Thread by @GatitosVsDesig

Miau. El caso de @PatyArmendariz y la “baja autoestima de la pirámide” dice mucho sobre la legitimidad de la desigualdad.

Empecemos sobre esto de “origen es destino”. Así es, si tienen la “mala suerte” de nacer en un hogar de entre “los más pobres”,

se encontraran con todas las probabilidades en su contra: sólo 2 de cada 100 personas en esta situación, lograrán llegar a estar “entre los más ricos” cuando sean adultas.

(ya saben, ese tremendo dato viene de la investigación de nuestros amigues del @ceeymx : bit.ly/2jF6JDk ).

El dato es grave, pero se vuelve aún más grave cuando hacemos más entendible lo que significa pasar “de entre los más pobres” a estar “entre los más ricos”.

Aquí, “los más pobres” refiere al 20% de la población con menos ingresos. ¿Saben cuál es el ingreso máximo de ese grupo de personas? Como máximo ganan $8,500 pesos mexicanos mensuales, sumando los ingresos de todos los integrantes del hogar.

Por su parte, “los más ricos” refiere al 20% de la población con más ingresos. ¿Cuánto ganan ellos? 30 mil pesos mensuales por hogar:

Como ven, la fatalista realidad del “origen es destino” se vuelve más grave cuando vemos más aterrizado a qué se refiere “ser de los más pobres” o “ser de los más ricos”, pues de entre quienes ganan menos de $8500 pesos hoy por hogar, sólo 2 de cada 100 llegarán a ganar $30 mil..

pesos por hogar en su vida adulta.

El sistema está truqueado, para que quienes están arriba, se queden ahí.

Si estar en “la cima” o en “la base” de la estratificación social (suponiendo sin conceder que realmente tiene esa forma desigualdad en la sociedad mexicana) es totalmente injusto y sólo tiene que ver prácticamente la posición en la pirámide en la que te tocó nacer…

¿entonces porque quienes no estamos en la cima no le quitamos simplemente esa riqueza millonaria a quienes sí están?

¿Por qué permitimos que exista esta desigualdad tan injusta?

Entender la forma en cómo los ricos y multimillonarios perciben el mundo, especialmente a “los pobres” o a la “base de la pirámide”, es esencial para entender por qué se reproduce la legitimidad de la desigualdad en la sociedad.

Primero, hay un separación y simplificación muy clara, donde se percibe a “los pobres” como poseedores de rasgos muy específicos: “temerosos al éxito”, “poco aventados” o “con poca autoestima”.

Segundo: El “cómo imaginan que son los pobres” es simplemente un lado de la moneda, donde el otro es “cómo imaginamos a los ricos”. Y ahí vienen ideas fantasiosas, pero que realmente son muy difundidas.

Por ejemplo: Se cree que los ricos son trabajadores, innovadores, inventivos, o simplemente que “algo han de hacer bien” y por lo tanto son ricos. Y no, no es cierto: bit.ly/2NkseYQ .

El mayor “mérito” de los ricos es haber nacido ricos.

Tecero: además, según la lectura que hacen “los ricos” de “los pobres”, estos tienen bajos ingresos porque no han tenido características específicas que sí tienen los ricos.

Y eso tiene consecuencias importantes: No reconocerse como iguales entre estos grupos hace que los ricos perciban a “los pobres” como “objetos de asistencia”, en caso de que sean “merecedores”.

Cuarto: Y, claro, los que deciden y ponen los criterios de “quienes son los pobres que merecen asistencia”, son justo los ricos: “Se esfuerza mucho, hay que ayudarle”, “le hecha muchas ganas, merece una oportunidad” o “Le hubiera ayudado si me lo hubiera pedido”.

Quinto: Es un entendimiento de la sociedad muy peligroso: la redistribución que trata de disminuir la desigualdad se lee como una “dádiva” y no como un “derecho” de todas las personas, por el simple hecho de ser ciudadanas se esta sociedad.

Según esta lectura, “los pobres” tienen que ganar el merecimiento de recibir algo de la “cima de la pirámide”.

Y pues sí, ahora tenemos a Paty Armendariz tratando de reivindicarse (según ella) mostrando “cómo se ganan la vida los invasores” (sic), mostrando que, aunque son distintos al resto de la sociedad, merecen algo de “ayuda”:

https://twitter.com/PatyArmendariz/status/1359180259954933760?s=20

Claro, bajo ciertas condiciones.

(Si quieren leer un análisis más amplio sobre el merecimiento de la redistribución, por acá: bit.ly/2Gfh94O ).

En fin, lo que deberíamos hacer es reflexionar sobre y poner en duda las narrativas que buscan legitimar la desigualdad, basadas simplemente en fantasías que no tienen nada que ver con la realidad.

Recuerden que “El mito de la meritocracia se sostiene con “anécdotas legendarias” que buscan vencer la realidad de las estadísticas generales:

https://twitter.com/gatitosvsdesig/status/1358821145311653889

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@ajplusespanol @pagusrendon @AlfredoLecona @abrahamendieta @vulvainilla @erederbez @erendiritas @TenochHuerta @warkentin gracias por compartir 😻😻😻😻