Desde el año 2011, cada 2 de enero se celebra el día mundial de los introvertidos (World Introvert Day). Ser introvertido es diferente a ser tímido. Lo resumo de una forma fácil aunque es un tema algo complejo.
Ser introvertido es sentirse vivo, feliz y capaz sin tener que interactuar mucho con otros. En mi caso, la gente que no me conoce, se sorprende que no soy conversadora (ni simpática) pero trabajo en comunicación y crisis.
Pues bueno, no soy tímida ni antisocial ni incapaz, pero si introvertida. Los introvertidos obtienen energía de su mundo interior. Por eso la importancia de fortalecerse por dentro: meditar, hacer ejercicio de respiración, leer, hacer ejercicio físico que requiera concentración.
De acuerdo a la clasificación Myers-Briggs, una evaluación basada en las enseñanzas del psiquiatra Carl Jung, los introvertidos suelen preferir hacer cosas que impliquen estar solos. Es algo que disfrutan de forma consciente.
Los introvertidos requieren un poco más de tiempo para la toma de decisiones, ya que quieren tener en cuenta todos los factores posibles pensando en todos los caminos posibles y evitar riesgos innecesarios. Creo que de ahí nace mi mayor fortaleza en manejo de crisis.
A los introvertidos no les importa ser impopulares, lo que les permite tomar decisiones impopulares. Con una intención estrecha que se ocupa del problema, pueden ofrecer soluciones que no son estándares. Los introvertidos en general se consideran más creativos.