 1943, 8 de febrero de 1944, 18 de abril de 1944...

No sé bien a qué se corresponden. Quizás a posteriores revisiones del documento. ImageImageImage
He pasado las 60 páginas sin ningún criterio. Sólo las miro por encima. No entiendo nada. Me siento cegado. La letra manuscrita. El papel amarillento y deshecho. No entiendo la mitad de las palabras... ¿Qué significa todo esto? ¿Por dónde empiezo?
STOP.

Antes de continuar vamos a viajar al futuro. Sólo unos meses. Será un pequeño salto.

Debéis saber por qué he titulado a esta pieza #ElLibrodeToji y no #ElLibrodeAntonioRojano
En la primavera de 2018 yo había ‘aplicado’ para una residencia artística de @ACEcultura en Corea del Sur. Ya sabéis, los escritores también comemos y las becas son de gran ayuda. Pues tuve suerte, aquel mismo mes de mayo me llamaron y me dijeron que me iba tres meses a Seúl. Image
Por supuesto, lo primero que hice fue contárselo a mis padres. Por supuesto, la idea le aterró más a mi madre que a mi padre. Un clásico en mi familia. ImageImage
Y sí, aquél chiste se hizo bastante común:

MENOS MAL, no era la "Corea MALA". Je. 😅
Sin saber bien si escribiría una novela o una obra de teatro, decidí que el material de partida sería la historia del soldado que se llamaba como yo. La Residencia Toji se presentó como la señal definitiva para avanzar en una investigación que crecía en ese momento.
El verano pasó volando y, tras 17 horas de viaje ✈️🚄🚌, aterricé en Toji el 3 de septiembre de 2018.

(En realidad, el sitio no estaba en Seúl, sino a cien kilómetros, en mitad de la nada, junto a una modesta ciudad llamada Wonju). ImageImageImageImage
Esto es Toji. Aquí viviré durante tres meses. 😍 Image
He vuelto a este falso presente aunque ya han pasado dos años de aquello. Quizá Toji sea el lugar más mágico desde el que nunca he escrito.
Los que no me seguís o no me conocéis supongo que estáis pensando que me lo estoy inventado todo. Y es cierto que los hilos de Twitter abusan de la ficción y, bueno, es un engaño compartido.

Pero yo no quiero engañaros. Todo lo que aquí escribo es verdad. Image
Toji es una residencia de artistas fundada por la escritora Park Kyung-ni (1926-2008). Esta autora es muy famosa en Corea del Sur. Escribió una novela de ¡16 volúmenes! titulada #Toji (토지) Esta palabra es importante. En castellano podría traducirse como "tierra" o “país". Image
He dicho 16, pero depende de la edición. Creo que hay una en Corea del Sur con 21 libros. Por desgracia, su obra no está traducida al castellano. En resumen, es una obra épica que recoge a través de las vivencias de sus personajes toda la historia de Corea de los siglos XIX y XX. Image
Y digo que es bastante famosa porque ha inspirado películas, adaptaciones televisivas y K-dramas.

¡Mucha ficción!

Pues nuestra querida Park, antes de morir, quiso dejar en su legado un espacio para que los escritores (y otros artistas) pudieran trabajar en mitad de la naturaleza. Y #Toji cumplía con lo prometido. ImageImageImageImage
Este vídeo es del primer día, yendo a desayunar al edificio principal desde mi habitación. Os podéis hacer una idea.

#SoundOn 🔊

Los escalones, cuentan, fueron construidos así -muy cerca unos de otros- porque, al parecer, Park era muy muy bajita.
Bueno, no voy a compartir todas las imágenes de Corea (que lo haría), porque creo que con esto os hacéis una idea.

Al principio, en #Toji, me costó arrancar con la escritura. Tardé unos días en darme cuenta que no estaba de vacaciones.
Pasé las primeras semanas conociendo a mis compañeros, bebiendo soju y makgeolli🍶, perdiendo al ping-pong 🏓y saliendo a la montaña a caminar🏔️.

Los coreanos aman el senderismo. Y, ¡ejem!, la bebida. ImageImage
Y, sin más, me había olvidado por completo de Antonio Rojano y de lo que había ido a hacer allí.

Como con este hilo. Así que volvamos atrás. A un nombre mecanografíado en un papel amarillento.

¿Quién fue Antonio Rojano?
A esta gran pregunta le seguían otras: ¿Qué hizo durante la guerra? Si era un soldado, ¿en qué frentes estuvo? ¿De qué fue responsable? ¿Cuántos años tenía cuando murió? ¿Dejó familia? ¿Mujer? ¿Hijos?
Volvamos atrás en el tiempo. Es abril, 2018, y sigo en el Archivo Histórico de Defensa, frente al Consejo de Guerra de Antonio Rojano, Sumario 1321. Voy a contaros lo que encontré.
¡Primera respuesta!
En uno de los primeros documentos aparece su partida de nacimiento. El juez la solicitaba al Ayuntamiento. Encuentro, por fin, el dato clave para saber su edad.

Antonio Rojano había nacido el 25 de marzo de 1914.
Durante su juicio (mayo-junio del 39), Rojano tenía 25 años. Image
Era mucho más joven de lo que me esperaba, lo admito. Por un momento pienso si me he precipitado al imaginar una posible descendencia. Si hago la cuenta, era demasiado joven cuando murió.

En mayo de 1940 sólo era un chaval de 26 años.
En 2020 podríamos decir que este hombre, con 25-26 años, apenas ha empezado a vivir, ¿pero no sería lógico pensar que, en los años 30, alguien tan joven fuera 'cabeza de familia'? Tiene sentido, ¿no?
Pero, un momento, no puedo olvidarme de los años de la guerra. Estoy contando la edad cuando murió. Pero Rojano tenía sólo 22 años y cuatro meses cuando empezó la Guerra Civil: el 18 de julio de 1936.

Ahora tengo más dudas. Demasiadas dudas.
Bueno, sigo.

En otro documento encuentro su primera declaración. Recoge más datos. Esta ficha parece un cuestionario que ha sido respondido por el propio soldado. Con sus respuestas podría dibujar el mapa de los lugares dónde estuvo durante el conflicto armado.

Y mucho más:
Su ficha de detención señala que es hijo de Antonio y de Rafaela, natural de Baena (Córdoba), que tiene 25 años de edad (en 1939) y que su profesión es "barbero". Más abajo, anota que su afiliación es socialista, “igual que su padre”. Image
Me gusta el equívoco, que será recurrente en los documentos, con la confusión de su apellido: Hornero - Homero.

La cabeza viaja desde Madrid hacia "La Ilíada", la famosa epopeya griega. Y pienso en el cuerpo sin vida de Héctor cuando Aquiles le niega el descanso. Image
Pero eso es de otra película.
Rojano entró voluntario el 1 de enero de 1937 en "las milicias rojas” y perteneció a la 88ª Brigada Mixta antes de pasarse a la 189ª. El joven alcanzó el grado de teniente. Durante dos años, recorrió el frente de Andalucía y de Extremadura.
El 27 de marzo de 1939, cinco días antes del final de la guerra, había cruzado las líneas franquistas por el sector de Castuera (Badajoz), en el frente extremeño.

Es decir, su compañía se había rendido pocos días antes de la derrota definitiva del 1 de abril.
Preguntado por las poblaciones que había recorrido en la "zona roja", un listado resumía su actividad militar durante la contienda: Baena, Manzanares, Pozoblanco, Manzanares (?), Andújar y frente de Extremadura (vida de trincheras). Image
Si hablamos de las batallas en las que participó, la más importante sería la de Pozoblanco, una reconocida victoria republicana. Habría estado allí con la 88ª BM y eso es algo que podía investigar. El resto del tiempo, su labor militar sería menos reseñable: mantener el frente.
Usando Maps salía esta imagen, que se correspondía con los límites y la retaguardia de la zona republicana. El frente se mantuvo estático en esa región desde 1937 hasta 1939.

El mapa de la derecha es de marzo de 1939 y la "zona roja" queda claramente acotada. ImageImage
Antes de superar el último tercio de la página, tropiezo con dos palabras manuscritas. Dos palabras que forman... un nombre. Su firma. De pronto, entiendo que este papel, la misma página que ahora sostengo, estuvo en sus manos.

Siento un escalofrío.
Aunque yo no existiera y penséis que esta historia no es real, necesito que sepáis que Antonio Rojano sí existió, y que estuvo vivo, y que vivo firmó este papel. Image
Más datos y una nueva revelación:

Aparecen otros nombres. Sus padres, sus hermanos, sus abuelos, una dirección en Baena: plaza Francisco Valverde nº 26.

Busco en Maps y doy con un edificio humilde de una planta. Ahora parecen dos cocheras. Image
Y la revelación:

El estado civil de Rojano es CASADO. Así que sí, tenía una esposa. Más abajo encuentro su nombre. La mujer se llamaba Teresa Escribano y era natural de Campillos (Málaga). Image
Por un lado, siento que esto avanza. ¡Bien! Por el otro, cada nuevo dato abre nuevas preguntas. Y no sé si todas tienen respuesta.
Lo que estas páginas no cuentan es cómo dos personas, de provincias diferentes, llegaron a conocerse en mitad de la guerra. ¿Cuándo se conocieron? ¿Fue antes o durante la contienda? ¿Dónde se casaron? ¿Cuándo se vieron por última vez? ¿Qué fue de Teresa?
¿Qué pensáis? Ayudadme.
Aclaración 2:

Los documentos te ofrecen los datos, los puntos de unión de un enorme dibujo, pero el trazo que los une (y la vida entre ellos) permanece oculto. Y este no-poder-saber me empezó a obsesionar.

Mi imaginación se incendiaba pero mi deseo era escapar de la ficción.
Necesito encontrar algo a lo que anclarme. Algo real.
Antonio sólo es, hasta ahora, una firma en un papel. Y yo necesito un rostro, una imagen, un cuerpo que lo haga humano.
Si ahora os preguntara a vosotros cómo es un miliciano, automáticamente vendría a vuestras cabezas la siguiente imagen.

Y, claro, también vino a la mía. Image
Mucho lo sabréis, pero esta imagen que dio la vuelta al mundo es un fraude.

Fue una gran portada. Pero no, NO fue tomada en el frente, ni tampoco el miliciano se llamaba Federico Borrell García. Y, lo mejor, NADIE murió aquel día.
Ven, Capa, tenemos que hablar.
Según la historia oficial: “Robert Capa era un fotógrafo top que recorría el frente sin ningún miedo. La imagen fue tomada en Cerro Muriano, Córdoba, durante una batalla. Un par de soldados cayeron muertos delante de él”.

Qué ojo tenía. Qué oportuno. Ojalá ser Capa. Pero NEIN.
Robert Capa eran dos personas. También, una mujer: Gerda Taro. Y muchas de sus imágenes se confundían y mezclaban. La célebre foto fue tomada lejos del frente. Según los historiadores, los soldados “juegan” a la guerra. Atacan y son atacados. Se hacen los heridos. ImageImageImageImage
Los negativos de la “Maleta Mexicana” ayudaron a los especialistas a analizar el paisaje de fondo: la sierra de Cabra. Hoy se sabe que el lugar en que se tomaron las fotografías queda muy lejos del Muriano. Se conoce como la Loma de las Dehesillas y está en Espejo, Córdoba. Image
La zona franquista se hallaba a más de 13 kilómetros y ese 5 de septiembre de 1936 no se recogieron en la región de Espejo ataques ni víctimas mortales.

Si queréis saber más:

elmundo.es/andalucia/2013…
Y sobre la VALIJA/MALETA mexicana de Robert Capa:

es.wikipedia.org/wiki/Valija_me…

También existe un documental que podéis buscar en internet.
Es decir, si no había frente, no había batalla. Si no había batalla, no había muertos. Por lo que esa imagen icónica fue (muy-muy-posiblemente-vaya-que-sí) un fraude.

La idea de unos soldados que "jugaban a la guerra" no tenía, por otra parte, desperdicio.

El teatro siempre...
Aclaración 3:

Aquí os dejo una imagen de Capa y de Taro. Nunca olvidéis que gran parte del éxito del primer Capa se lo debe a ella. Taro murió durante la Guerra Civil. Por culpa de un error fatal: fue atropellada por un tanque republicano en el verano de 1937. 😥 Image
Dicho esto, Espejo se encuentra a una veintena de kilómetros de Baena, pueblo natal de Rojano. Así que ese soldado, más que Borrell, podría ser ÉL. Image
Por lo que, para mí, Rojano ya tenía un rostro Image
Ahora puedo mirarle a los ojos y preguntarle: Antonio, ¿qué pasó en Baena los primeros días de la guerra? ¿Cómo sobreviviste al golpe militar? ¿Cómo conociste a Teresa? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Recordad que en 1936 Rojano tenía sólo 22 años. Pensad en vosotros con 22 años y de repente... ¡Zás!, estalla una guerra fratricida en vuestro país.

Y nos quejamos por llevar mascarilla, chicos.
Bueno, voy a comer y ahora sigo. La verdad es que está viniendo muy bien escribir este hilo. Me ayuda a ordenar las ideas para las siguientes piezas de #ElLibrodeToji.

Espero que este extraño viaje os interese. Nos vemos en una hora.

Ah, y os prometo algunas respuestas.
¿Seguimos o no seguimos?
Ya estoy de vuelta donde lo dejamos, en el Archivo Histórico de Defensa, frente al sumario 1321, el que corresponde al Consejo de Guerra de Antonio Rojano Hornero.

¿Qué le ocurrió antes de que saliera de Baena? ¿Cómo fue la Guerra Civil en esa región de Córdoba?
Según una carta, a orden del juez, el alcalde de Baena certificaba la buena conducta del preso en los meses previos al golpe militar. A pesar de tener "ideas socialistas", como su padre, su familia se dedicaba a las labores necesarias para "poder comer". Estaba limpio. Image
Días después, pasó algo. Una nueva carta rectifica la anterior. Rojano tomó parte “en contra de nuestra causa nacional, actuando con armas en las calles con las hordas revolucionarias, como así mismo es de SUPONER interviniera en los asaltos” a las casas. Image
¿Por qué se produce este cambio? No lo sé.

El Alcalde se desdice y ahora tiene informes que atestiguan que Rojano no había tenido tan buena conducta en los días que siguieron al 18 de julio de 1936.
Estos informes se acompañaba de la declaración de una testigo: una vecina. Una mujer a la que llamaremos "Concepción S".

"Concepción S" declara que, en los días posteriores al 18J, Rojano había entrado en su domicilio armado con una escopeta de dos cañones.
Indica que iba con un nutrido grupo de asalto de "30 o 50" hombres. Todos armados. Afirma que llamaron a su puerta y le preguntaron “que dónde estaban allí los fascistas”. El grupo se llevó la escopeta de su marido así como herramientas de labranza y los colchones de las camas. Image
Después, los hombres se llevaron a "Concepción S" a la fuerza hacia el convento de San Francisco, donde habían retenido a otros tantos vecinos de familias pudientes. Ella atestigua que Rojano entró en su casa, aunque no fue él quien la llevó al convento.
Lo afirma, sin lugar a dudas, porque ella era vecina de Antonio Rojano. Vive, como él, en la plaza Francisco Valverde. Rotunda, señala que Rojano iba el primero del grupo pero no sabe decir si era el "cabecilla". Poco más aporta de lo que pasó más tarde en el convento.
La declaración de "Concepción S" ilustra lo que ocurrió en muchos pueblos de Andalucía durante los primeros días de la guerra. Los vecinos, enfrentados, formaban sus propias milicias y peleaban en las calles de los pueblos, a la espera del Ejército.
Lo que ocurrió en Baena podría considerarse una Guerra Civil en miniatura. Semanas después, contactaría con Arcángel Bedmar @arcangelbedmar, historiador especializado en Memoria Histórica.

Todo lo que pasó en Baena lo cuenta en uno de sus libros: "Baena Roja y Negra". 👇 Image
Como señalan las investigaciones y certifica la testigo, Antonio Rojano habría formado parte de los grupos de republicanos, socialistas o anarquistas, que entraban a la fuerza en las casas de las familias afines a los sublevados.
Entre el 18J y el 28J, en las calles de Baena, se desarrolló una guerra de guerrillas. Cada día se tomaban casas, calles y hasta barrios enteros. Y a los prisioneros les llevaban a cuarteles improvisados, con la esperanza de que pudieran ser utilizados como moneda de cambio.
Por el lado republicano, los prisioneros eran llevados al convento de San Francisco. Por el lado sublevado, al ayuntamiento y al cuartel GC. Pascual Sánchez Ramírez, el teniente de la Guardia Civil de Baena, dirigía las acciones de los rebeldes tras imponerse el bando de guerra. Image
Sin armas y sin entrenamiento militar, los labradores se enfrentaron durante 10 días a un ejército de 230 derechistas y guardias civiles, fuertemente armados, atrincherados en el centro del pueblo (Plaza del Paseo). Y cuando estaban a punto de vencer...
...partió desde Córdoba capital una columna con las tropas del Coronel Sáenz de Buruaga.

Le acompañaban guardias de asalto, guardias civiles, falangistas, legionarios y soldados regulares. Los mercenarios de Tetuán iban a la vanguardia sembrando el terror.

Aquí, Buruaga. Image
Debo recordar que Córdoba había caído en manos del ejército sublevado sin mostrar apenas resistencia el 18 de julio de 1936.

Desde Sevilla y Córdoba se dirigían gran parte de las operaciones militares franquistas en el Sur, con Queipo de Llano a la cabeza.
En apenas un par de horas, Baena estaba bajo el control de los militares rebeldes. Los republicanos huían, se entregaban o resistían el asedio desde el interior del convento, junto a los derechistas prisioneros que podían servirles de salvoconducto para salir vivos de allí. Image
Durante la tarde del 28J, todos los hombres del pueblo, indistintamente, fueron llevados al Paseo (así se conocía la plaza del Ayuntamiento).

Los tumbaron en el suelo con un pañuelo blanco atado en el brazo y los terratenientes iban y venían, salvando a unos y dejando a otros. ImageImage
Pascual Sánchez Ramírez, el guardia civil que había dirigido la resistencia franquista en Baena, se envalentonó al verse en compañía del ejército y en un ataque (de ira o de venganza) comenzó a ejecutar a los que no habían sido salvados por los señores del pueblo.
Mientras tanto, Sáenz de Buruaga, victorioso, mataba el calor con una cerveza en el casino de la plaza, dejando la primera represión del pueblo en manos del guardia civil.

Pero ¿qué pasaba al otro lado?
La sangre en la plaza (azul) corrió tan rápido como el rumor. En el convento (rojo), sin salida posible, los republicanos se entregaron a la locura del ojo por ojo y asesinaron a 73 personas entre hombres, mujeres y niños. Image
En el Paseo, el número de muertos nunca ha estado claro. Según los historiadores, se estima que con la llegada de Buruaga, entre el 28 y 29 de julio de 1936, el bando franquista asesinó entre 300 y 700 personas. Los testimonios orales no suelen bajar de los 1000 muertos.
Como ocurre en todo el país, en Baena hubo víctimas de los dos bandos. Como ocurre en todo el país, unas se contabilizaron y otras no.
Aquí podéis ver un fragmento de un documental de Canal Sur en el que se habla de este suceso. También, podéis escuchar a Arcángel Bedmar, uno de los dos historiadores que me han acompañado en este viaje y que será muy importante en esta historia. Ya lo veréis.

#soundOn 🔊
Hasta aquí es un relato conocido. Una historia que se repitió en muchos pueblos de España. Si pienso en Antonio, me pregunto cómo pudo sobrevivir a la entrada de Buruaga y resistir en Baena hasta el 5 de agosto, fecha en la que huyó según el Consejo de Guerra.
¿Por qué "Concepción S" no le delató en ese momento y lo hizo 3 años después? Si había participado en los saqueos, ¿no era razonable que se supiera durante los primeros días de represión?

Mmm...

Lo único que ahora puedo confirmar es que Rojano salió de allí con vida.
El 5 de agosto de 1936 el General Miaja (republicano) realizó una ofensiva sobre la región y algunos de los vecinos aprovecharon para escapar. Entre ellos, Antonio Rojano. Image
Desde este día y hasta la fecha de su rendición, tres años después, sólo tengo la lista de municipios por los que pasó como soldado. En algún momento de estos años, los años de la guerra, fue cuando Antonio conoció a su esposa, Teresa Escribano. Rojano había escapado solo.
Entre esos municipios, es más que lógico pensar que el primero fuera Manzanares (Ciudad Real). Investigando, descubro que unos 4000 refugiados del campo andaluz llegaron allí en 1937. La mayoría, cordobeses. Image
Más adelante sabré que Teresa Escribano, al estallar la guerra, había huido de Campillos hacia Málaga capital.

Con la caída de la ciudad, en febrero de 1937, Teresa Escribano formó parte de uno de los eventos más trágicos y desconocidos del conflicto: "La Desbandá".
Sobre "La Desbandá", también conocida como "La Masacre de la carretera Málaga-Almería", se puede encontrar información en muchos manuales de la guerra.

O en este artículo de la Wikipedia:

es.wikipedia.org/wiki/Masacre_d…
Tras la caída de Málaga, el ejército franquista y sus aliados atacaron, por mar y aire, las columnas de refugiados que intentaban huir hacia Almería, matando entre 3000 y 5000 personas.

Uno de los episodios más trágicos de nuestra guerra, sin duda alguna. Image
Teresa Escribano vivió aquella masacre de cerca pero sobrevivió. Entre el 11 y el 12 de febrero de 1937, una Teresa Escribano Gallardo, de 22 años de edad, de Campillos (Málaga), había sido tratada por “ampollas en ambos pies” al llegar a Almería. ImageImage
¡Lo estaba consiguiendo!

Por primera vez, la pude situar en el contexto de la época. Y entendí que, aunque los datos no me ofrecieran la historia completa, yo tendría que buscarla en los libros y esbozarla.
Era lógico pensar que Teresa Escribano había continuado el éxodo de los refugiados andaluces hasta Manzanares (Ciudad Real), un pueblo que se encontraba en zona segura para ellos.

Posiblemente, especulo, llegó allí durante la primavera o el verano de 1937.
“Cerramos en 5 minutos”, me interrumpe el señor de bata blanca, “si quiere el archivo puede solicitar su digitalización y se lo enviamos a casa”.

La fabulación se corta. Tengo que salir del archivo. Aunque puede que ya no esté allí. Ahora todos los tiempos se confunden.
Voy a prepararme un café, que es la hora de la siesta y necesito vitaminas para seguir hasta la tarde.

Ahora regreso. No os vayáis...
Disculpad, me he entretenido. Entre el café y una llamada de teléfono, se me ha ido el santo al cielo.

Ya estoy aquí.
Creo que llegué a esta conclusión en Toji, justo cuando observaba la copia digitalizada en mi ordenador, la que me habían enviado a casa. O, mejor, cuando me hicieron llegar las imágenes con la información sobre Teresa Escribano Gallardo.

¿Recordáis este tuit? ¿Por qué escribí Manzanares con una interrogación? Image
Porque Rojano repetía el destino. Tras la batalla de Pozoblanco (entre el 6 de marzo y el 16 de abril), Rojano regresó a Manzanares. Desconozco el motivo. Quizá pidió un permiso. Quizá cayó herido, por un obús o una bala. Pero, en definitiva, volvió a la retaguardia en primavera.
¿Conoceis el kimchi coreano? Quizá de tanto comer kimchi se me esté subiendo a la cabeza.

#TheKimchiSlap
Estoy volviendo a fabular y yo que sólo quería agarrarme a los datos.
Aquí estoy, en Toji. Ya ha pasado un mes y sigo con la cabeza en las nubes. Trato de continuar con la investigación. En mi mesa, el libro de Arcángel Bedmar ("Baena: Roja y negra") y el sumario 1321 abierto en la pantalla de mi ordenador.

También, uno de aquellos folios a lápiz: Image
Vamos con la sentencia.
A pesar de las contradictorias acusaciones y la única declaración de "Concepción S", el tribunal condena a Rojano a 20 años de reclusión menor por AUXILIO A LA REBELIÓN. Image
La sentencia se notificó el 20 de septiembre de 1939. Antes de su llegada definitiva a Orduña, Rojano estuvo preso en la Prisión de Mérida y en la Prisión Central de Castuera (Badajoz) durante el verano y parte del otoño.
Su ingreso en la Prisión Central de Orduña se registra en su expediente penitenciario el 5 de diciembre de 1939, tras 3 días de viaje en tren. Image
Los presos andaluces y extremeños cruzaban España hacinados en trenes, como ganado, alejándose de sus familias y sus hogares.

La distancia y el frío redoblarían las condenas.
Como sabía desde el principio, la Prisión Central de Orduña era el último destino de Antonio.

Aquí tenéis la Prisión Central de Orduña. Situada en un colegio jesuita. Image
Como anécdota, en este mismo colegio estudio Rafael Sánchez Mazas, miembro fundador de Falange Española y uno de los protagonistas de la novela #SoldadosdeSalamina de Javier Cercas.

Una historia que tiene mucho que ver, también, con esta historia que os estoy contando. Image
¿Cómo era la prisión de Orduña? ¿Y la vida diaria de los presos?

Investigando, encontré un libro. Aunque se centraba en los años del Campo de Concentración (1937-39), quise leerlo cuanto antes.

La vida carcelaria no sería muy distinta en 1940. Image
Junto al libro de Arcángel Bedmar, el libro de Joseba Egiguren me siguió hasta mi aventura coreana.

En él se pueden encontrar los testimonios de algunos prisioneros que habían sobrevivido al frío y al hambre en Orduña. Image
"Tocaban diana sobre las seis de la mañana y nos levantaban a patadas, para que bajáramos al patio a formar rápido. Según salíamos por la puerta nos golpeaban. Y en el patio, todos firmes, se izaba la bandera mientras hacíamos el saludo fascista y cantábamos el Cara al sol."
"Por las mañanas nos daban un cazo de agua sucia, malísimo, al que llamaban café. Lo hacían cociendo higos secos. Para comer y cenar, patatas, legumbres, alguna sardina. Mucho caldo y poca sustancia.” Y otro: “Las lentejas las podías contar, eran cuatro o cinco.”
"Había uno, llamado 'La Pava', que estaba tan lleno de piojos que pasaba por el patio y los demás se apartaban. Allí murió, se lo comieron los piojos." Y otro: "Más que el hambre y el frío, lo insoportable era el maltrato y la humillación."
"Vi morir hombres por las palizas."

"Vi morir hombres por comer pan recién hecho."

"Vi morir a un hombre por rascarse las picaduras de los piojos."
Esta es la única foto que se conserva. Image
En los años del Campo de Concentración, se registran pocos muertos (según los funcionarios, claro).

En los años de la Prisión Central, hay más de 200. Entre ellos, Rojano, que sólo aguantó 6 meses de encierro.
¿Recordáis el primer listado en el que encontré su nombre?
Ellos eran los doscientos.
Semanas después contactaré con Joseba Egiguren, el autor del libro y uno de los máximos responsables en Memoria Histórica del Ayuntamiento de Orduña. Image
Hace apenas veinte días se publicaba el siguiente artículo:
En estos últimos años, es muy loable lo que ha conseguido este Ayuntamiento. Orduña forma parte de la conocida #QuerellaArgentina, ha pedido perdón por el uso de mano de obra esclava, se ha comprometido a reparar la memoria de las víctimas del Campo y de la Prisión, etc. ImageImage
Para saber más, podéis encontrar en @NetflixES el fantástico documental @SilenceofOthers, película de @AlmuDocu y @robertbahar sobre la #QuerellaArgentina que ha tenido un éxito abrumador, aquí y en el extranjero.

#ElSilenciodeOtros Image
A solicitud del Ayuntamiento de Orduña, en agosto de 2014, la Sociedad de Ciencias Aranzadi procedió a la exhumación de 14 esqueletos que fueron hallados bajo la losa de hormigón que cubre la zona de nichos del cementerio municipal de Orduña.
En una de las imágenes que se tomaron aquel día, aparece Joseba Egiguren sentado junto a los restos.

Gracias al trabajo del Ayuntamiento y de Joseba, la verdad de Orduña y de sus presos salió por primera vez de la tierra. Image
Durante estos meses he estado en contacto con Joseba Egiguren, que me ha aportado muchas claves y curiosidades para poder continuar mi viaje hacia Antonio Rojano.
Por ejemplo, hace sólo unas semanas, ha encontrado las "facturas" del enterrador del cementerio, Jorge Murga, que había recibido 65 pesetas por los enterramientos del 2º trimestre de 1940.

Entre ellos, imaginad quién estaba. ✒️ ImageImage
De la muerte de Antonio Rojano poco se sabe. Unos documentos dicen que murió a causa de una úlcera de estómago. Y otros, de una "hemorragia interna". A pesar de sus 26 años, ambos diagnósticos son compatibles.
No sé mucho de medicina, pero supongo que en algún momento, entre el hambre y la vida miserable de los reclusos, la úlcera le acarreó complicaciones que el médico de la prisión no supo o no pudo tratar.
¿Y si Antonio era uno de esos 14 cuerpos exhumados?
Le pregunté a Joseba si era posible que Antonio estuviera ahí pero me dijo que NO. Que no me emocionase.

En la zona que se abrió, rodeada de nichos, se enterró a los que murieron a partir de 1941. Aunque –siguió- era probable que estuviera en el cementerio, pero en otro lugar.
Aclaración 4:

Si os interesa la Memoria Histórica podéis seguir en Twitter cuentas como la de @olgarodriguezfr @JuanmiBaquero @demiguelch o @ARMH_Memoria que llevan años publicando libros y artículos sobre este tema tan necesario para nuestro presente y nuestro futuro. Image
Así que sí, ya toca, vamos con el final (por ahora) de la historia.
Aquí, desde la ventana de mi habitación en Toji, sigo pensando en Antonio. Y en lo que me contó Joseba. Y en todo lo que he investigado hasta el momento. Debo regresar a la imagen que os presenté al principio del hilo.

¿Recordáis? Image
Tal vez no os hayáis dado cuenta, pero en esa imagen hay cuatro personas enterradas.
1, 2, 3, 4... TUMBAS. Image
Los enterramientos ancestrales en Corea del Sur están por todas partes. Las familias eligen un lugar en la naturaleza para enterrar a sus familiares. En el bosque, junto a un lago, ocultas en la montaña, etc.

Las tumbas, estén donde estén, son respetadas.
Cada vez que salgo a las montañas de Wonju, encuentro un nuevo enterramiento que fotografiar. ImageImageImage
Los enterramientos ancestrales aparecen hacia fuera. Como pequeños latidos de tierra. Brotes. Algunos tienen lápidas escritas en lenga china (la lengua de la tradición, del respeto al pasado). Las familias los cuidan y los mantienen limpios de maleza.
Aquí tenéis, con paisaje invernal, las tumbas ancestrales de Toji. Al fondo, como podéis ver, están los dormitorios de los becarios.

Con la nieve, se dibujan perfectamente.
Tradicionalmente, los coreanos respetan a sus muertos y les agasajan cuando llega #Chuseok (la festividad de la cosecha). La fiesta consiste en volver a casa, como en Navidad, y pasar los días en familia, con los vivos y con los muertos.
Según el chamanismo, religión muy extendida en la península coreana, la buena vida de los espíritus, su recuerdo y honra, trae buena suerte a los descendientes.

El olvido, en cambio, provoca la ira y la venganza de los fantasmas.
Aunque me dé vergüenza, tengo que admitir que, tras escuchar tantas historias de fantasmas (de los fantasmas que vivían en la residencia), pasé varias noches sin dormir y otras dormido con la luz encendida.

Y hasta una noche tuve una experiencia "paranormal".

#TRUE
Imaginad un fantasma asiático. Pues eso: muy MAL TODO.
Entre las tumbas, al lado de los dormitorios, y las historias que contaban mis compañeros, la cosa se fue poniendo fea con los días... ¡y las noches!

Pero yo estaba más preocupado por "honrar" a otro fantasma. Uno que estaba en España esperando a que escribiera su historia.
Mi relación con los espíritus coreanos la podéis encontrar en Mis Historias de Instagram.

📱 Os he destacado algunas publicaciones de aquellos días para que veáis que todo ESTO que cuento es cierto:

instagram.com/stories/highli…
A veces, queridos tuiteros, lo más fantasmal que vais a escuchar en los "stories" será mi respiración.

Pero que sirva para que entendáis que todo es REAL, por mucho que parezca la ficción que a un escritor en crisis le gustaría inventarse.
Confinado en mitad del campo coreano, rodeado de enterramientos, escuchando historias de fantasmas, descubrí que, a pesar del olvido de nuestro país, ésta no tendría por qué ser una historia más de terror, ni tampoco de espíritus errantes y vengativos.
¿Para algo existe el arte, no?
Por otra parte, entre las conexiones que iban apareciendo en mi relato, Corea también había sufrido una Guerra Civil. Sus muertos, los caídos, habían sido honrados y sus nombres, grabados en mármol para que no cayeran en el olvido. Image
O manuscritos, junto a los deseos de paz y reunificación, en la famosa frontera con los vecinos de Corea del Norte. Image
¿No era eso todo a lo que un país podía aspirar?

¿No era eso todo a lo que un escritor podía aspirar?

Escribir un nombre.

Vencer al olvido.
Antonio Rojano Hornero.
Decidí abandonar los fríos datos. Me alejé de la muerte y quise pensar en el amor y en el poder de la imaginación.

Pensé en Antonio y en Teresa, en cómo se conocieron, en el tiempo que compartieron juntos y en el futuro que podría haber nacido entre ellos.
#Anagnórisis, que diría Aristóteles.
Tenía que pensar en el futuro.
Teresa Escribano y Antonio Rojano se habían casado en algún momento de 1937, posiblemente en el segundo semestre del año, después de conocerse en Manzanares. Tal vez, Antonio cayó herido y estuvo un tiempo alejado del frente. Suficiente, quizá, para contraer matrimonio.
Teresa podría haber sido la enfermera que vendó sus heridas, una joven refugiada entusiasta, soñadora, con la que compartió la esperanza y la lucha. Un tiempo nuevo. Dos jóvenes de veinte años enamorándose entre las ruinas de un país.
Sea como sea, fue una historia de amor fugaz porque Antonio regresó al frente, a las trincheras de Andújar y, después, de Extremadura.

La gran pregunta aparece: ¿Tuvieron un hijo?

Todo lo que hoy os he contado lo he hecho para llegar hasta esta pregunta.
De ser, tuvo que ser en esos encuentros en Manzanares. Después, parece imposible. Teresa y Antonio no volvieron a verse más. Él murió en la prisión. Y de Teresa, sin Antonio, perdemos la pista.
¿Hay algún descendiente que conozca esta historia o esta historia acaba ahora, tal y como terminó la vida de Rojano en la Prisión Central de Orduña, en 1940?

Sin más documentos ni datos a los que poder agarrarme, hice lo más fácil, lo que tenía a mano.
Irónicamente, realicé otra búsqueda en Google. Escribí "Antonio Rojano" pero añadí un apellido: "Escribano".

De ser un niño, tenía sentido. Alguien que se llamara como el padre y que compartiera los apellidos.

"Antonio Rojano Escribano."

¿Existiría alguien con este nombre?
Trrrrrrrrrrrrrrrrrrr....
¡¡¡Sí, existía!!!

En una página web parecida a las Páginas Blancas, apareció un "Antonio Rojano Escribano". Y, junto a su nombre, se indicaba una dirección y un número de teléfono. Image
Anoté el número en un post-it. No me lo podía creer.

¿Era él? ¿Era el hombre, el hijo, el descendiente que estaba buscando?

¿Un tercer Antonio Rojano? ¿Otra casualidad?
¿Debería llamarle?

Y si lo hiciera, qué le diría:
¿Le diría "Hola, me llamo como tú"? ¿Le diría "Hola, estoy buscando a tu padre muerto"?

¿Qué estaba haciendo?

De nuevo, el terror. El impostor. El miedo.
¿No estaba agarrándome a una casualidad, a una confusión de nombres? Yo sólo quería escribir una historia de ficción y ahora había vidas, gente real, familias, sentimientos... Y yo era como un niño armado con un ordenador que no dejaba de jugar a algo que no podía comprender.
En verdad, como os avisé, todos los tiempos se mezclan en mi cabeza. Este hallazgo sucedió poco antes del verano de 2018, antes incluso de llegar a Toji. Era, quizá, el paso más sencillo. Pero, para mí, parecía el más difícil.

Tenía que marcar un número y hacer una llamada. 📞
UNA LLAMADA DE TELÉFONO.
¿Qué pensáis que ocurrió?
La PIEZA 3: “Irene” de #ElLibrodeToji, dramaturgia transmedia para
@FestOtono
, llegará al podcast de la
@LaSalaRNE
el miércoles 25. Subiremos el enlace sobre el mediodía con la continuación de la historia.

¡Y podréis escuchar a sus protagonistas! Image
De momento este hilo acaba aquí, pero iré actualizándolo con los enlaces a las partes que restan de #ElLibrodeToji
Preparaos para nuevas revelaciones y para lo que viene:

¿Cómo se cuenta una historia que aún no tiene texto? ¿Cómo se ensaya? ¿Cómo podemos hacer teatro si no podemos estar juntos?
Después, el viernes 27 (18:00 horas) tendremos un directo de Instagram con María Hervás.

Y recordad que ya os podéis inscribir al Zoom que realizaremos el domingo 29, 13:00 horas, con @FrancescoCarril

Escribid a ellibrodetoji@gmail.com indicando vuestro correo electrónico.
#ElLibrodeToji es una función por hacer, una obra de teatro para un fantasma, un ensayo sobre la Guerra Civil...

En fin, una historia llena de historias con un equipo (@irene_ruiz, María Hervás, @FrancescoCarril y @josepablopolo) dispuesto a llegar hasta el final de un viaje. ImageImageImage
Gracias a @FestOtono por la producción y @LaSalaRNE por la colaboración.

🔴 Aquí la información completa y el CALENDARIO:
festivalotono.com/evento/el-libr…
Link directo a PIEZA 3: "Irene" de #ElLibrodeToji

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