Lo pensé mucho antes de poner este pequeño hilo de tuits, pero bueno ahí va. Hace ya varios años me invitaron a participar quincenalmente en un programa de radio con varios analistas económicos. El conductor -que no nombraré- era muy amable, demasiado.
Siempre, desde el principio, piropo tras piropo, comentando la ropa del día y cada vez más osado en sus comentarios. Al poco tiempo, la insistencia en que le presentara amigas, claro, siendo muy específico en las características que el susodicho quería que tuvieran las amigas.
Pero estos tuits no son sobre él. Al final del día, yo sabía su calaña y no me intimidaba en lo más mínimo. Claro, tengo mi carácter, ni me ofendí, ni me quedaba callada. Los tuits son sobre los tres hombres con los que compartía mesa (a veces 4) y que siempre sonreían...
Y que sonriendo validaban todo el tiempo los comentarios ya completamente fuera de lugar de este señor. Jamás, nunca en varios años dijeron nada. Solo me oían y veían contestarle cada vez más incómoda. Hoy son muy feministas en tuiter, pero durante años validaron los comentarios.
Finalmente yo dejé el programa porque no tenía ninguna necesidad de aguantar las peladeces del señor. Pero los otros señores, ahora muy feministas, siguen yendo al programa y participando. Es muy buen espacio, me dicen. Claro... esa es la validación continua de la peladez.
Los tres tienen hijas y supongo que no les gustaría que a ellas las tratara este señor como vieron que me trató a mi. Ah, pero eso sí, calladitos se ven más bonitos. Siguen yendo, siguen participando y así siguen validando la conducta del conductor.
En fin... cosas vemos y leemos en tuiter que no tienen nada que ver con lo que verdaderamente hace la gente en la vida diaria. Lo dejo por aquí como #FoodForThought, aunque dudo cualquiera de los 3 cambie su conducta... #8DeMarzo2021 ¡Buen inicio de semana!
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