La muerte, personificada en un esqueleto con una guadaña.
A sus pies, una serpiente con una manzana en la boca, símbolo del pecado original.
Detrás, la cruz desnuda sobre la que se apoyan las escaleras que utilizaron los Santos Varones para descender el cuerpo de cristo.
Sobre el madero penden dos sudarios, uno de color blanco y otro de color negro, que llevan inscritos la famosísima frase en latin “Mors mortem supervit”, “la muerte venció a la propia muerte”.
La composición del misterio data de 1691 y se debe al ingenio del escultor Antonio Cardoso de Quirós. Con anterioridad a esta fecha, su iconografía variaba al depender de la fantasía del artista a quien se encomendaba aquel año el montaje el montaje del paso y distribución...
de los distintos jeroglíficos.
Salió por primera vez en procesión en 1693, a última hora de la tarde, causando «verdadero pavor», según un manuscrito anónimo que se conserva…
«Hay constancia de que el artista Juan de Valdés Leal participó en elaborar o rehacer este paso», según el historiador Pablo Alberto Mestre.
Para Mestre, es clara la influencia del autor de los Jeroglíficos («In ictu oculi» y «Finis Gloriae Mundi»)
Aunque se trata de un paso que causa respeto a todo el público que disfruta de él en la calle, Sevilla no tardaría en bautizarla como La Canina, será por aquello del hambre canina.
En 1993, el padre José María Javierre la mencionó en su pregón con una letra de saeta que atribuyó a Pepe Peregil: «Hay Canina cuanto te quiero/pero como te hace falta/ un buen caldo del puchero», causando las risas del público asistente.
💡CURIOSIDADES
- La Canina no se vuelve ante nadie. Solo ante Francisco Franco, el capataz del paso mandó que se detuviera en 1940. Con la imagen mirando de frente al dictador, se le acercó y le dijo: «Excelencia, medite».
- Veinticuatro costaleros portan este paso, que curiosamente no tiene llamador visible «por aquello de no llamar a la muerte»
- Se trata de la imagen alegórica más antigua de la Semana Santa sevillana.
¿Conoces algo más de esta entrañable imagen de la Semana Santa de Sevilla?
Las viejas lenguas cuentan que Francisco Ruiz Gijón, imaginero del titular trianero, se basó en un fatídico suceso para tallar al que hoy conocemos como el Cristo del Cachorro, pero... ¿Quién era el Cachorro?
De unos 30 años, ya los gitanos de la cava del siglo XVII conocían muy bien al protagonista de esta leyenda, pues por sus rasgos y su afición al flamenco jondo con su guitarra y sus quejíos tenía su buena reputación en el barrio de Triana.
Su corazón nunca tuvo el nombre de ninguna moza del barrio, que en su mayoría estaban enamoradas de éste, pero muchas personas contaban que se sentía cautivado por una joven adinerada que vivía por la zona de San Vicente o San Francisco.