Egipto primordial: Se suele señalar que uno de los legados del Egipto antiguo es la pregunta por la creación, o, más precisamente, sus mitos. Y hablo de mitos, en plural, porque en las distintas ciudades los mitos crecían con tintes propios. Así, el mito de la creación al que 
adherían los habitantes de Hermópolis difiere de la historia de Ptah que se promulgaba en Menfis Magna. El mito que se enseñaba en la fronteriza Hermópolis ponía énfasis en la naturaleza del universo antes de la creación del mundo, y es esto lo que lo hace tan interesante:
Las cualidades inherentes de los humores primordiales - el agua primigenia inerte misma, la extensión infinita del agua, la oscuridad presente en su interior, su naturaleza oculta e incognoscible - eran representados por las ocho deidades que conformaban la Ogdóada. Las aguas
primitivas eran, per se, parte del proceso de creación. El Sol nació de un tumulto orgiástico de estas deidades del agua, y, luego de un evento volcánico, emergió así la luz del mundo.
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