En Gén. 1-3 tenemos el relato bíblico de la Creación. Rápidamente estos pasajes nos hacen pensar en discusiones modernas como la edad de la Tierra, sin embargo, haríamos mejor en tratar de entender la intención literaria del autor. Abro HILO 🧶
En la descripción que encontramos del cosmos en estos capítulos, y más específicamente del Jardín del Edén, tenemos una serie de características paralelas con un santuario (el Tabernáculo y el Templo de Jerusalén en el caso de Israel).
Por esta razón los destinatarios originales del libro de Génesis, los israelitas que habían sido liberados de Egipto e iban camino a Canaán, habrían entendido Gén. 1-3 no sólo como la creación del cosmos, sino también como la creación de un templo cósmico. Veamos estos paralelos:
En Gén. 3:24 se nos dice que, luego de su pecado, Adán y Eva fueron expulsados del Jardín. Dios colocó querubines al oriente del mismo para custodiar su entrada y proteger el árbol de la vida. Aquí hay dos elementos que debemos revisar.
El Señor colocó querubines para proteger el acceso al Jardín del Edén. Tanto en el Tabernáculo como en el Templo tenemos imágenes de querubines. El arca del pacto, que se colocaba en el Lugar Santísimo, tenía encima dos querubines (Éx. 25:18-22).
En 1 R. 6:23-28 dice que Salomón colocó dos imágenes de querubines en el santuario interior del Templo de Jerusalén. Además debemos mencionar que el Tabernáculo tenía cortinas y el Templo paredes con imágenes de querubines (Éx. 26:31; 1 R. 6:29).
En algunas culturas del antiguo Cercano Oriente (ej.: los asirios) colocaban imágenes de querubines (del acadio kuribu) como guardianes de los lugares sagrados y los palacios reales. Estas imágenes también se conocen como lammasu.
Algo más en Gén. 3:24 es que Dios colocó a los querubines "al oriente" del Jardín. Esto presupone que el acceso al árbol de la vida y, por tanto, al Jardín, sólo se podía desde el oriente. Esto mismo encontramos tanto en el Tabernáculo (Núm. 3:38) como en el Templo (Ez. 8:16).
Los santuarios con acceso mirando hacia el oriente es algo que encontramos también en otras culturas como Egipto, Canaán y Mesopotamia por su adoración al dios-sol Amon-Ra, Shemesh y Shamash respectivamente (recordando que el Sol sale siempre desde el oriente).
En Gén. 2:15 Dios coloca a Adán en el Jardín para que lo "cultivara y lo cuidara" (heb. "abad" y "shamar"). Estos mismos dos verbos son usados juntos nuevamente en Núm. 3:7-8 y 8:26 para referirse a los deberes de los levitas en guardar y ministrar en el tabernáculo.
Con esto se hace referencia a Adán como el arquetipo del sacerdote levita, ministrando y guardando el Templo cósmico.
En Gén. 2:12 señala la presencia de oro en el Jardín. Igualmente tenemos que los utensilios del Tabernáculo eran de o cubiertos de oro (Éx. 25:11, 17). Otra piedra que se menciona en el Jardín es el ónice (Gén. 2:12) también usada dentro del Tabernáculo (Éx. 25:7; 35:9).
En Gén. 3:8 se dice que Dios se "paseaba" (heb. hithallek) en el Jardín. Este es el mismo verbo que en Lev. 26:12 se usa cuando el Señor afirma que "andaría" entre los israelitas luego de colocar el Tabernáculo entre ellos (v. 11).
En Gén. 2:9 y 3:22 dice que en el Jardín estaba el árbol de la vida. Más adelante, en el Tabernáculo se usaba el candelabro (menorah) el cual se describe con la forma de un árbol (Éx. 25:31-35).
En Gén. 2:10 dice que del Edén salía un río para regar el Jardín. La imágen del Templo escatológico en Ez. 47:1-12 describe un río que sale desde el templo para endulzar las aguas del Mar Muerto.
En la literatura de Mesopotamia, Egipto y en el mito ugarítico de Baal encontramos que algunos templos eran construidos sobre ríos, donde luego consideraban que los ríos fluían desde el templo.
Finalmente, tenemos un paralelo entre los 6 días de la creación terminando con el reposo de Dios (Gén. 1:3-2:3) y los 6 dichos de Dios a Moisés en las instrucciones de construir el Tabernáculo (Éx. 25:1; 30:11, 17, 22, 34; 31:1) terminando con el Sabbath (31:12-17).
En la literatura sumeria tenemos un paralelo en el Cilindro de Gudea donde se describe la dedicación del templo al dios Ningirsu y su consorte Bau. Esta dedicación sigue el patrón de 6 días y finalmente un séptimo donde el dios "descansa" en el templo.
Todos estos paralelos entre el Jardín del Edén y el Tabernáculo/Templo debe hacernos ver el Edén, así comose debió entender en wl antiguo Israel, como un Templo donde Dios y el hombre se encontraban. Por esta razón el Edén era el paradigma para el Tabernáculo/Templo.
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Una de las cosas que hacen que la lectura del libro de Levítico en partícular, y del AT en general, nos sea extraña es la cantidad de animales degollados y sangre que se refieren en el libro. ¿Por qué esto? Abro un breve HILO 🧶 [1/11]
En nuestros días, los cristianos cuando pensamos en "adoración" pensamos en gente levantando las manos, cantando con ojos cerrados y música. Sin embargo, para un antiguo israelita, y para el mundo antiguo en general, esta no era la primera "imágen" de la adoración. [2/11]
El patrón que vemos en todo el mundo antiguo en la adoración/servicio a los dioses es que este consistía primeramente en traer animales sacrificados, otros alimentos, bebidas, aromas y vestimentas a los dioses. Esto es porque así los dioses eran servidos. [3/11]