Tristísimo el nivel de ignorancia de los comentaristas de @AristeguiOnline, Gabriel Reyes Orona y Alfredo Figueroa.
El primero afirmó que la @ASF_Mexico tiene la última palabra sobre el resultado de sus auditorías. No es así: además de haber un periodo de un mes para
que los auditados respondan a las observaciones, en caso de derivarse procedimientos por responsabilidades administrativas graves, corresponde al @TFJA_Mex_Ofi su resolución. La ASF es una autoridad investigadora no resolutora. Figueroa incurrió en el mismo error al decir que la
ASF tiene la capacidad para exonerar a servidores públicos.
En el caso de responsabilidades penales, la ASF presenta denuncias ante el ministerio público y quien resuelve es un juez en materia penal.
Reyes Orona también afirmó que el error cometido por la ASF pone en duda
procesos penales de auditorías previas haciendo referencia a la #EstafaMaestra. Habría que recordarle que fue bajo la gestión de Juan Manuel Portal cuando se hizo esa auditoría y no con el actual auditor, David Comenares, que fue nombrado en los estertores del peñanietismo y
quien despidió de manera injustificada a la auditora que hizo esas investigaciones que destaparon a la #EstafaMaestra .
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Hablamos acerca de la amenaza increíble de los gobernadores de la Alianza Federalista de salirse del Pacto Federal. Increíble porque no quieren incurrir en el costo político de cobrar impuestos locales, mucho menos lo van a hacer con los impuestos federales.
-En promedio, los gobiernos estatales de América Latina recaudan el 3.8% del PIB, mientras que, en la OCDE es del 5.5%. En Brasil, recaudan hasta el 7.9%, mientras que, en México, sólo es el 0.7% del PIB.
-De los 18 impuestos locales que pueden recaudar los estados, el que más recauda es Baja California con 9 y el que menos, Puebla con 3. La mayoría recaudan 6.
- Los estados reciben alrededor del 80% de sus ingresos por transferencias de la federación.
HILO;
A propósito del premio Nobel que acaban de recibir Duflo, Banerjee y Kremer: eviten cometer el tipo de errores y abusados de los diseños cuasiexperimentales como el que contiene este artículo.
1) Sólo considera un tipo de transferencia: una beca de $800 mensuales para
jóvenes en pobreza en el grupo de tratamiento y nada en el de comparación (que no de control).
El sentido común dicta que bien puede ser el caso que, para un joven que vive en pobreza, esta cantidad no sea suficiente para cubrir todos los costos que implica asistir a la escuela:
útiles, transporte (el cual se incrementa sustancialmente en zonas rurales) y, sobre todo, el de oportunidad. Para un joven pobre, es lógico que la necesidad y presión por trabajar se incrementa con su edad y la profundidad de su propia pobreza. Una explicación alternativa de