Thread by @aleaiactaestdc

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Quizá Dios ya no podía con la visión tremebunda de torpes fieras entregadas a la sublimación de sus instintos: estuvo bien que el personaje principal de su obra maestra sintetizara en sus acciones los eventos de la naturaleza, pero algo no cuajaba; la trama de violencia animal

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y su aburrida, sangrienta y desconsiderada sublimación de la muerte le parecían un atentado a su versatilidad creativa ¿Así será por los siglos de los siglos? “Los dioses no se repiten” era la idea principal que se barajaba en la eternidad de su insomnio ¿será que al poner la

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creación en movimiento las cosas que pasan lejos de complicarse generaron una pulsación monótona y sin chiste? El creador por excelencia descubrió en su Ser omnisciente dos aspectos novedosos: reflexión y sentimientos: su obra creativa lo había hecho consciente del tiempo y de

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y de esa cosa interna que lo conmovía y lo dejaba en empatía con la suerte de sus criaturas. Y decidió otorgárselas.
Desde entonces, desde el principio, consciencia, animalidad y emociones coinciden dándole sentido, o quitándoselo, a la trama de la existencia.