Thread by @nachomdeo

Ahora la apuesta del gobierno argentino está en millones de vacunas chinas Sinopharm para cubrir las dudas sobre el efecto de la Sputnik en los mayores de 60 años, que el propio presidente Putin instaló al no inocularse. Pero la vacuna china también es polémica, veamos porqué...

Desde que China arrancó la inoculación con su vacuna, dejó en claro que aún no la considera segura para los mayores de 60 años. Es por eso que al menos 60 millones de ancianos de ese país reciben el mayor cuidado y medidas de aislamiento. Es lógico, cuidan a sus viejos.

Y si la Sputnik genera dudas por la falta de información sobre su fórmula, la de Sinopharm es incluso más hermética aun. Se sabe poco de sus detalles científicos y de los métodos de desarrollo en el laboratorio de Wuhan, el mismo desde donde se cree salió el coronavirus

Casi toda la información sobre la efectividad de la Sinopharm procede de declaraciones de prensa emitidas desde China o de los resultados de agencias en el extranjero. Pero en lo que respecta a datos duros, hay un faltante de información que la ANMAT reconoce al “recomendarla”

Por eso nuevamente el ANMAT no se hizo cargo de su aprobación sino que, como con la Sputnik, dio su conformidad al Ministerio de Salud. Una sutileza que habla de la improvisación con que se maneja la emergencia ante la segunda ola que ya está llegando

En Pakistán, Bangladesh, Turquía y Emiratos Árabes Unidos también se hizo el mismo procedimiento de emergencia para permitir que sea administrada. Un calco de lo que sucede en Argentina. Otros países prefirieron no aprobar ante la falta de información y considerarla una prueba

En los comunicados oficiales chinos se advierte que la Fase III de la vacuna Sinopharm se hace actualmente en 50.000 personas en 10 países entre los que está…Argentina. Todos ellos, aliados políticos de Pekín y receptores de su asistencia económica. Casualidad que no es casual

Es aquí donde la sanidad se mezcla con la política de expansión mundial de China. Casi todos los países que aceptaron ser parte de la Fase IIII de la vacuna china son deudores de China o dependen de sus inversiones para salir adelante del escenario febril de la pandemia

Y es entonces que se llega a la propaganda. Todas las vacunas tienen efectos adversos en algunos individuos. Pero la de Sinopharm es la que, a diferencia de su competencia, está rodeada de mayor secreto y con ello debiera tener menos chances de ser inoculada. Pero… la política.

Desde diciembre que China comenzó a anunciar que exportaría 610 millones de dosis al mundo, que la información en contradictoria. Tanto que el gobierno anunció una eficacia del 86% de la Sinopharm y cuando fue testeda en Emiratos Árabes Unidos esa efectividad se redujo al 79%

Mientras tanto se invierten sumas astronómicas en comunicación estatal para descalificar las opciones desarrolladas otras naciones. Es un negocio de 13.000 millones de dólares a corto plazo y una oportunidad de influencia diplomática sin precedentes. Una Normandía sanitara

Todas las vacunas tienen efectos adversos y la lucha entre países por desvirtuar a la competencia es feroz. La Sinopharm también acumula casos, como el que obligó a paralizar las pruebas en Perú en diciembre por un caso de síndrome de Guillain-Barré en un paciente inoculado

Sin embargo, el problema principal de la vacuna china sigue siendo el hecho que el propio país que la aprobó en enero no la administra a sus mayores de 60 años, mientras que la vende a otros estados para que la inoculen, precisamente, en ese segmento etario. Sí, es rarísimo.

Entendemos ahora porqué China pidió discretamente a Pfizer un lote de 100 millones de dosis de la vacuna, quizás para cubrir el faltante en su población de mayor riesgo. Si los propios fabricantes desconfían y prefieren otra variante, es válido preguntarse qué está sucediendo

Fosun Pharmaceutical Co de Shangai negocia con BionTech Pfizer para proveer de urgencia ese lote de vacunas fabricado en Alemania. Pero Si China es capaz de exportar excedentes de su vacuna ¿Por qué busca una solución occidental? La respuesta es: respeto a los venerables ancianos

El otro problema de todo este asunto es que la de Sinopharm es, entre todas las vacunas ofrecidas, la que ha entregado menos información. El secretismo que rodea su desarrollo en Wuhan, cuna mundial de la pandemia, obstruye el camino a su aprobación sobre bases científicas

Asociado a estos nombres se encuentra el problema de fondo: Si China declaró una cifra irrisoria de víctimas de la pandemia siendo cuna del coronavirus ¿Cómo considerar que la información que brindan sus entes oficiales sobre sus vacunas es corroborarle?

Y a diferencia de las vacunas desarrolladas por privados en occidente, las chinas se atan a la política exterior de ese país. Es por eso que la provisión de otra variante, la CanSino, fue suspendida a Canadá por motivos diplomáticos. Es la misma que usó China para sus militares

Como con la Sputnik, la pandemia mezcló las necesidades políticas y las identidades ideológicas. Sin tiempo para desarrollar la investigación de efectos a mediano y largo plazo, la elección de vacunas se convirtió en una apuesta política y quizás un negocio para algunos electos

La 2° ola llega y el apuro convirtió a la Argentina en campo de experimentación de otra vacuna que será administrada de manera épica a los más ancianos, algo que ni los propios creadores hacen con sus compatriotas. O todo es otro cuento chino para tapar baches de ineficiencia

PS: El 7 de febrero el presidente argentino afirmó que la vacuna rusa costaba U$S 9,50 y que luego de negociar con China se había logrado bajar el precio por dosis de Sinopharm U$S 30 a U$S 20. Nada mal negociando con viejos. Apenas el doble de lo que cuestan para la prueba rusa

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