Más allá de hacernos eco una vez más de la parcialidad con la que se continúa con el debate, queremos hacer una reflexión sobre el enfoque engañoso que se le da al "fraude de ley".
No, no debe enfocarse en demostrar los múltiples "casos aislados" que ya existen. 👇
No, no debe enfocarse en demostrar los múltiples "casos aislados" que ya existen. 👇
Recordarles a los representantes del poder legislativo que una ley debe contener, ya desde que nace, mecanismos que posibiliten reducir y detectar el fraude de ley.
Son ellos los que deberían demostrar que esta ley cumple con el principio de seguridad jurídica.
Pero no pueden.
Son ellos los que deberían demostrar que esta ley cumple con el principio de seguridad jurídica.
Pero no pueden.
No pueden porque la ley, no solo hace que la propia palabra sea ley, sino que prohibe explícitamente cualquier acto que se oriente a la averiguación del fraude.
Incluso la denuncia, podría resultar consecutiva de delito al estar poniendo en duda la identidad manifestada.
Incluso la denuncia, podría resultar consecutiva de delito al estar poniendo en duda la identidad manifestada.
La propia ley, desde que fuera aprobada, supondría una "ley mordaza" al servicio de la ideología de género.
Dónde nadie podría poner en duda la palabra manifestada. La incorporación de la "discriminación por error" da cuenta de ello.
Dónde nadie podría poner en duda la palabra manifestada. La incorporación de la "discriminación por error" da cuenta de ello.
De esta manera, no solo se trata de una ley que no recoge mecanismos mínimos para detectar el fraude de ley, si no que además limita al máximo las posibilidades de hacerlo visible y denunciarlo.
Una ley jamás puede basarse exclusivamente en la buena voluntad de quien pueda hacer uso de ella, fomentando a su vez la autocensura.
Volvemos a pedir un debate serio y profundo que no vulnere los derechos de nadie.
Volvemos a pedir un debate serio y profundo que no vulnere los derechos de nadie.
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