Nos dimos a la tarea de analizar cómo y qué tanto influye en el comportamiento de los hondureños el tipo de cerveza que consumimos. Hilo👇
BARENA: Desde su salida al mercado en 2004 el homosexualismo ha aumentado exponencialmente, provocando un descenso demográfico sin precedentes en la historia del país. Su sabor es una aculerante combinación de amarga delicadeza y atávico deseo de tragar cosas por puro vicio.
SALVA VIDA: Elixir. Bebida de dioses. Destapás una y ya no hay que disculparse por haber nacido con pene. De amargo y varonil sabor y franco y sincero aroma. Es, ha sido y seguirá siendo el principal motivo de que los hondureños nos sintamos orgullosos de nuestro terruño.
PORT ROYAL: Sin identidad y a la deriva desde que a principios de siglo abandonó cobardemente su característico aroma a orín de zorrillo. Ahora sólo vaga por ahí con su ambiguo sabor, en un limbo, carente de toda gracia y atractivo. Es el Luis Zelaya de las cervezas nacionales.
IMPERIAL: Pongámonos serios e inclinemos nuestros rostros en señal de respeto. Birria cum laude. Top. Troya no habría caído si hubiese conocido su fórmula de elaboración. Sabor y fragancia que nos inspira a mantener la frente en alto y sentirnos orgullosos. ¡Larga vida!
COORS LIGHT: Flagrante violación a la soberanía nacional. Atropello a nuestras costumbres y tradiciones. Otra vil imposición gringa, peor aún que la de JOH y su séquito. Agua chirria al nivel del mismísimo semen de Nasralla. Lo peor de la globalización.
MICHELOB ULTRA: Desde que empezó a comercializarse en nuestro país en 2017, los daños colaterales han sido devastadores. Decenas de miles de edecanes y prepagos empezaron a creerse el cuento de que son modelos de verdad, a cuenta de gorditos bondadosos amantes de la música banda.
MILLER LITE: En el top 3 de inventos gringos más mierdas de la historia sólo por detrás del béisbol y las películas de Adam Sandler. Placebo etílico. ¡Ni los cachurecos con el fraude electoral y el saqueo a las instituciones públicas se atrevieron a tanto! Agua de cloaca.
TOÑA: Nada bueno podía venir desde ese país de mierda. Lo peor que ha producido Nicaragua desde el parto que dio a luz a la mujer de Daniel Ortega.
CORONA: A las puertas de San Pedro los mexicanos inventores de esta bazofia deberán rendir cuentas a Dios por todo el daño causado. No se puede ser más hijo de puta. Y agregarle sal y rodajita de limón es el equivalente a pedir que te sodomicen 17 negros en La Tolva.
HOLLANDIA: Ideal para la rápida y efectiva limpieza de bornes de batería de carro. Y aunque sea un secreto a voces, es muy sabida su fabulosa utilidad en el embalsamado de cadáveres. Módico precio. Nada que reprochar.
PAULANER: La instauración del Tercer Reich no fue más que el merecido premio de la Alemania nazi por la elaboración, siglos atrás, de semejante bebida por parte de los monjes de la Orden de los Mínimos. Hablamos del Mercedes Benz de las birrias. Un privilegio.
STELLA ARTOIS: Al igual que el país de donde es originaria, no huele ni hiede (nunca mejor dicho). Hablamos del mayor atentado de Bélgica contra la raza humana desde el genocidio congoleño ordenado por Leopoldo II a finales del siglo XIX. Es aún más mala que Eden Hazard.
SCHLITZ: Mezcla de gel antibacterial, uranio enriquecido y un poquito de cebada. La voluntad de un hombre se pone a prueba con cada trago. Máximo respeto y admiración a sus partidarios. Que Dios se apiade de sus almas.
HEINEKEN: Palabras mayores. Casi al nivel de la Imperial. Si el agua tiene memoria, la Heineken debe tener conocimiento. Lo mejor que han dado al mundo los Países Bajos. La Heineken, Van Gogh y Marco Van Basten; en ese orden.
BUDWEISER: Es el Juan Orlando Hernández de las cervezas. Nada puede dar más asco. Sólo su chovinismo y retraso cognitivo pueden llevar a un ser humano a beber algo así. Repugnancia embotellada.
GALLO: Ni Arjona ha sido capaz de avergonzar tanto a los chapines. Más fea que Rigoberto Menchú con implantes. Sonroja saber que algo así es considerado cerveza. Además, los efectos de su resaca pueden ser tan variados como los gustos sexuales de Nasralla. Repugnante.
MODELO: Marca patrocinadora del Cartel de Sinaloa. No es peor que la Corona, y eso es de agradecer. Su sabor se asemeja al de la Tabcin gripe y tos. Ideal para parrilladas, para ir a la playa y para demostrar al mundo que te gustan las personas de tu mismo sexo.
MILLER GENUINE DRAFT: La Barena gringa. Una aberración absoluta. Es preferible obligar a un gordo con piedras en los riñones a que la ingiera y beberse después sus meados calentitos. En Honduras es cerveza de sexoservidoras, travestis y turcos con problemas neurofuncionales.
QUILMES: Se sabe que las tribus nómadas de los indios mapuches en la Patagonia preferían mil veces morir de sed antes que destapar una de éstas. No se explica cómo la nación que parió a genios del calibre de Borges, Charly García o Maradona pudo haber inventado algo así. Asco.
PRIMA: Birria alfa, lomo plateado. Alta dosis de testosterona. Virilidad en cada sorbo. Imponente y heterosexual. La preferida del hombre de Cromañón. Barata, funcional y tremendamente asertiva a la hora de golpear. Poca broma.
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Hoy analizamos los principales personajes de Súper Campeones, la mítica serie japonesa de manga con la que muchos nos criamos pero que en realidad no es más que una bazofia infumable, aunque en su día creíamos que se trataba de una historia bastante realista. Abrimos hilo👇
Antes de entrar de lleno en el asunto cabe mencionar que, tanto en los movimientos de los personajes como en las dimensiones de los campos, la serie es bastante realista. Hablamos de niños que con 10 años rompían paredes a pelotazos y daban saltos de hasta 74 metros. Empezamos.
Tom Baker. Tenía más calidad que una baleada con todo. Jugó en más equipos que el Loco Abreu. Su amistad era un poquito gay con Oliver, al que podía masajearle la espalda en el jacuzzi y al cabo de un rato ponerle un pase de 90 metros a la cabeza. El 11 más mítico de la historia.