Hoy he llegado triste a casa porque no me han dejado ponerme la vacuna del #COVID19, si no suspendía la lactancia materna antes para ello. Yo atiendo pacientes en urgencias que por su edad y condición no suelen llevar mascarilla.
Estoy indignada y decepcionada de la poca formación en lactancia materna que hay entre el propio personal sanitario. Además, estoy triste porque me he sentido juzgada como madre por no suspender la lactancia materna siendo “mi hija ya mayor”.
La OMS recomienda el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años, edad que mi hija aún no ha cumplido por muchos meses. No obstante, creo que es una decisión de cada madre el decidir si quieren dar el pecho y cuánto tiempo quieren hacerlo.
Por otro lado, el documento de vacunación frente a #COVID19 de la @aepediatria no recomienda suspender lactancia, ni demorar vacunación en caso de madres lactantes pertenecientes a grupos de riesgo: vacunasaep.org/print/profesio…
Me he pensado mucho si escribir este hilo porque la verdad es que me ha pillado fuera de juego el que me negaran la vacuna, pero, creo que es necesario visibilizar la realidad de las madres que trabajamos lactando y de la necesidad de que se nos tenga en cuenta (y se nos escuche)
Llevo trabajando desde marzo, atendiendo a pacientes en urgencias, muchas veces sin los medios adecuados por la escasez de los mismos, de ahí que mida la importancia de querer vacunarme para proteger a mi familia también.
Mi intención es mañana intentar que me vacunen (algo que deberían haber hecho hoy) y espero que estas situaciones no desanimen a otras madres que, valorando riesgo/beneficio para sus bebés, decidan que quieren vacunarse para proteger a sus familias.