¿Conocías la maldición del antiguo reloj de Güigüe en Venezuela?
Todo aquel que ha intentado repararlo ha muerto.
Aunque no soy muy crédulo de historias así, me pareció muy interesante:
El reloj fue hecho por españoles a mediados del siglo XIX y lo trajo a Venezuela el presidente Antonio Guzmán Blanco para contabilizar las jornadas de los trabajadores en sus tierras.
El 2do dueño fue Juan Vicente Gómez, quien lo utilizaba para lo mismo.
Acercándose a su muerte, maldijo el reloj porque cada minuto que marcaba le recordaba que se acercaba su fin.
El reloj se detuvo exactamente a la misma hora que murió el Dictador.
Luego de esto, aún sin funcionar el reloj se llevó a Güigüe(Carabobo) y se colocó en la plaza principal.
La alcaldía contrató un relojero para que lo repara, este lo hizo, funcionó unos días hasta que se volvió a detener exactamente a la misma hora que el relojero moría.
En 1940, el relojero italiano Salvatore Consoli, visitó el pueblo para reparar el complicado mecanismo y lo logró. Estalló la 2da guerra mundial, regresó a su patria y murió el mismo día que llegó por un bombardeo.
El reloj se detuvo nuevamente a la hora de su muerte.
Luego, Andrés Mijares amigo y aprendiz de Salvatore quizo rendirle honor a su memoria reparando este reloj.
Funcionó nuevamente por un dia, pero volvió a detenerse a la hora que Andrés murió repentinamente.
La gente creyente o no de la maldición después de los casos ocurridos prefirió no tocar más el reloj.
Permaneció marcando la misma hora en la plaza por casi 60 años.
Hasta que llegó otro relojero y se ofreció a repararlo.
¿Que gran idea verdad?
Su nombre: Juan Lorenzo, logró poner en marcha aquel mecanismo luego de estar inactivo por tanto tiempo.
Marcó la hora por unas semanas hasta detenerse abruptamente.
Mientras en una ciudad cercana a la misma hora moría Juan sin alguna razón médica aparente.
En 2013, Crónida Piaget, un relojero suizo de 47 años fue a visitar el pueblo para conocer el reloj de esta leyenda en persona.
Se le veía pasar noches parado frente al reloj, pensativo.
Decidió investigar por qué hombres con buena salud morían a los pocos días de arreglarlo.
Él creía que había algún componente tóxico en sus piezas y envenenaba a quien lo tocaba.
Decidió que la mejor forma de comprobar esto era desarmar el reloj y hacer un examen a sus piezas.
Cuando iba a pedir el permiso a la alcaldía recibió una llamada de Suiza.
Le informaron que la mamá de sus hijos estaba enferma de gravedad. Sin pensarlo viajo a Suiza de inmediato.
Tomó un vuelo con escala en Madrid y se quedó en un hotel.
Al regresar pensaba encargarse de este reloj y revelar el misterio de su supuesta "maldición".
Piaget murió en el hotel por causas desconocidas, la hora aproximada de muerte 3pm.
Misma hora que marcaba en Venezuela el reloj de Güigüe, aquel antiguo artefacto que lo tenía tan obsesionado.
Aún sigue marcando la misma hora.
¿Quien se anima a repararlo de nuevo?
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Hay muchas frases y palabras curiosas que se utilizan en Venezuela a diario.
¿Conocemos sus orígenes?
Estás son algunas de ellas:
Jala Mecate: describe a un adulador.
En la época de la independencia al Libertador le gustaba que le mecieran la hamaca para dormir.
Oficiales y soldados se peleaban por jalar el mecate de la hamaca de Simón Bolivar, esperando obtener favores o beneficios luego.
Jala bola: En la época de Juan Vicente Gómez, en las cárceles, los presos de familias adineradas contrataban a un "jala bola" para que les ayudaran a cargar con los pesados grilletes que tenían en los tobillos.