La modelo Emily Ratajkowski, como casi siempre, “on point”. Si hay una consecuencia directa y rápida de lo ocurrido ayer, es la aceptación de una transferencia de poder sin precedentes respecto a la libertad de expresión a los dueños de las empresas privadas de redes sociales.
https://twitter.com/emrata/status/1347247031895552000
Recordemos que, mientras ellos ahora pueden decidir qué se publica, qué no y que pueden silenciar hasta al mismísimo presidente de EEUU, la sección 230 les protege de tener que responder ante la justicia por el contenido que se publica en sus redes.
Es decir, mientras ejercen libertad “editorial” (qué se publica) y de censura (quién puede publicar), no están sujetos a ningún tipo de responsabilidad jurídica. En este momento tienen mayores poderes que medios tradicionales e incluso cargos públicos elegidos por la ciudadanía.
A todos los que se alegran de la censura a Trump, veremos qué tal les sienta cuando se la apliquen a ellos. Y esto no debe leerse como una defensa al presidente ni lo acontecido, sino a una advertencia de falla del sistema y un escenario peligroso para la libertad de expresión.
Es un poco lo que advertí cuando etiquetaron a medios públicos sólo de “enemigos” geopolíticos de Washington en base a ninguna justificación. El que se crea que no puede tocarle, vive en una peli de Hollywood. Si aún así dice que vivimos en “libertad”, o es hipócrita o ignorante.
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