Son tiempos de pandemia, conozcamos mejor que nunca a uno de nuestros mejores aliados.
Si al terminar de leer, lo quieres más que nunca, no te culpo.
Todos los días, a todas horas, la sangre de tu cuerpo llega, con cada latido del corazón, hasta el lugar más recóndito, para mantenerlo funcionando y, por supuesto, con vida. Los glóbulos rojos viven a tope sus 120 días de existencia.
Esos eritrocitos transportan el oxígeno gracias a la hemoglobina, una maravillosa proteína que vive en cada uno de ellos.
Esta hemoglobina es, pues, un coche que lleva el oxígeno a cualquier lugar del cuerpo.
Unos coches salen del corazón y recorren las autopistas arteriales, y otros regresan por las autopistas venosas, para volver a cargarse de oxígeno al pasar por los pulmones y repetir el ciclo.
Un coche con oxígeno (que se va) se llama oxihemoglobina, y uno vacío, sin él (que regresa), desoxihemoglobina.
La SATURACIÓN DE OXÍGENO hace referencia a la cantidad de hemoglobina o coches que en UN MOMENTO DETERMINADO TRANSPORTAN OXÍGENO.
Las siguientes imágenes son un poema:
Si tienes 16 coches y ninguno tiene oxígeno, entonces NO hay nada que detectar, la saturación es CERO %.
Si 8 de los 16 coches tienen oxígeno, entonces tendremos un 50 % de saturación de oxígeno.
Si 12 de los 16, o como quien dice, TRES CUARTAS PARTES de los coches tienen a su pasajero, la saturación será de 75 %.
Si los 16 coches tienen oxígeno, nuestra saturación será de 100 %.
Diría la gran filósofa Alejandra Guzmán: el sueño de todos, propiedad de nadie.
Aclarado esto, vayamos al maravilloso aparato, una obra portentosa del ingenio humano.
Al abrir el oxímetro, en el "techo", hay 2 luces, una ROJA y la otra INFRARROJA (esta última representada en color azul).
En su "piso", un detector de luz, que mide la que llega al final.
Al introducir el dedo en el oxímetro, parte de la luz llega hasta el otro extremo y parte de ella NO, esta diferencia permite sacar cuentas que finalmente se traducirán en un porcentaje de saturación, pero vayamos con calma.
Mira el dedo: arteria en rojo, vena en azul 😍.
La hemoglobina ABSORBE LUZ, por lo que, a MAYOR CONCENTRACIÓN de ella en la ARTERIA, MENOS LUZ llega al "piso" del oxímetro (detector de luz), lo que es una buena señal, ya que el resultado final será más confiable.
También, entre más ancha esté la arteria, mejor, pues mayor camino tendrá que recorrer la luz hasta el detector y por ende, más probabilidad habrá de que se tope con más hemoglobina.
Por eso, la saturación de un paciente en choque no es tan confiable como en un sano.
Y la última cuestión a considerar, es que la oxihemoglobina (el coche con oxígeno) adora la luz INFRARROJA (representada en azul) y la desoxihemoglobina (el coche sin oxígeno) adora la luz ROJA.
Porque cada uno de estos diferentes tipos de luz tiene una diferente longitud de onda (wave lenght), que lo hace más afín al coche vacío, o al coche lleno 😉.
Nota como es más amplia la INFRARROJA.
La ancha (Luz INFRARROJA, en azul, 950 nm) empuja a la oxihemoglobina (coche lleno), a niveles más altos de absorción, comparada con la de 650 nm.
Esta luz buscará durante su viaje a través del dedo, sangre oxigenada.
Caso contrario ocurre cuando lo que circula es desoxihemoglobina (coche vacío). Mira como la luz con
longitud de onda más angosta (650 nm o ROJA) empuja la curva hacia la absorción, ES MÁS AFÍN, PUES.
Esta luz buscará durante su viaje a través del dedo, hemoglobina SIN oxígeno.
Entonces, la saturación de oxígeno será el resultado de las diferencias entre lo que esté circulando, oxigenado y no oxigenado, calculado a partir de la luz absorbida por cada tipo de hemoglobina.
Una saturación de 100 % nos indica que SOLO EXISTE sangre oxigenada circulando en ese momento, por eso, NO HAY NADA QUE RESTARLE a la ecuación, solo se detecta OXIHEMOGLOBINA.
(Fíjate como desaparece la otra curva, que queda en línea punteada).
Supongamos que alguien muere. Solo habrá hemoglobina SIN oxígeno y la luz que se absorberá abrumadoramente será LUZ ROJA.
NO habrá nada que restar en la ecuación y al no haber oxígeno detectable, la saturación será CERO.
A una saturación de 75 %, hay 3/4 de hemoglobina oxigenada y 1/4 sin oxigenar, por lo que se absorben tanto luz INFRARROJA como ROJA, pero gana la primera, porque abunda el oxígeno.
El resultado es una curva que está más cerca de la de OXIHEMOGLOBINA, que de la desoxihemoglobina.
A una saturación de 25 %, hay 3/4 partes de hemoglobina NO OXIGENADA, por lo que se absorbe más la LUZ ROJA, dando como resultado una curva que se acerca más a la de desoxihemoglobina, o sea, diría el buen Camus, de Acuario, al cero (no absoluto pero cero al fin).
Estamos tan acostumbrados a medir la saturación de oxígeno, que parece que el oxímetro de pulso no tiene nada de extraordinario, pero NO ES ASÍ.
Conocer la saturación de oxígeno es de vital importancia para atender a nuestros pacientes y hoy más que nunca, en esta pandemia.
Gracias al ingenio humano, podemos saber, con bastante confiabilidad, cuánto oxígeno circula en nuestra sangre, de una manera barata, NO INVASIVA, y fácil de usar. Por supuesto que la mejor manera de saberlo será mediante una gasometría, pero, ¿Cómo pedirle más al oxímetro?
Mediante la emisión de distintos tipos de luz y su absorción durante el viaje a través de nuestro dedo, accedemos a un mundo microscópico inigualable y obtenemos uno de sus grandes secretos, todos los días, a todas horas.
Secretos que nos permiten tomar decisiones médicas.
Develamos los secretos de la saturación gracias a la informacion obtenida a partir del uso de ciertos tipos de luz.
Algo no parecido a la espectroscopía, que permitió que supiéramos de que se compone la atmósfera de otros planetas sin haber estado nunca ahí.
Increíble.
Te recomiendo que leas este artículo, mi base principal para este hilo; es maravilloso, ahí encontrarás todavía más detalles e información.
Yo quedé fascinado y encantado, más que nunca, con la ciencia.
Así es tener ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA (ELA).
El médico nos ha dicho hoy, a ti y a mí, que tenemos ELA, y la sentencia es brutal: A partir de este momento nos quedan entre 3 y 5 años de vida. Esta enf. degenerativa del sistema nervioso, ya no nos dejará.
Meses atrás y sin darnos cuenta, las neuronas que controlan los movimientos de los músculos de nuestro cuerpo, empezaron a morir.
El movimiento de 1 de nuestras manos empezó a fallar, perdió destreza y se debilitó, tomar objetos fue cada vez más difícil.
Luego aparecieron los calambres en el resto del brazo, que empezó a atrofiarse, que perdió tamaño.
Y luego llegaron los espasmos musculares.
Después, la afectación de esa extremidad pasó a la del otro lado, de ahí a una pierna, y sin piedad se extendió a la otra.
Hoy, a ti y a mí un 👩🏽⚕️ nos ha dicho que tenemos Alzheimer. A partir de este momento y dependiendo de cada quién, nos quedan aprox. 10 años de vida.
Ahora, empezará un seguimiento en consulta dónde a través de la GDS, evaluarán el deterioro cognitivo
que tenemos y que iremos experimentando en los próximos años.
Hay 7 etapas, la última la peor de todas.
Ya diagnosticados con Alzheimer, en la etapa 1 no hay síntomas.
En la 2, la familia nota que empezamos a olvidar el nombre de algunas cosas y en casa, acomodamos mal otras.
Aquí, nuestra alteración cognitiva es muy leve.
Pero el tiempo pasa y ahora estamos en etapa 3. Nos es difícil aprender cosas nuevas en el trabajo. Encontrar palabras para comunicarnos es difícil a veces. Empieza el olvido para familiares lejanos.
"Traición de la naturaleza"
(La lucha contra el cáncer de mama).
Un día, la naturaleza llevó la lucha por la supervivencia a los senos de la mujer. Atentó contra uno de los símbolos más sagrados que posee el ser humano, y golpeó, con saña, a nuestras madres.
Sin herramientas ni fármacos, otra vez la piedra del conocimiento debió tallarse rudimentariamente por siglos, para equilibrar la balanza. Indefenso, el hombre tuvo que cortar, y echó mano de los vestigios ancestrales de lo que hoy es la cirugía. Cortó, a destajo, cuerpo y alma.
La mastectomía apareció en el siglo II, d.C. siempre seguida del fuego ardiente que cauterizaba los vasos sangrantes; obvio no sería suficiente. 1200 años después empezaron a retirar los ganglios linfáticos axilares, tras entender que tendían a infestarse por el cáncer.
El médico, en aquel campo de concentración Nazi, juntó 20 prisioneros, los dividió en 2 grupos de 10, y a uno le dio levadura y a otro vitamina C. A los 4 días, la hinchazón de tobillos que era tan prevalente, desapareció en quienes tomaban levadura.
La teoría del médico era correcta. Estaba seguro que detrás del edema, había una deficiencia de vitamina B, pero tenía que comprobarlo. Tras hacerlo, la levadura fluyó en mayor cantidad en todo el campo.
Un incansable buscador de evidencias, eso era Archibald Leman Cochrane.
Estaba harto de la impotencia sentida al querer curar la tuberculosis de algunos desgraciados, pero sin datos que respaldaran la eficacia de los supuestos tratamientos disponibles para ello. ¿Qué dar? ¿A quién? ¿Cuándo? Eraa imposible saberlo.
Unas personas odian a los médicos porque los catalogan, por experiencia propia o personal, como mercenarios a los que solo les interesa el dinero del paciente y en el momento que ya no tiene, se deshacen de él. Tienen razón, eso existe.
Los que estamos en este medio, conocemos de sobra casos en donde decimos: "HDSPM, pinche 🐀", (por el procedimiento que le hicieron al paciente y lo que le cobraron, y las condiciones en la que nos lo mandaron al 🏥). Ese médico existe, y se merece ser odiado.
Peor aún, está el que estafa o engaña, que roba al lucrar con la necesidad, saca lo que quiere, no resuelve nada y, al final, el paciente sigue igual, y acaba en dónde no quería ir al principio (Hospital).
Ejemplos típicos, los estafadores en esta pandemia.