Estudios recientes confirman la existencia de una especie endémica de Twitter mx: los wokitokies
Especialistas informan que es necesario respetar su hábitat, de lo contrario tienden a regañar
Asimismo, señalan que pueden confundirse con bots, fachos, chairos y cuentas verificadas
¿Cómo identificarlos?
- Nunca se rieron de los chistes de Chespirito, es más, no lo conocen
- No ven fútbol, "no son simios"
- ¿Banda, queseso?
- ¿Cultura pop, Who is she?
- Portan un sello de "CANCELADX" para marcar a sus adversarios
- Tienen una opinión sobre cualquier TT
- Competitivos nivel: SOY MÁS WOKITOKI QUE TÚ.
- Buscan en los TL de las personas hasta encontrar un tuit "incorrecto", hacen captura y la publican diciendo "Siempre hay un tuit".
- Leyeron a todos los premios nobel antes de ser premios nobel
- Tienen las respuestas a todos los problemas del mundo, menos a los suyos
- Han visto todas las series y películas del mundo mundial.
- Tendencia al narcisismo
- Tienden a negar sus privilegios
Favor de no engancharse en discusiones con esta especie. Hágalo por salud mental.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
En el marco del #DíaContraLaViolenciaDeGénero me gustaría hablar de la importancia de también dejar de violentarnos entre nosotras, dejar de oprimirnos según nuestra clase social, raza o género (sí, porque pareciera que si no eres "azul" o "rosa", no entras).
Digo, tampoco se trata de normalizar actitudes violentas entre mujeres sólo porque somos mujeres. Terrible que "el grupo X" se organice para atacar desde cuentas falsas a otras chicas sólo porque no simpatizan con su transfobia, terrible que se organicen
para el "acoso selectivo" y el "unfollow masivo" (como si eso fuera ofensivo) contra las que no opinan igual o no están de acuerdo en sus iniciativas.
Terrible querer imponerle a todo el mundo su interpretación de la lucha.
¿Cómo el outsourcing me metió en problemas con Hacienda?
Bueno, resulta que yo trabajaba como redactora en Saga, de Adela Micha, "contratada" por Prowell Media.
Prowell usaba a dos empresas para emitir sus recibos de honorarios, entonces la mitad del sueldo "me la pagaba" una
empresa y la otra me depositaba la otra mitad, así bien raro.
Un buen día decidieron correr me, literalmente me dijeron que necesitaban despedir a alguien y el destino me había elegido como "tributo".
Total, "firmé mi renuncia" y me dijeron que mi liquidación sería de "X" y
que luego regresara por mi cheque. Cuando fui por mi liquidación, resulta que el monto no era ni la mitad de lo que me habían dicho y QUE HABÍA FIRMADO EN EL PAPEL AL QUE NO ME DEJARON SACARLE FOTO NI COPIA.
Resignada, me fui y no quise saber nunca más de ellos ni de Adela.