Esto da mucha pena porque pasado el jijijaja mira estos hay mucha gente que se va quedando aislada socialmente de familia y amigos. Hay muchas historias de familias rotas por padres/hijos que caen en los agujeros conspirativos.
En artículos como este se habla del prisma de las familias y los amigos que pierden gente por Qanon buzzfeednews.com/article/janely…
Y no va a ir a menos. Estos días ya estamos “descubriendo” las facciones de habla hispana y con la bromas y el desconcierto, pero es un problema grave que no se sabe bien cómo vamos a solucionar. theguardian.com/us-news/2020/s…
Creo que va llegando tan poco a poco (“En el grupo de mi familia solo mandan memes fachas”, “Con mi madre ya no se puede hablar de nada”) que no nos hemos dado cuenta de cómo iba subiendo la marea. Tampoco tenemos lenguaje para hablar de ello bien.
No son “opiniones políticas” pero tampoco vale el lenguaje patologizante de “los tronados esos” Un lenguaje que despliegas en Twitter pero te guardas cuando es alguien de tu familia el que te habla de Soros o del 5G.
Ayer leía el término “conspirituality”, el lenguaje de la devoción religiosa, de las sectas, igual es más productivo, pero es religión que convierte por Whatsapp o por Twitter o por grupos de Facebook y que es imposible de compartimentalizar.
(Cada vez que enlazo cuatro tweets seguidos y los releo me doy cuenta de que tengo el cerebro completamente roto y parecen fragmentos inconexos generados por un bot no muy sofisticado)
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Eh! No sé quién necesita oír esto, pero: El sesgo de normalidad es nuestra tendencia a asumir que las cosas son como siempre han sido y que mañana será igual que hoy. Es uno de nuestros rasgos más arraigados, e imprescindible para funcionar en la mayoría de condiciones.
Cuando se rompe esta normalidad, sin embargo, el sesgo hace que seamos incapaces de reaccionar inmediatamente a los cambios.
Nuestras rutinas y nuestros actos siguen acoplados a los mecanismos que están optimizados para seguir haciendo lo de siempre, sintiendo lo de siempre, pensando como siempre. Cuando la ruptura de la normalidad se prolonga en el tiempo y el sesgo ya entra en una disonancia…